domingo, 1 de junio de 2025

A 35 AÑOS CLOTARIO BLEST RIFFO



31 de mayo 1990 fallece Don Clota, fue más que un dirigente sindical: fue un símbolo viviente de la lucha por la justicia social, la dignidad humana y la unidad del pueblo trabajador de Chile. Su legado sigue siendo un referente transversal para todas las corrientes políticas del país, gracias a una vida marcada por la coherencia entre pensamiento y acción, por su inquebrantable compromiso con los derechos humanos y la defensa incansable de los trabajadores.
Nació el 17 de noviembre de 1899 en Santiago, en el seno de una familia humilde. Desde joven mostró una profunda vocación espiritual, ingresando al Seminario de Santiago con una beca. Allí fue fuertemente influenciado por el pensamiento social cristiano del sacerdote jesuita Fernando Vives Solar, quien lo marcó con una visión del cristianismo profundamente ligada a los pobres y a la justicia social. Sin embargo, aunque estuvo cerca del sacerdocio, Clotario eligió otro camino: el de la acción directa en favor de los más desprotegidos.
En 1922 comenzó a trabajar como funcionario en la Tesorería General de la República, lo que le permitió conocer de cerca la realidad de los empleados públicos. En paralelo, asistía a las conferencias del destacado líder obrero Luis Emilio Recabarren, abriendo su pensamiento a nuevas visiones sobre el movimiento obrero y la lucha social. Desde su fe cristiana impulsó la idea de un “Jesús Obrero”, una interpretación que incomodó a las autoridades eclesiásticas de la época, pero que reflejaba su convicción de que el Evangelio debía vivirse desde la solidaridad y el compromiso con los trabajadores.
En los años 30 dio sus primeros pasos en la organización sindical, promoviendo actividades sociales y deportivas entre los empleados fiscales y creando asociaciones gremiales que más tarde formarían la base de movimientos de mayor alcance. Su mayor hito llegó en 1943 con la fundación de la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF), desde donde consolidó su liderazgo y fortaleció la organización del sector público.
La culminación de su sueño se concretó en 1953, cuando encabezó la fundación de la Central Única de Trabajadores (CUT), con el propósito de reunir a todos los trabajadores del país bajo una sola bandera, sin distinción de partidos ni ideologías. Desde la presidencia de la CUT lideró históricas movilizaciones en defensa de mejoras salariales y condiciones laborales más justas, enfrentando con valentía la represión de sucesivos gobiernos. Fue encarcelado en múltiples ocasiones por defender a los trabajadores, pero nunca abandonó su causa.
En la década de 1960, ya alejado de la dirigencia sindical formal, Clotario se aproximó a los movimientos revolucionarios influenciados por la Revolución Cubana, manteniendo siempre una postura crítica pero constructiva. Se sintió profundamente identificado con la Teología de la Liberación, que unía la fe cristiana con la lucha por los pobres. Aunque no participó directamente en el gobierno de la Unidad Popular, expresó su preocupación por la fragmentación del movimiento obrero, convencido de que la desunión solo debilitaba la causa popular.
Tras el golpe militar de 1973, Clotario Blest se convirtió en una de las voces morales más firmes contra la dictadura. Su hogar se transformó en un refugio y centro de organización para los familiares de detenidos desaparecidos, ayudando a fundar la Agrupación que los representa hasta el día de hoy. Su lucha por los derechos humanos fue inquebrantable y se mantuvo activo hasta sus últimos años.
En su vejez, fue acogido por los franciscanos, quienes reconocieron en él un alma humilde y profundamente comprometida con los valores del Evangelio. Su imagen, con la barba blanca, el mameluco azul y el cordón franciscano atado a la cintura, quedó grabada en la memoria colectiva del país.
Clotario Blest falleció el 31 de mayo de 1990, pero su legado sigue vivo en cada lucha obrera, en cada bandera levantada por la dignidad del trabajo y en cada voz que reclama justicia social en Chile.
Soy un incansable predicador de la unidad de la clase trabajadora chilena, porque cuando la clase trabajadora chilena está unida, es invencible. Nadie se atreve contra ella."
— Clotario Blest