martes, 1 de julio de 2014

In Memoriam de Carlos Enrique “Chino” Montoya


Ante el inicio de un nuevo ciclo en nuestro terruño, en la plenitud de la neblina de este día, nos señala de la partida de un gran amigo y ser en todas las aristas que fue posible conocerlo.

Nos deja el cumpa Carlos Enrique “Chino” Montoya, en este aún todavía desarrollándose Wiñol Tripantú. Empieza su trance desde la vida terrenal al enigma sideral, el paso que sólo podemos vislumbrar cuando de misterios se trata en un asunto de un sentir, de fe, de poemarios o de algún cancionero. 

El Chino Montoya, fue un activo cultural de peso en nuestro poblado desde mediados de los 70s hasta meses recientes. No es poco, es bastante y mucho diría.

Apareció en esos días de artesano, de colaboraciones de la contingencia poblacional, con su bolso de cuero al hombro y hojas de pasquines para concientizar a esa puebla que desconocía temáticas de torturas y detenidos –desaparecidos. Ahí en esa época el querido Chino aprendía de las expresiones del teatro, de la poesía, de comparsas y de performances clandestinas lo que constituiría cierta esencia de su ser que complementaría junto a su amada y hacendosa Edith, gran compañera y madre del Andro. Su alma tenía también momentos de jolgorio que él sacaba a flote en improvisadas conversas, era un crítico social pero con chispas de humor satírico del bueno a ratos.
Para la propia generación nuestra, que fuimos la fuerza de los 80s en la población, nos precedía la grupalidad anterior y excepcional que encabezaban el mismo Chino y su partner Pato Celis, Rucio Nano, el Taller Experimental, el Loco Nelson , el Ito Salcedo, Martín Oyarzún, Galo González, Claudio Salvo , Ayrampú y otros destacad@s de entonces. Ellos fueron una fuente proveedora de cultura social sin igual y estimo que en todo lo que es ahora Pedro Aguirre Cerda. Solicitados por medio mundo alrededor nuestro, entregando sus expresiones, el rayado político , fraternizando con los víctimas de la represión y apoyando con corazón solidario todo lo que estuviera a su alcance y fuera preciso reclamar. 

Entre esos tintes fui conociendo a todo ese grupo como esa marcha de la Patria Herida que convocaron el Chino, su hermano Alberto y la musa Edith , y fue en alguna fiesta de trasnoche e intervenciones , similar a algún vídeo sicodélico de los Pink Floyd, que coincidimos con el Chino tirados en el suelo haciendo ruidos de pájaros y contrapunto de palabras sueltas casi como ejercicio Dadaísta que nos indicaron que las acciones de arte las hacíamos donde quisiéramos y aún así tenían trascendencia.

A tal punto recordé ello, que una vez que conocí otras culturas, de regreso al poblado acudí al Chino para conformar una apuesta de fusión musical. Con él más el Patopunk Fuentes co-fundamos una banda histórica, quizás la de mayor relevancia cultural desde nuestro contexto hacia la gran urbe. Los Kloketen fueron considerados en trabajos de música popular de finales del siglo XX por el Depto, de música de la Universidad Católica y transmitido a inicios de este siglo por Radio Cooperativa durante cinco emisiones consecutivas. Y ahí que aparecía…simplemente la voz del Chino Montoya interpretando el canto del hombre ancestral fueguino. Hup ke Ketch cantaba el Chino en el hall principal del Museo de Historia Natural de Quinta Normal. Los Kloketen , nacidos en la población San Joaquín haciendo un pequeño aporte a la cultura musical chilena. Dejamos una impronta artística que todavía permanece, 

Posterior a esos años, entre guiones e ideas literarias de apoyo a los vídeos del Jano Casas-Cordero, Montoya empezó a colaborar y luego a tener su propio programa en la Radio Comunitaria Primero de Mayo. Me comentaba -en ocasiones- voy a leer unos poemas y escritos de los presos políticos, de la agenda mapuche, de esos gringos tales por cuales, de los derechos de los trabajadores, etc.…eso pos tráeme alguna música para anexar a esas crónicas. 

Y con su programa El Kiosco, naturalmente que construyó memoria popular continua y de verdad. 
Las etapas laborales, familiares u otras nos fueron dispersando en el tiempo a muchos de nosotros , pero la era tecnológica nos trajo de regreso a un montón de recordados amigos y otros que se fueron sumando por vía de la red social.

Así retomamos un nuevo período para un nuevo siglo, en la primera cita inaugural de gestión cultural neta en San Joaquín y en que volvimos a reaparecer con Montoya , Andro, Horacio Eloy , Orlando Aranda , Eric Recabarren , Hussein, Michel Retamal y otros en la primavera del 2010. El Chino Montoya animó toda esa jornada con su siempre actitud generosa y entrega de cultura a sus coterráneos. En una tarde de reencuentro generacional y transversal como pocas veces ha sucedido. 
Al año siguiente presentó la primera revista de Contracultura en el galpón Comunitario, algo inaudito en el vecindario, algo que hablaba de nosotros mismos contándonos parte de nuestras vivencias. Pura auto-gestión y corazón otra vez con el Chino colaborándonos como co-administrador del féísbuk de la población. 

Luego un par de veces nos volvimos a topar en eventos solidarios, ferias libres, intervenciones de plazas públicas, de algunas conversas al teléfono y de cuando supo que acaecía una grave enfermedad sobre él, pero siempre con la entereza de un ser grande. Me voy pronto -me dijo hace dos meses atrás - hasta aquí no más sería la cuota, pero trabajo hasta mis días finales en recopilar en lo que un simple ser como yo realizó en esta vida. 

Hoy nos toca despedirlo, no será con el abrazo que siempre el otorgaba a sus cercanos , más en el imaginario, del mismo modo si que lo haremos.

Grandioso amigo sé que el trance terrenal todavía te mantienes por acá cerca y podremos sentir el aroma de nuestra envejecida puebla ,un guiño de tus escritos, la voz tuya comentándonos desde la Primero de Mayo y de ese canto al hombre indígena que te conectaba con la Pacha Mama. Allá te esperan tus familiares anteriores y los amigos de tu era que también de antecedieron. 

Me adscribo a las palabras de su hijo Andro “mi Padre partió a otro plano de la existencia, desde donde nos acompañará y apañará a todos kienes tenemos la fortuna de conocerlo en cada uno de sus múltiples, sabios y dulces aspectos...” 
Rüme Mañun Peñi Chino Montoya ¡¡¡
(muy agradecido hermano)

Memoria: Chino Montoya 
Texto: Guido Jota A.