Al Pueblo De Venezuela,
Al Gobierno Bolivariano de Venezuela,
A los Pueblos y Gobiernos del Mundo,
A los Medios de Comunicación Nacionales e Internacionales,
A la Opinión Publicas Nacional e Internacional,
Al Mundo entero,
Hermanos y Hermanas:
¿Y cuál paz?
En una guerra de clases, como la que libra el Pueblo Pobre en contra de la Burguesía alrededor del planeta, la paz no es negociable. Se conquista a través de la lucha basada en firmes convicciones de justicia social y equidad.
En Venezuela, mientras tengamos recursos naturales, biológicos y
energéticos, que sean de interés al imperialismo global, mientras ese
mismo imperialismo colonizador y saqueador exista, el pueblo seguirá
siendo un objetivo a derrotar por estas fuerzas del mal. Para ello
utilizan y utilizarán todas las estrategias y métodos posibles e
imaginables, desde el bombardeo cultural alienante, pasando por la
manipulación mediática, hasta el bombardeo físico de nuestro territorio y
el por consiguiente genocidio de nuestra población, en donde la
tendencia política de los asesinados no será relevante para ellos, en
los denominados “daños colaterales”.
El pueblo debe definir cuál paz es la que desea: la del producto de
haber alcanzado un marco social de justicia, o aquella de la sumisión
ante su explotador.
La paz silente de los muertos, la que reina en los cementerios, en
las fosas comunes, la de los invisibilizados, los ignorados, los
menospreciados, los utilizados de siempre. La paz de la rendición, de la
sumisión, del pacto traidor, antipueblo, de carácter burgués e inmoral,
no puede ser considerada, en nuestro Proceso Revolucionario
Bolivariano, como la paz anhelada. ¡Esa paz no la queremos!
Los hijos de Bolívar, a quienes nos corre la sangre guerrera de
nuestros resistentes indígenas y a quienes iluminan el valor y la moral
de nuestros libertadores, no se nos está permitido ni siquiera optar
entre vencer o morir. ¡Es preciso Vencer! con la obstinación del Comandante Supremo, quien luchó hasta con el último suspiro de vida.
Nuestra paz debe ser fruto del combate digno, del
proceso de educación y de enseñanza, del entendimiento y del respeto
mutuo, de la concientización de los seres humanos, de la fraternidad
entre los ciudadanos, de la igualdad social y política, del amor entre
hermanos, hijos de una misma madre: La Tierra. ¡Jamás del silencio ni de
claudicar en nuestros derechos humanos!
Pacto y traición de carácter burgués.
De manera descarada, antipopular, contrarrevolucionaria, la boliburguesía ha firmado un pacto de traición
con la burguesía tradicional en función del reparto de la renta
petrolera, donde el pueblo es quien paga el precio por ello. El carácter
antipopular de la burguesía tradicional y explotadora, y la inmoralidad
de la parasitaria y corrupta boliburguesía se traducen en las políticas
aplicadas por el actual gobierno de Nicolás Maduro y sus “asesores”,
donde el menos que manda es él, y mucho menos el Pueblo. Despidos
masivos ejecutados por la empresa privada y amparados por el gobierno,
los “ajustes” de precios en beneficio de los empresarios y en contra del
pueblo más pobre, la protección ofrecida a las mafias que saquearon a
la Nación a través de CADIVI y a los funcionarios corruptos que rotan
entre los cargos del alto gobierno, junto al asesinato selectivo de los
líderes sociales revolucionarios, que suman más de 400 muertos en los
últimos 15 años, son parte de las “políticas” de carácter burgués que
tienen reservadas para nosotros, el pueblo, quienes seguimos poniendo
los muertos, seguimos siendo los explotados, los vilipendiados, a
quienes nos devalúan lo obtenido por nuestro trabajo honrado, ¡Los Pendejos de siempre!.
El Pueblo Pobre siempre ha ofrecido su sangre en defensa del Gobierno
Bolivariano, y ahora Maduro y su Gabinete se sienta a pactar con los
eternos enemigos de este sufrido pueblo, y con los artífices del
ejecútese de los actos terroristas denominados “guarimbas”: Venamcham,
Fedecámaras, Consecomercio, Conindustria, Fedeagro, Asociación Bancaria,
los partidos de derecha y ultraderecha agrupados en la MUD, e incluso
la Iglesia Católica.
¿Y nosotros, el pueblo? -Bien gracias-, afuera,
victima de sus “medidas” económicas, esperando a que se nos convoque a
la próxima marcha, o la próxima elección, o a que ofrezcamos la vida, en
defensa de sus privilegios y sus puestos en el gobierno.
Las Guarimbas: el contexto deseado y prefabricado.
Y es esta realidad prefabricada, por estas dos clases burguesas, la
tradicional y la gubernamental, donde las “guarimbas” dieron el contexto
ideal que sirvió de excusa para que una casta del alto
gobierno traicionara al pueblo pobre a favor de sus intereses
elitescos, inmorales y contrarrevolucionarios, en una diabólica alianza
con quienes desde la época de la independencia de nuestra Patria han
esclavizado al Pueblo, como lo es la burguesía tradicional. La Cociata y el Pacto de Punto Fijo en su nueva edición, reeditados, refinados.
Las Guarimbas fue la concreción táctica de una estrategia que viene a desmontar todos los avances del proceso revolucionarios,
y los avances que, con Chávez y con el Gobierno Bolivariano, el Pueblo
ha alcanzado. Contrariamente, a lo que inicialmente el pueblo pudo
pensar que se perseguía con dichos actos terroristas, como pudo ser una
guerra civil propiciada por la ultraderecha, al asesinar selectivamente a
personas de ambas tendencias políticas, a manos de los mismos
funcionarios de la policía política del gobierno (como en el caso de
Bassil y “Juancho”); con ellas se buscó, logrando sus objetivos, por un lado,
neutralizar el accionar revolucionario del movimiento popular y
conseguir el apoyo del mismo a favor del gobierno, en esta traición y
pacto con la burguesía, con la excusa de la “paz”; y por otro lado,
conseguir la sensación de triunfo de la clase media opositora cuando se
le aplicara las políticas económicas que a ella misma perjudica. El plan perfecto a favor de los enemigos del Pueblo.
¿Muere Chávez o lo asesinan?
Realmente la pregunta correcta que deberíamos formularnos sería: ¿Quién o quiénes lo asesina? De seguro, debió ser gente muy cercana a él, de su confianza, o por lo menos obligado él a confiar. ¿El
objetivo?: hacerse del poder político del 5to país mayor productor de
petróleo del mundo, y la 1ª reserva mundial de hidrocarburos del
planeta. ¡Casi nada!
Las pistas están entre los que se sientan ante esa
“Mesa de Dialogo” y entre quienes conforman la “Comisión de La Verdad”,
entre las mafias que se reparten los cargos estratégicos del alto
gobierno y de la Fuerza Armada, y sobre todo entre quienes dictan sus
“asesorías” en materia económica, contrarias a la visión revolucionaria y
popular del Comandante, y quienes aplican las últimas antipopulares
medidas políticas a favor de nuestros enemigos de clase, como lo es la
burguesía.
Ellos, los asesinos de Chávez, son los mismos
autores del asesinato de los cientos de líderes populares
revolucionarios que han sido ejecutados selectivamente en los 15 años de
Gobierno Bolivariano, y ahora lo hacen amparados en este gobierno
madurista –dizque chavista y revolucionario– bajo la tutela de la
impunidad y la sombra de la traición. Son los mismos para
quienes los cuadros morales, éticos, altamente eficiente en la gerencia
pública, y sobre todo leales a los principios revolucionarios son
incómodos y proceden a descalificarlos, etiquetándolos de
“radicales”, “ultrosos”, “políticamente inconvenientes”…y al final
mueren en extrañas circunstancias, como lo hiciesen recientemente con el camarada Eliécer Otaiza.
La Rebeldía Popular debe retomarse.
El movimiento popular debe estar atento ante esta realidad poco
alentadora. El gobierno, que con Chávez fue un aliado en el proceso
revolucionario, impulsado desde más allá del triunfo presidencial en
1998, con Maduro ha virado sus intereses a favor de la burguesía. El “Golpe de Timón” lo ejecutaron hacia la derecha, a espalda del pueblo.
La bandera moral, revolucionaria, popular y antiburguesa ha sido
arriada por el alto gobierno. Nos vendieron para mantener sus
privilegios, su nuevo modo de vida burgués, basado en la corrupción y el
saqueo de las riquezas del pueblo.
Son bastos y poderosos los enemigos del pueblo, y están tanto dentro como fuera del gobierno actual:
Dentro del gobierno, todo aquel que haya adoptado la cultura burguesa
y comparta sus privilegios, aquel que se haya enriquecido a través de
la corrupción, o que haya utilizado sus influencias para beneficiar a la
burguesía en contra de los intereses del pueblo, es simplemente nuestro
enemigo de clase y un traidor al pueblo. En sus opulentos nuevos
estilos de vidas se reconocen. Sólo basta saber de donde vienen y todo
lo que han obtenido robando.
Y nuestros tradicionales enemigos fuera del gobierno
tenemos: Mercenarios extranjeros, sectores de las policías municipales,
del CICPC y del Sebin reclutados por la contrarrevolución; militares
golpistas y corruptos, delincuencia paga, jerarcas de la Iglesia
Católica y sus aparatos de reproducción ideológica (escuelas,
universidades, fundaciones, Conferencia Episcopal y sus partidos como
Copei y Primero Justicia), Las Universidades de derecha, los think
thanks contrarrevolucionarios (entre quienes destacan el Cedice, el
Cipe, la Ned, la Usaid, el Faes español, la Fundación Internacional para
la Libertad, el Instituto Cato y la Fundación Friedrich Neuman, el
ILDIS, el Cendes de la UCV, Grupo La Colina de Teodoro Petkoff y
compañía, entre otros), el aparataje económico burgués (agrupados en
Venamcham, Fedecámaras, Consecomercio, Conindustria, Fedeagro,
Asociación Bancaria), los medios de comunicación que transmiten la
cultura capitalista e imperialista (Venevisión, Globovisión, Televen, y
las cadenas de Radio asociadas, entre otros), las ONGs
contrarrevolucionarias dirigidas y financiadas desde Estados Unidos así
como los grupos de investigación contrarrevolucionarios como los
Mormones y Testigos de Jehová.
Un nuevo y difícil reto se nos presenta: romper el silencio, dejar ese carácter sumiso ante las “directrices” gubernamentales, y retomar nuestro carácter beligerante, rebelde, radicalmente revolucionario y popular.
Para ello tenemos que reunificar a todo el pueblo, a través de la unidad
de los elementos políticos, ideológicos, económicos, sociales, morales,
militares y culturales de carácter verdaderamente Revolucionarios
y prepararnos para la lucha, que es eminente y necesaria, en todos los
ámbitos: político, económico y militar. Esto si de verdad estamos
convencidos en seguir el legado de Guaicaipuro y nuestros hermanos
indígenas en Resistencia, de Bolívar y nuestros Libertadores, y de
Chávez en la construcción del Poder Popular.
¿Cómo hacerlo? A través de la articulación organizativa, de la formación de cuadros revolucionarios, de la divulgación masiva de los valores revolucionarios; creando unidades económicas autónomas para la generación de recursos y el autoabastecimiento, y llegando a lograr un verdadero ejercito popular en armas que este en capacidad e afrontar una guerra de baja intensidad y no convencional en defensa de nuestra soberanía.
Es simple: todo aquello que beneficie a la burguesía, nos
perjudicará al pueblo. Y lo que nos beneficie a nosotros, el pueblo,
les perjudicará a ellos, la burguesía.
En Defensa del Pueblo y de Nuestro Proceso Bolivariano.
Con Bolívar y Chávez, decimos ¡a la carga!
Desde Venezuela, Tierra de Libertadores, a 522 años del
inicio de la Resistencia antiimperialista en América, y a 204 años del
inicio de Nuestra Independencia,
Coordinadora Simón Bolívar
Revolucionaria, Solidaria, Internacionalista, Indigenista, Popular y Socialista.
Agradecidos estarán todos aquellos a quienes ustedes se sirvan de
compartir esta información en función de fortalecer la moral, la ética y
el espíritu de la lucha revolucionaria, en nuestro afán de justicia
social, libertad e independencia a favor de todos los Pueblos del Mundo