PULSO SINDICAL EXTRA N º 7
En algunos días se cumplirán 39 años desde que se produjera el golpe de Estado.
Desde
entonces dolor, persecución y muerte. Así lo indican las cifras: 1248
detenidos desaparecidos, 2279 ejecutados políticos. El 6% mujeres y el
94% hombres.
Decenas de miles, exonerados, detenidos arbitrariamente, perseguidos y castigados por sus ideas.
Hombres
y mujeres, profesionales, trabajadores de la ciudad y del campo,
intelectuales e incluso uniformados de las distintas ramas de las
fuerzas armadas, fueron perseguidos y castigados por sus ideas.
Particularmente
cruento fue el desmembramiento de la estructura sindical, cuya
construcción se iniciara en el último cuarto del siglo XIX, yendo desde
el mutualismo a las sociedades de resistencia, estructurando
mancomunales, pasando por asociaciones, federaciones y confederaciones,
para culminar en la Central Única de Trabajadores, cuya
mayoría de afiliados eran organizaciones únicas por rama y que fue capaz
de elegir, en 1971, su directiva en votaciones universales, un
trabajador un voto, máxima aspiración del sindicalismo de clase.
Uno
de los más importantes objetivos de los golpistas fue destruir la base
social, sustento del gobierno popular, y de paso eliminar conquistas
sindicales de casi 100 años de lucha.
Obreros
y campesinos contaban con organizaciones facultadas para negociar por
ley. Los aprendices y quienes cumplían labores en sus hogares tenían
protección legal y remuneración mínima establecida. El despido
injustificado era sancionado con severidad.
En
el agro la profundización y culminación de la reforma agraria permitió
que miles de familias de campesinos pobres tuvieran su tierra y vivieran
de sus frutos.
La
cultura llegaba a los barrios, aumentaron los grupos de teatro, y
folklore. La participación de las familias en el sindicato y las juntas
de vecinos, hizo de estos instrumentos espacios amplios y
participativos.
El convenio CUT – UTE había permitido la incorporación de miles de hijos de obreros a la educación superior.
La
instalación de la dictadura implicó la derogación de más de 180 leyes
que protegían derechos de amplios sectores de trabajadores. Se dictó un
cuerpo legal que retrotrajo dichos derechos a mucho antes de 1973 y
cuyos efectos son percibidos hasta hoy.
Este
engendro dictatorial Se llamó Plan Laboral y fue promulgado en Julio de
1979 por el ministro de la Junta Militar, José Piñera.
Para la organización sindical, el golpe significó la ilegalización de su accionar, confiscación de sus bienes y persecución, encarcelamiento, asesinato y desaparición de sus dirigentes.
*René Burdiles Almonacid,
21 años de edad a la ocurrencia de los hechos, obrero agrícola,
secretario del Sindicato Campesino el Libertador, fue detenido el día 16
de septiembre de 1973, por carabineros de la Tenencia de Puerto Octay
donde se presentó voluntariamente acompañado de su madre.Al día
siguiente, la Sra. María Almonacid concurrió a la Tenencia a preguntar
por su hijo, allí le respondieron que había sido puesto en libertad, lo
que no era efectivo.
Posteriormente,
la familia se enteró que el afectado había sido trasladado, en un
vehículo de Carabineros, a la Tercera Comisaría de Osorno junto con
otros detenidos: Jorge Ladio Altamirano Vargas y Lucio Hernán Angulo
Carrillo, quienes permanecen desaparecidos hasta hoy.
Lo
último que se sabe de él es que fue visto por otros detenidos durante
su traslado a Osorno y al llegar a la Tercera Comisaría de esta ciudad.
Después de esto, se desconoce otro antecedente.
*Ofelia Villarroel Latín, 29
años, Ejecutada el 23 de septiembre de 1973. Ofelia era encargada del
departamento femenino del Sindicato de Empleados de la Empresa Textil
SUMAR.
Fue
detenida junto a una veintena de trabajadores en la empresa donde
trabajaba. Testimonios múltiples y concordantes de trabajadores que se
encontraban en el interior de la empresa señalan que las víctimas fueron
detenidas allí, por funcionarios del Ejército, y luego separadas de los
otros trabajadores que también habían sido detenidos, siendo esta la
última vez que se les ve con vida.
Los
cadáveres de los afectados fueron encontrados en la vía pública, en la
carretera General San Martín, lugar desde donde fueron remitidos hasta
el Instituto Médico Legal. Los cuerpos presentaban múltiples heridas de
bala, además de que todos tenían vendas en los ojos, señal de haber sido
ejecutados.
¿Cual fue el delito de René y de Ofelia, y de todos los dirigentes torturados, ejecutados y desaparecidos?.
Trabajar
en la construcción de una nueva sociedad, educando a sus compañeros en
los derechos, demandando organizadamente educación, salud y vivienda
para todos.
El
retorno “a los cauces democráticos”, más que mejoras de fondo ha
implicado tibias reformas y la mantención de carencias. La organización
sindical no alcanza a llegar al 10% del total de la fuerza de trabajo
activa, siendo que en 1973 el % de organización superaba el 30%.
A
la prepotencia patronal y la desidia gubernamental, se une la
incapacidad sindical por tomar un rumbo correcto y re - encantar a los
trabajadores. Cierto es que la dictadura obligó a desarrollar
instrumentos muy verticales de organización, pero no es menor el hecho
de que aún no se democratiza totalmente y en todos los niveles la
estructura sindical, lo que mantiene alejados a los trabajadores de los
sindicatos.
En
pleno Siglo XXI no cuentan los trabajadores chilenos con casi ninguna
garantía al ingresar al servicio de un empleador, derechos que si
estaban garantizados en 1973.
Ni derecho a uniformes, ni alimentación, ni movilización, ni derecho efectivo a huelga.
Cada
vez son menos los contratados a tiempo indefinido y para cumplir una
función específica. En el caso de la mujer, aún se mantiene la norma que
solo permite el derecho a sala cuna cuando hay 20 o mas trabajadoras en
una empresa.
Polifuncionalidad,
trabajo part- time, subcontrato, contratos de tiempo parcial, son
algunos de los elementos que considera la legislación laboral en la
actualidad, lo que la sitúa a años luz de aquellas normas que daban
estabilidad y dignidad al trabajador y que estuvieran vigentes en
nuestro país hasta el año 1973.
Recordamos
y mantenemos en la memoria, a los cientos de hombres y mujeres que
dieron todo por la construcción del mundo nuevo, mundo que permanece por
ahí, esperando ser redescubierto, para transformarse en bandera
liberadora, guía de la clase de los explotados, los discriminados, de la
mayoría de nuestro pueblo.
Bandera en la que están los rostros de Rene, Ofelia, Jenny, Abel y tantos y tantas que no pueden ser olvidados.
MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente C.G.T. CHILE