El día 15 de noviembre, cuatro elementos de la PGJ -acompañados de un abogado de la UNAM, un Oficial Secretario del Ministerio Público, un elemento de la Policía de Investigación y dos peritos, según un comunicado emitido por la universidad- detonan su arma de fuego en las inmediaciones de Ciudad Universitaria, a las afueras del Auditorio Che Guevara, dejan un saldo de cinco personas heridas (4 por roces de bala y uno atravesado por una bala en la pierna).
Alrededor del medio día se detecta la presencia de un automóvil Nissan Sentra con número de placas 982-WEG en donde llegan a bordo dos hombres y dos mujeres de la PGJ. Policías vestidos de civil se encuentran fotografiando a quienes se están a los alrededores del Auditorio (estudiantes, artesanos e integrantes del espacio). Unas 20 personas se acercan a preguntarles el motivo de su presencia y a exigirles que se retiren de la Universidad Autónoma.
Un elemento de la PGJ, después identificado como Luis Javier Aguiñaga Saavedra, apunta con su arma de fuego a la altura del pecho de quienes le reclaman, después hace una serie de detonaciones: primero contra el piso y después intentando escapar, arremete directamente contra los asistentes, dejando a Miguel Ángel Ordaz, egresado la FFyL, herido de la pierna izquierda. Cuatro personas más reciben roces de bala y una canina es herida de una pata. La PGJ emite un comunicado más tarde en el que dice que el elemento de la policía realizó "disparos al aire".
Desde el espacio Che Guevara hasta Eje 10 se contabilizan al menos 11 casquillos de bala 9 milímetros y el vehículo Nissan que queda abandonado en las instalaciones de C.U. Mientras tanto, un estudiante de la universidad se acerca a la patrulla de Auxilio UNAM para exigir su intervención a lo que responde no poder hacer nada.
Después de que algunas personas corretean a los policías, tres escapan por la Av. Insurgentes en un taxi. El cuarto elemento, Luis Javier Aguiñaga Saavedra, corre por la avenida hasta que llegan dos policías a pie, dos patrullas y dos camionetas de la Secretaria de Seguridad Publica: apuntan con sus armas largas a la altura del pecho, custodiando a éste elemento, se lo llevan en una patrulla sin rastros de golpes en la cara. Horas después es presentado en el hospital por supuestos golpes con palos y fractura en el cráneo.
Se encuentra una identificación de la PGJ, en la que aparece el nombre de Rodolfo Lizárraga Rivera, otro de los policías involucrados.
Miguel Ángel, herido de pierna, es llevado a la Clínica 32, en donde le niegan la atención que es condicionada a pagar 40 mil pesos. Posteriormente se lo llevan en una patrulla a rendir su declaración en el MP COY-1 y COY-2. Es liberado en unas horas.
El último enfrentamiento se registra a las 10 de la noche, cuando el carro Nissan es incendiado. Con la presencia de aproximadamente 500 granaderos, un camión de bomberos y 50 estudiantes y solidarios manifestando su descontento. Hay agresiones policiacas: un saldo de algunos descalabrados y heridos, balazos al aire, el bajo sobrevuelo de un helicóptero con una fuerte luz, una mujer encañonada y amenazada por policías al estar documentando las agresiones.
Desde tempranas horas hasta caída la noche se registran camionetas de granaderos. Después de la agresión no se registra la presencia de autoridades de ninguna índole para documentar el caso, tampoco presencia de derechos humanos ni de auxilio UNAM.
La tensa calma se apodera de la noche, el rumor persiste y se difunde en medios de comunicación masiva: pretenden desalojar el auditorio Che Guevara, dicen. El Auditorio Che Guevara hace un llamado a resguardar el espacio y la integridad de quienes trabajan en él.
Fuente: http://regeneracionradio.org/index.php/represion/abuso/item/4442-agresion-de-la-pgj-en-el-auditorio-che-guevara
Fuente: http://regeneracionradio.org/index.php/represion/abuso/item/4442-agresion-de-la-pgj-en-el-auditorio-che-guevara