Partimos bien el año 2014.
Antes
de que termine Enero ya contamos con 2 nuevos sindicatos afiliados a la
CGT y se dio el vamos a la “marcha blanca” de nuestro Centro
Recreacional. Son noticias que levantan el ánimo y estimulan el trabajo,
ya que son la muestra concreta de que estamos en el camino correcto.
50
socios de un sindicato de empresa que presta servicios en el área de la
electricidad y 75 de otro que agrupa a prestadores de servicios en el
área del trasporte de pasajeros, son los nuevos integrantes de nuestra
organización y nos satisface mucho que también se hayan acercado a
nuestra casa sindicatos de trabajadores de colegios y empresas del
subcontrato.
El
Centro Recreacional fue un anhelo de los fundadores de nuestra
organización y resolución definitiva del XI Congreso Nacional, por lo
que no quedaba mas que implementarlo, lo que se hizo con recursos
ahorrados de las cuotas sociales pagadas por los afiliados. El Centro es
hoy una realidad, una hermosa realidad.
Quizás
si la mejor demostración de que el lugar de descanso en Ventanas cumple
su objetivo, se encuentre en la frase con que Rodrigo y Any lo
definieron ante la pregunta de su abuelo.“Está bacán”.
Lo anterior no es
solo la obligación de cualquier organización y sus dirigentes, sino
también el incentivo, el estimulo, que requieren quienes están hartos de
tanta cosa trucha, de los “acuerdos y consensos” entre cuatro paredes,
que al final terminan perjudicando a los que se supone deben ver los
frutos de lo que reclaman.
Para cambiar esto la organización tiene un rol de primer orden.
Instalar
en la conciencia de los trabajadores la convicción de que son lo más
importante de la sociedad, y que por lo mismo les asiste el derecho
irrenunciable de exigir condiciones económicas y sociales acordes a lo
que merecen.
La presentación de contratos colectivos es el resultado lógico de este trabajo de concientización.
El
grupo de trabajadores de la empresa Leal y Faúndez lo entendió
perfectamente y los resultados obtenidos son una prueba de ello.
Luego
de 2 días de huelga, suscribieron un contrato colectivo por 2 años que
establece un 18% de aumento promedio en los sueldos base, además de
bonos de locomoción y colación de $ 30.000, aguinaldos de $ 40.000 y
65.000, además de la gratificación garantizada entre otros beneficios,
con los que no contaban al inicio de su proceso.
Este
grupo, construido al alero de el Interempresas SITES, está compuesto
por 13 trabajadores de un total de 27 y no se desmotivaron nunca, pese a
recibir permanentemente el rechazo de la empresa a sus peticiones.
Estaban seguros de sus demandas y lucharon por ellas, e incluso consiguieron de la empresa el pago de los 2 días de huelga.
Esperamos
un resultado similar en el grupo de trabajadores del Casino y Hotel
Dreams en Temuco, quienes iniciaron el proceso con 9 y hoy cuentan con
42 asociados, encontrándose por estos días abocados a la elaboración de
su proyecto colectivo.
En ambos casos estamos cierto que la etapa inicial de su despertar, culminará con la constitución del Sindicato de empresa.
¿No es ésta acaso una demostración fehaciente de que la fuerza de los trabajadores puede y debe imponerse?
Por
eso no queda sino alegrarse del retorno a sus labores de los
trabajadores portuarios. Probablemente no consiguieron todo lo que
demandaban cuando iniciaron el paro, pero no hay duda alguna que las
bases refrendaron los acuerdos y estos interpretan parte de sus
aspiraciones.
La lucha portuaria no termina, hay cosas pendientes que los trabajadores irán exponiendo a través de sus organizaciones.
Lo que si es claro es
que supieron apretar donde se debe y, pese al cerco informativo,
forzaron a gobierno y patrones a escucharles y responder sin evasivas y
esta es una lección importante que dan al movimiento sindical.
En la pelea portuaria
se plasma perfectamente la trilogía que fomentamos en nuestra
organización y que aún estamos lejos de alcanzar. Educar, organizar y
luchar.
Los
compas de los puertos se han educado con paciencia y continuidad, los
nuevos reciben las lecciones de los viejos y van separando lo que sirve
de lo que no.
Se
han dado organizaciones reales, que seguro tienen algunas fallas
todavía, ¿pero es que acaso no está claro, que el que no se equivoca es
el que poco o nada hace?.
Desde esas organizaciones sale la resolución de luchar.
Y esa lucha recibe la solidaridad de sus pares. Como se dice, van todos a una.
Nada de dirigentes vedettes y de conversas por allá arriba, nada de pedir visto bueno a la cúpula sindical o política.
Colectivamente
se demanda lo que se merece, colectivamente se resuelven los caminos y
las herramientas a utilizar y colectivamente se determina el momento de
hacer el alto para luego cargar las pilas y seguir adelante.
Nadie se mueva a
engaño. No se dañó a otros trabajadores con el paro de los puertos, ese
es el discurso del sistema y su objetivo es dividir, ya que buscan por
todos los medios impedir la unidad de los desheredados.
Lo
que está faltando es que los chóferes de camiones, los temporeros de la
fruta y todos los relacionados levanten sus proyectos reivindicativos y
se unan a la pelea.
A ver si serían tan choritos patrones y Estado, teniendo en pie de guerra a todos los explotados.
Generosa lección nos
dan nuestros hermanos y solo queda hacerse cargo de ella y sacar
conclusiones que podamos aplicar en todos los sectores donde haya
asalariados que demandan atención y respeto.
Unidos y convencidos no nos gana nadie. Avancemos este año en esa convicción.
MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente C.G.T. CHILE