¿ Se puede ser semita sin ser
sionista? Y ¿ sionista sin ser semita ? o ¿ son una y la misma cosa?
Parece que la respuesta es obvia: se puede ser las dos cosas a un tiempo
pero también cada una por separado: así hay semitas que no pueden ver
ni en pintura el sionismo, ya que dicen que no son más que una traición
al puro judaísmo; hay sionistas que no tienen por qué ser semitas, sino
que basta con que ver con buenos ojos la doctrina sionista y el
comportamiento del sionismo en el estado de Israel.
Podría elaborarse un amplia lista de
personal que cargan todas las culpas de lo que sucede en Oriente Medio
en los palestinos mientras que defienden que el estado sionista hace
simplemente lo que debe: defenderse, del expansionismo mejor no hablar (
basta con mirar los mapas iniciales del recién fundado estado, en 1948,
los posteriores a la guerra de los seis días, de 1967, y los actuales;
diré por otra parte, que es una sandez de antología, a pesar que proceda
de docta boca, decir que el sionismo no es expansionista ya que su
fundador Theodor Herlz no lo era…Viene a huevo aquello de san Mateo de
que por sus hechos los conoceréis).
Se puede ser antisemita y antisionista, del mismo modo que se puede ser antisionista pero no antisemita, y más peliaguda resulta la otra posibilidad que sería ser sionista y antisemita a un tiempo, posibilidad realmente complicada pero que viendo el comportamiento israelita y el de algunos defensores podría darse por buena.
Dejaré de lado un par de cuestiones
aunque no porque sean baladíes: por una parte, en lo que hace a los
términos, el primero pretende dar cuenta de unos orígenes
etno-culturales, mientras que el segundo se refiere a una doctrina
política ideada por el fundador Theodor Herlz que reclamaba una tierra
para los judíos del mismo modo que toda nación tenía su tierra; más
ampollas puede levantar el hurgar en el uso de << pueblo >> y
/ o << nación >> para referirse a los seguidores de un
credo religioso ( en liturgia resulta habitual referirse al <<
pueblo de Dios>>, pero en distinta acepción del término), y ahí
asoma otra cuestión terminológica de importancia: el término <<
judío >> denota a quienes profesan una religión( del mismo modo
que cristiano, musulmán o jainita), tal religión (el judaísmo) toma su
nombre de una zona geográfica ( Judea), haciendo que creencia y
pertenencia parecen ir de la mano… obviamente no es cuestión de ADN, de
árbol genealógico u otras monsergas ( postulados que en algunos casos no
son sino herencia invertida de las demenciales posturas del nazismo), y
la utilización los términos recién mentados ha provocado más de una
discusión y ciertas visiones históricas deconstructoras como las de Illa
Pappe, Shlomo Sand o Atzmon Gilad, por ejemplo. [ Asuntos a los que,
sea dicho al pasar , ya he dedicado algunas líneas en este lugar y en
otros ].
Volviendo a lo expuesto en las líneas
iniciales, diré que no hace falta haberse empapado del Organon
aristotélico, ni haber estudiado a Deaño, Garrido o Sacristán, para
constatar que la misma lógica debería aplicarse a los anti
correspondientes: así se puede ser antisemita y antisionista, del mismo
modo que se puede ser antisionista pero no antisemita, y más peliaguda
resulta la otra posibilidad que sería ser sionista y antisemita a un
tiempo, posibilidad realmente complicada pero que viendo el
comportamiento israelita y el de algunos defensores podría darse por
buena. Ya sabes…haciendo amigos, chato.
Como quien utiliza un parachoques, o
mejor una navaja, ante cualquier discrepancia con respecto a la política
( militar y expansionista en lo exterior y de aplicación del apartheid
en el interior) se utiliza habitualmente el término de <<
antisemita >> con lo cual-y teniendo en cuenta la tremebunda
experiencia acumulada en los tiempos del nacionalsocialismo triunfante-
parece que la etiqueta adquiere el grado mayor de descalificación
posible no importando si no guarda ninguna relación con la verdad, ni
con la postura atacada ( el que critica a Israel está urdiendo un
progrom, así sin más). Lo que importa es callar la boca de los críticos,
recurriendo a la más grosera amalgama que hace que en el mismo conjunto
de << partidarios de la aniquilación de los judíos>>
pudiera incluirse al humorista (?) Dieudonné o a, pongamos por caso,
Edgar Morin, junto a los << islamo-gauchsitas>>,
antiímperialistas, muchachos de la banlieue ( en su mayor parte y, en
consecuencia según la ilustrada mirada de este tipo de personajes ,
habituados al reparto de carnets, seráin magrebís lo que es lo mismo que
decir musulmanes, bronquistas, delincuentes, terroristas en potencia,
machistas, y, por supuesto, antisemitas…¡ toma principio de
transitividad elevado a la ene potencia, y falta de vergüenza!). Quienes
usan esa perversa táctica diabolizante para unos y embellecedora para
otros (Alain Finkielkraut ,Éric Marty, Pierre-André Taguief, Alexnadre
Adler, Raphael Draï, Bernard-Henry Lévy, André Glucksman…o la redacción
en pleno de aquella revista néo-réac de sintomático título: << Le
meilleur des mondes >>, en la que un número sí y al siguiente
también no se hacía sino defender con uñas y dientes la misión salvífica
del faro de Occidente , los USA, y sus gendarmes en Oriente Medio(
Israel), y responsabilizar a los palestinos de la tensión de la zona y
la no construcción de un estado palestino. Precisamente en la revista
que señalo, en un número que tengo a mano, el 7, un tal Robert
Rosenzweig mantiene, << Le mirage d´un État palestinien>>,
que los palestinos son incapaces de tener un estado que pueda
encaminarse a la emancipación-tarea propia de todo estado según señala-
ya que se mueven entre el tribalismo y el clientelismo, vamos que no son
modernos como los israelitas que llegaron a aquellas tierras con todo
el bagaje de valores científico-técnicos e ideológicos aprendidos en
Occidente.
El empeño de estos cruzados de los que
hablo, ejemplo de auténtica mala fe, está guiado por dos consignas
claras: << la defensa de Occidente >> y << la defensa
del sionismo >> , pilares del sistema democrático contra el
<< totalitarismo comunista y/o islámico >>; así criticar la
política brutal del estado de Israel es luchar contra la democracia, a
favor del totalitarismo , supone un pecado de <<
antisemitismo>> o de << judeofobia>> ignorando que en
dicho estado sólo habita un tercio de los judíos ( y hablamos de
religión, de qué sino) que en el mundo son, aunque las autoridades
israelitas se arroguen la representatividad de todos.
Si lo que afirmo responde a la realidad,
en el caso francés brilla con luz propia y deslumbrante, teniendo en
cuenta el pasado colonial ( Indochina, Argelia y otros DOT /TOM- ¡ qué
lindo eufemismo !-) que reaviva heridas debidas al desprecio que han
sufrido , y sufren, ciudadanos procedentes de los países árabes, que
tienen tendencia-como es natural- a situarse del lado de los palestinos
por afinidades culturales e ideológicas, solidaridad que aumenta, como
es obvio, cuando la cosa arde con más fuerza en tierras palestinas ( es
el caso de las Intifadas o la masacre actual); esto sirve al partido en
el gobierno para prohibir manifestaciones, haciendo piña con los “
intelectuales” a los que me refiero y asimilando cualquier protesta
contra el expansionismo colonialista israelí con el <<
antisemitismo>> puro y duro. Este escore en esta cuestión, que se
traduce en un apoyo total al estado de Israel y a la puesta de mil y un
obstáculos a quienes se oponen a la política de éste, ha conducido a la
recogida de firmas para protestar ante el gobierno de Hollande por su
postura, que no hace sino << alentar la agresión>> y
<>. Significativas son las palabras de una de las firmantes,
Christiane Hessel, viuda del autor del autor del célebre Indignez-vous
!, que ha declarado enfurecida que << cuando Israel pide a la
gente que abandone sus casas porque van a bombardear, supone una gran
hipocresía, pues todo el mundo sabe que no tienen ninguna parte a donde
ir >>, para añadir a contiuación que si lo anterior se lo ha dicho
a la cara a François Hollande, con Manuel Valls << ha sido más
dura. Le he dicho que el comportamiento de su gobierno, su apoyo sin
matices a Israel y la prohibición de manifestaciones de solidaridad me
dejan sin voz….Cuando se habla de Israel y de Palestina, hay un ocupante
y un ocupado>>.
Así pues, si hay unas voces con amplio
altavoz mediático, cuyas falaces posturas coinciden con las de los
gobernantes, no se puede pasar por alto el gran peso de que gozan estas
posturas en los medios de propaganda, financiados y copados en sus
direcciones en cantidad de casos por lobbis pro-israelís ( conste que
nada que ver con la fantasmática <>), lo que hace que la voz que de ellos mana es la
verdad pura amén, la más extendida, y que lo que escapa de la versión
oficial israelí será tachado -como ya antes he señalado-. de antisemita,
racista, nazi, paleotrotskista u otras lindezas (como lo fueron Bové y
otros militantes altermundialistas que simplemente exigían que se
cumpliesen las resoluciones de la ONU), o será llevado ante los
tribunales como lo fue hace algunos años el bueno de Edgar Morin por un
artículo en el que daba cuenta de la sorpresa que le producía que un
pueblo que ha sufrido tanto pudiese someter a sus vecinos a tan brutales
sufrimientos…o más tarde, también llovieron los improperios contra
Pierre Vidal-Naquet, Daniel Bensaïd , Alain Badiou, o contra el antes
nombrado Stéphane Hessel.
En este orden de cosas recuerdo un
clarificador libro de Joss Dray y Denis Sieffert, << La Guerra
israelí de la información>> ( Ediciones del Oriente y del
Mediterráneo, 2004 ) en el que se desenmascaran los montajes llevados a
cabo por los gobernantes israelís ( en aquellos momentos, Barak y Ben
Amí, como promotores de la operación) y la aceptación de tales por los
intelectuales mediáticos antes nombrados, a los que podrían añadirse
nombres como los de la italiana Oriana Fallaci o los epígonos de
Pirineos abajo como Gabriel Albiac, Jon Juaristi o Enrique Múgica
Herzog, quienes ocultando el verdadero origen del enfrentamiento, el
colonialismo sionista, tratan de reducirlo a un <> entre
civilizados/salvajes, desarrollados/atrasados, progresistas/fanáticos
religiosos, demócratas / totalitarios, víctimas/verdugos,
agredidos/agresores, David/ Goliat, pacíficos/violentos,
correspondiendo, por supuesto, el primer lugar a los israelís y el
segundo a los vagos y maleantes, además de terroristas sanguinarios,
palestinos. Desmenuzan para ello, las supuestas generosas ofertas de
Camp Davis no aceptadas por el <> Arafat , la explosión de la
Intifada como si de un brote espontáneo de violencia propia de la pasión
árabe se tratara; se centran también en las repetidas críticas vertidas
sobre el líder palestino Arafat como si él fuese el responsible de
todos los males. Primero se le cerca , luego se amenaza su liquidación
física y posteriormente se le denigra con argumentos que van desde su
maniobrero y escurridizo carácter hasta sus corruptelas, además de su
violencia congénita, propia de los atrasados y traicioneros árabes; tras
su muerte se haría de él un ser << pragmático >> que era
una maravilla comparado con los miembros de Hamas, por ejemplo. Mas el
tiempo corre, qué digo vuela, que es un primor.
Quisiera concluir echando la vista al
inicio de este comentario, poniendo un ejemplo realmente paradigmático
del carácter tramposo, amalgamador y que no pretende sino evitar
cualquier debate sosegado sobre el tema. El ejemplo está tomado de un
libro representativo hasta la caricatura de este modo de hacer que
denuncio: << La Nouvelle judéophobie >>, cuyo autor Pierre
André Taguieff, se ha convertido en cierto sentido en el jefe de filas
en lo que hace a la << defensa del sionismo>> y a la
<< lucha contra el antisemitismo>>. Para él cualquier forma
de antisionismo puede ser considerada,sin más, como puro <>,
metiendo en el mismo saco a quienes mantienen la demencial retórica del
<< complot judío mundial >> ( recuérdese el cúmulo de
sandeces de << Los Protocolos de los sabios de Sión >> que
tanta influencia ejerció hasta en destacados líderes políticos de países
bien avanzados) o a aquellos que luchan contra las diferentes
manifestaciones del colonialismo / imperialismo y por los derechos de un
pueblo a tener un Estado. De los primeros, entre otros, toma prestadas
algunas palabras del presidente de los tribunales libios : << el
sionismo, con sus principios étnicos, racistas, inhumanos, con sus
proyectos diabólicos que engendran el caos en el mundo entero, con sus
ramificaciones que juegan un papel casi decisivo en la dirección de la
política de los países más grandes del mundo, no puede ser considerado
como una amenaza para esta región solamente, sino para el mundo
entero>> , para unas páginas más adelante adosar unas
declaraciones del intelectual palestino E.W.Said, pronunciadas en la
misma conferencias celebrada en Trípoli en 1976 : << el sionismo y
el imperialismo se alimentan el uno del otro. La lucha contra el
imperialismo y el racismo de la Europa moderna es una lucha de la
civilización y no la podemos llevar adelante con éxito mas que si
comprendemos el sistema de ideas del adversario y el origen de esas
ideas. Tanto en la teoría como en la práctica, el sionismo es pues una
forma degradada del imperialismo europeo>>…
Cualquier lector atento, sin necesidad
de romperse las meninges, verá las diferencias entre la primera cita y
la segunda; pues bien, nuestro hombre- sobresaliente representante de
los tergiversadores de los que hablo- no ve más que dos gotas de agua,
unidas por la fobia, el odio, y el profundo deseo de destruir el Estado
de Israel y de paso la civilización occidental en su totalidad. [ Para
un desmenuzamiento pormenorizado de este tipo de ceremonias de la
confusión, puede leerse << La réaction philosémite ou la trahison
des clercs >> de Ivan Segré ( Lignes, 2009).
En fin, señalaba Henri Lefebvre que la
amalgama era una característica esencial de la modernidad, pues bien,
viendo el comportamiento amalgamador de estos sujetos- que confunden lo
que debería ser distinguido( por decirlo en guarro-castizo: confunden la
mierda con la pomada)- podría decirse de ellos no ya que sean el colmo
de la modernez, sino que los son de la pos, trans, ultra, modernidad.
Por Iñaki Urdanibia
Fuente: Kaos en la Red