Ángel Muñoz de 19 años lleva 17 días en huelga de hambre en la toma
de la casa central de la Universidad de Chile y ya ha perdido 9,8 kilos.
Las autoridades siguen haciendo oídos sordos a sus peticiones. “Por mi y
por todos mis compañeros” dice Muñoz que va a dar la pelea “hasta las
últimas consecuencias” con tal de que se pare la persecución política a
los estudiantes. El 5 de septiembre compañeros/as de Ángel se tomaron
una sede del Partido Demócrata Cristiano en apoyo a su huelga de hambre,
la que abandonaron pacíficamente.
Por Rodrigo Dresdner D. / Eco, Educación y Comunicaciones
Últimas declaraciones extraídas del Facebook:
Santiago de Chile, 04 de septiembre de 2012
A la opinión pública e Internacional
Al pueblo chileno y sus estudiantes movilizados
A mis compañeros
Al pueblo chileno y sus estudiantes movilizados
A mis compañeros
Hace 16 días tomamos la decisión de iniciar ésta huelga de hambre con
la convicción de que ya no podemos seguir siendo víctimas de más
atropellos. Digo ‘tomamos’, porque me acompañaban otros dos compañeros,
que por motivos familiares y de salud se vier
on obligados a deponer su ayuno.
Yo decidí continuar. Las razones: siete estudiantes del Instituto Superior de Comercio (INSUCO) N° 2, entre quienes me incluyo, fuimos expulsados injusta y arbitrariamente de nuestro establecimiento. Fuimos expulsados porque nuestra activa participación en las movilizaciones iniciadas el año pasado supuso una amenaza para las autoridades de nuestro establecimiento. Fuimos, en buenas cuentas, expulsados por ejercer derechos que cualquier sociedad democrática debiese resguardar: el derecho a la libre expresión y a la manifestación de sus ciudadanos.
Se nos ha acusado de agredir y secuestrar a nuestros profesores en un intento de toma de nuestro establecimiento. Es una acusación ridícula, sin ningún asidero y el argumento -más bien, la mentira- que esgrime la Dirección para justificar su actuar.
Como estudiantes, reivindicamos la deliberación, la organización y la movilización como métodos para conseguir nuestras demandas y ello, bajo ningún respecto, supone violentar la integridad de quienes vivimos a diario las injusticias de este modelo que no hace más que reproducir desigualdades; el modelo que nos hemos propuesto cambiar. En nuestras prácticas, sencillamente, no tienen cabida las lógicas violentistas que se nos acusan, ni las acciones represivas que se han venido ejerciendo contra nosotros.
Desde el año pasado que venimos siendo perseguidos: no se nos permitió encabezar una lista para conformar el Centro de Alumnos de nuestro colegio y se saboteó el proceso eleccionario haciendo desaparecer votos desde las urnas. Esto, con el propósito de que la lista de compañeros afines a nuestro proyecto no tuviese oportunidad de alcanzar el número de votos necesarios para su elección.
Se nos acusó también de daños millonarios al mobiliario del establecimiento una vez finalizadas las movilizaciones del año pasado y, ahora, de agredir a nuestros profesores y ser unos ‘violentistas’, en palabras del mismo director del establecimiento, quien no ha hecho más que solicitar el abandono de la huelga, sin dar una solución a nuestra demanda.
Estamos cansados, y no por el ayuno. Estamos cansados de vivir en una sociedad democrática, pero en donde todas nuestras necesidades se han transformado en un negocio; cansados de tener que ser parte de una democracia llena de ficciones, en donde el Estado no hace más que apostar por la represión y la criminalización de la expresión de sus ciudadanos. Y ya no soportamos que esas lógicas se trasladen, además, al que se supone es nuestro espacio de convivencia y formación cotidiana.
Exigimos nuestra reincorporación inmediata al establecimiento y el término de la persecución política al interior de éste.
Ángel Muñoz
19 años
Estudiante INSUCO N°2
Yo decidí continuar. Las razones: siete estudiantes del Instituto Superior de Comercio (INSUCO) N° 2, entre quienes me incluyo, fuimos expulsados injusta y arbitrariamente de nuestro establecimiento. Fuimos expulsados porque nuestra activa participación en las movilizaciones iniciadas el año pasado supuso una amenaza para las autoridades de nuestro establecimiento. Fuimos, en buenas cuentas, expulsados por ejercer derechos que cualquier sociedad democrática debiese resguardar: el derecho a la libre expresión y a la manifestación de sus ciudadanos.
Se nos ha acusado de agredir y secuestrar a nuestros profesores en un intento de toma de nuestro establecimiento. Es una acusación ridícula, sin ningún asidero y el argumento -más bien, la mentira- que esgrime la Dirección para justificar su actuar.
Como estudiantes, reivindicamos la deliberación, la organización y la movilización como métodos para conseguir nuestras demandas y ello, bajo ningún respecto, supone violentar la integridad de quienes vivimos a diario las injusticias de este modelo que no hace más que reproducir desigualdades; el modelo que nos hemos propuesto cambiar. En nuestras prácticas, sencillamente, no tienen cabida las lógicas violentistas que se nos acusan, ni las acciones represivas que se han venido ejerciendo contra nosotros.
Desde el año pasado que venimos siendo perseguidos: no se nos permitió encabezar una lista para conformar el Centro de Alumnos de nuestro colegio y se saboteó el proceso eleccionario haciendo desaparecer votos desde las urnas. Esto, con el propósito de que la lista de compañeros afines a nuestro proyecto no tuviese oportunidad de alcanzar el número de votos necesarios para su elección.
Se nos acusó también de daños millonarios al mobiliario del establecimiento una vez finalizadas las movilizaciones del año pasado y, ahora, de agredir a nuestros profesores y ser unos ‘violentistas’, en palabras del mismo director del establecimiento, quien no ha hecho más que solicitar el abandono de la huelga, sin dar una solución a nuestra demanda.
Estamos cansados, y no por el ayuno. Estamos cansados de vivir en una sociedad democrática, pero en donde todas nuestras necesidades se han transformado en un negocio; cansados de tener que ser parte de una democracia llena de ficciones, en donde el Estado no hace más que apostar por la represión y la criminalización de la expresión de sus ciudadanos. Y ya no soportamos que esas lógicas se trasladen, además, al que se supone es nuestro espacio de convivencia y formación cotidiana.
Exigimos nuestra reincorporación inmediata al establecimiento y el término de la persecución política al interior de éste.
Ángel Muñoz
19 años
Estudiante INSUCO N°2
“Cada vez somos más, expulsados por luchar”
Hoy a las 17:05 pm fueron nuevamente expulsados estudiantes (5 en total) del INSUCO N°2.
A las 16:30 pm alrededor de 40 estudiantes se tomaron el Pabellón C
del colegio en solidaridad a la Huelga de Hambre que lleva Ángel Muñoz
por más de 16 días, y en protesta de las expulsiones y la constante
represión a la movilización interna.
SIGUEN PASANDO LOS DÍAS Y LA IMPUNIDAD SIGUE PRESENTE EN LAS INJUSTAS EXPULSIONES DE ÁNGEL Y MÁS COMPAÑEROS.
DÍA A DÍA VIVIMOS LA REPRESIÓN FASCISTA TANTO DENTRO DEL LICEO COMO
AFUERA, PERO NO BAJAREMOS LOS BRAZOS HASTA QUE SE NOS RESPETE NUESTROS DERECHOS HUMANOS, MI DERECHO A LA EDUCACIÓN.
REINTEGRACIÓN INMEDIATA DE TODXS LXS EXPULSADXSFIN A LA REPRESIÓN, NO A LA LEY HINZPETERBASTA DE CRIMINALIZACIÓN A LXS QUE LUCHANEDUCACIÓN GRATUITA, LAICA Y DE CALIDAD, AL SERVICIO DEL PUEBLO
Adjuntamos la declaración del equipo directivo Instituto Superior de Comercio Nº2:
DECLARACIÓN PÚBLICA RESPECTO DE 7 ESTUDIANTES EXPULSADOS A CONTAR DEL 16 DE AGOSTO
Santiago, 21 de Agosto de 2012.-
En razón a que algunos estudiantes, apoderados y adultos externos al
Instituto Superior de Comercio Nº2 “Joaquín Vera Morales” han
tergiversado los hechos y procedimientos en relación a la expulsión de 7
(siete) estudiantes de este establecimiento educacional, pasamos a
aclarar que esta medida está en base “exclusivamente a un hecho
puntual” que está tipificado como un acto de violencia en el Manual de
Convivencia Escolar y sancionado con la expulsión.
Estos jóvenes fueron identificados, por profesores y funcionarios,
como algunas de las personas que el jueves 9 de agosto, a las 13:30
aproximadamente, ingresaron junto a otros 20 a 25 individuos en forma
muy violenta y premunidos de palos y fierros amedrentando a profesores,
funcionarios y estudiantes; lanzaron mobiliario desde un segundo piso,
tratando de instalarlos en las rejas perimetrales; producto de lo cual
hubieron lesionados: 2 docentes (existen las constatación de lesiones,
tanto de la ACHS, como la Posta Central) y dos estudiantes, más daños en
un automóvil de una docente.
Por su parte el Manual de Convivencia en su Título IX (de los
procedimientos disciplinarios; en su Nº 3 de los Procedimientos para
aplicar sanciones disciplinarias y letra K establece: “En aquellos
casos gravísimos en donde la integridad física y sicológica del los
miembros de la comunidad han sido transgredidos evidentemente y con
hechos irrefutables, el comité de Convivencia Escolar o Consejo de Profesores (de curso o general ), puede
expulsar a un miembro de la comunidad dada la magnitud de las acciones
realizadas, todo esto porque la permanencia del individuo generaría
daños irreparables a la convivencia escolar…..”.
Además, se determinó la violación de los derechos del título IV,
letra A Números: 10; 12 y 17 e incumplimiento de los deberes como
estudiantes, letra B, números 1; 2; 3; 6; 10 y 21 establecidos en dicho
manual de convivencia. (Manual en www.insucodos.cl).
Frente a los hechos, esta dirección actuó, de acuerdo a
procedimientos establecidos con la recopilación de antecedentes: con los
testimonios orales y ratificados por escrito, con lo cual se procede a
levantar un acta con el relato y aplicación del manual de convivencia,
la que es presentada –en este caso – al Consejo de profesores,
instancia en que se ratifican las declaraciones. Resultado de este
procedimiento, los funcionarios firmantes determinaron la expulsión de
los estudiantes aludidos. Determinación que esta dirección respalda y
ratifica.
Además, se han realizado las acciones legales correspondientes.
Para el conocimiento público,
Equipo Directivo
Insuco 2