viernes, 7 de septiembre de 2012

NO HAY DERECHO AL OLVIDO

PULSO SINDICAL EXTRA N º 7

En algunos días se cumplirán 39 años desde que se produjera el golpe de Estado.

Desde entonces dolor, persecución y muerte. Así lo indican las cifras: 1248 detenidos desaparecidos, 2279 ejecutados políticos. El 6% mujeres y el 94% hombres.

Decenas de miles, exonerados, detenidos arbitrariamente, perseguidos y castigados por sus ideas.

Hombres y mujeres, profesionales, trabajadores de la ciudad y del campo, intelectuales e incluso uniformados de las distintas ramas de las fuerzas armadas, fueron perseguidos y castigados por sus ideas.
Particularmente cruento fue el desmembramiento de la estructura sindical, cuya construcción se iniciara en el último cuarto del siglo XIX, yendo desde el mutualismo a las sociedades de resistencia, estructurando mancomunales, pasando por asociaciones, federaciones y confederaciones, para culminar en  la Central Única de Trabajadores, cuya mayoría de afiliados eran organizaciones únicas por rama y que fue capaz de elegir, en 1971, su directiva en votaciones universales, un trabajador un voto, máxima aspiración del sindicalismo de clase.

Uno de los más importantes objetivos de los golpistas fue destruir la base social, sustento del gobierno popular, y de paso eliminar conquistas sindicales de casi 100 años de lucha.

Obreros y campesinos contaban con organizaciones facultadas para negociar por ley. Los aprendices y quienes cumplían labores en sus hogares tenían protección legal y remuneración mínima establecida. El despido injustificado era sancionado con severidad.

En el agro la profundización y culminación de la reforma agraria permitió que miles de familias de campesinos pobres tuvieran su tierra y vivieran de sus frutos.

La cultura llegaba a los barrios, aumentaron los grupos de teatro, y folklore. La participación de las familias en el sindicato y las juntas de vecinos, hizo de estos instrumentos espacios amplios y participativos.

El convenio CUT – UTE había permitido la incorporación de miles de hijos de obreros a la educación superior.

La instalación de la dictadura implicó la derogación de más de 180 leyes que protegían derechos de amplios sectores de trabajadores. Se dictó un cuerpo legal que retrotrajo dichos derechos a mucho antes de 1973 y cuyos efectos son percibidos hasta hoy.

Este engendro dictatorial Se llamó Plan Laboral y fue promulgado en Julio de 1979 por el ministro de la Junta Militar, José Piñera.

Para la organización sindical, el golpe significó la ilegalización de su accionar, confiscación de sus bienes  y persecución, encarcelamiento, asesinato y desaparición de sus dirigentes.

*René Burdiles Almonacid, 21 años de edad a la ocurrencia de los hechos, obrero agrícola, secretario del Sindicato Campesino el Libertador, fue detenido el día 16 de septiembre de 1973, por carabineros de la Tenencia de Puerto Octay donde se presentó voluntariamente acompañado de su madre.Al día siguiente, la Sra. María Almonacid concurrió a la Tenencia a preguntar por su hijo, allí le respondieron que había sido puesto en libertad, lo que no era efectivo.

Posteriormente, la familia se enteró que el afectado había sido trasladado, en un vehículo de Carabineros, a la Tercera Comisaría de Osorno junto con otros detenidos: Jorge Ladio Altamirano Vargas y Lucio Hernán Angulo Carrillo, quienes permanecen desaparecidos hasta hoy.

Lo último que se sabe de él es que fue visto por otros detenidos durante su traslado a Osorno y al llegar a la Tercera Comisaría de esta ciudad. Después de esto, se desconoce otro antecedente.

*Ofelia Villarroel Latín, 29 años, Ejecutada el 23 de septiembre de 1973. Ofelia era encargada del departamento femenino del Sindicato de Empleados de la Empresa Textil SUMAR.

Fue detenida junto a una veintena de trabajadores en la empresa donde trabajaba. Testimonios múltiples y concordantes de trabajadores que se encontraban en el interior de la empresa señalan que las víctimas fueron detenidas allí, por funcionarios del Ejército, y luego separadas de los otros trabajadores que también habían sido detenidos, siendo esta la última vez que se les ve con vida.

Los cadáveres de los afectados fueron encontrados en la vía pública, en la carretera General San Martín, lugar desde donde fueron remitidos hasta el Instituto Médico Legal. Los cuerpos presentaban múltiples heridas de bala, además de que todos tenían vendas en los ojos, señal de haber sido ejecutados.

¿Cual fue el delito de René y de Ofelia, y de todos los dirigentes torturados, ejecutados y desaparecidos?.
Trabajar en la construcción de una nueva sociedad, educando a sus compañeros en los derechos, demandando organizadamente educación, salud y vivienda para todos.

El retorno “a los cauces democráticos”, más que mejoras de fondo ha implicado tibias reformas y la mantención de carencias. La organización sindical no alcanza a llegar al 10% del total de la fuerza de trabajo activa, siendo que en 1973 el % de organización superaba el 30%.

A la prepotencia patronal y la desidia gubernamental, se une la incapacidad sindical por tomar un rumbo correcto y re - encantar a los trabajadores. Cierto es que la dictadura obligó a desarrollar instrumentos muy verticales de organización, pero no es menor el hecho de que aún no se democratiza totalmente y en todos los niveles la estructura sindical, lo que mantiene alejados a los trabajadores de los sindicatos.

En pleno Siglo XXI no cuentan los trabajadores chilenos con casi ninguna garantía al ingresar al servicio de un empleador, derechos que si estaban garantizados en 1973.

Ni derecho a uniformes, ni alimentación, ni movilización, ni derecho efectivo a huelga.

Cada vez son menos los contratados a tiempo indefinido y para cumplir una función específica. En el caso de la mujer, aún se mantiene la norma que solo permite el derecho a sala cuna cuando hay 20 o mas trabajadoras en una empresa.

Polifuncionalidad, trabajo part- time, subcontrato, contratos de tiempo parcial, son algunos de los elementos que considera la legislación laboral en la actualidad, lo que la sitúa a años luz de aquellas normas que daban estabilidad y dignidad al trabajador y que estuvieran vigentes en nuestro país hasta el año 1973.

Recordamos y mantenemos en la memoria, a los cientos de hombres y mujeres que dieron todo por la construcción del mundo nuevo, mundo que permanece por ahí, esperando ser redescubierto, para transformarse en bandera liberadora, guía de la clase de los explotados, los discriminados, de la mayoría de nuestro pueblo.

Bandera en la que están los rostros de Rene, Ofelia, Jenny, Abel y tantos y tantas que no pueden ser olvidados. 
                                                                                            
MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente C.G.T. CHILE