Adital
Cerca de 50 personas están nuevamente reunidas reirguiendo
el #ocupeestelita debajo del viaducto,
en las proximidades del muelle. De acuerdo con Igor Souto Maior, participante
del campamento, en entrevista con Adital, dijo que varios frentes de trabajo
están siendo organizados.
"En el frente jurídico, se pedirá un habeas corpus
para un muchacho de la comunidad que está preso. En total, 11 personas fueron
detenidas, pero sólo él quedó preso. En relación con el lugar, estamos
provisoriamente debajo del viaducto. El ocupe va a funcionar sí, ya está
funcionando, pero el espacio todavía está estructurándose. Vamos a continuar
con parte de la programación cultural y hoy ocurren clases de fotografía”,
informa Souto Maior.
Antes de ser devastado, el #ocupeestelita estaba en acción desde hace 27 días.
Hombres, mujeres y niños pasaron a ocupar la región y realizar actividades
culturales como forma de llamar la atención sobre la defensa del muelle José Estelita y su entorno. El lugar está amenazado por el Consorcio
Novo Recife, grupo de constructoras que, en 2012, aprobó un proyecto para la
construcción de 12 torres de hasta 45 pisos.
Aún con negociaciones en curso, el gobierno
pernambucano habría desobedecido sus propios protocolos -que preveían
información previa a los ocupantes y al Ministerio Público– y, en las primeras
horas de la mañana de ayer [martes, 17], el Batallón de Choque retiró a los
ocupantes a base de bombas de gases lacrimógenos y balas de goma, dejando a varias
personas heridas. El Ministerio Público de Pernambuco esclareció que no tenía
conocimiento del reintegro, por eso la acción fue considerada ilegal.
En la página (Facebook) del Movimiento#OcupeEstelita
una madre, que recibió a su hijo herido después de la confrontación con la Policía, dejó su lamento y
su crítica.
"En los tiempos actuales, donde se dice que rige la democracia, ver al
poder público realizar un acto de extrema barbarie con los jóvenes en nombre de
la defensa del poder de las constructoras es algo muy doloroso. En una
situación como ésta, nosotros, madres, esperábamos que nuestros hijos, en el
ejercicio pleno y pacífico de sus derechos, ¡tuvieran al Estado como guardián,
y no todo lo contrario! Con lo que me deparo, sin embargo, es con una situación
de absoluta intransigencia y abuso. Mi hijo -por defender una ciudad más justa-
no merecía ser agredido con balas de goma. En un día como hoy, donde tantas familias
se reúnen para ver el partido de Brasil, él está en una sala de emergencia. Me
pregunto, ¿qué tipo de ciudad y ejercicio de la ciudadanía quieren nuestros
gobernantes?”
Traducción: Daniel Barrantes -barrantes.daniel@gmail.com