..En
la noche del 5 de Noviembre de 1988, tras una fuerte explosión cercana a
una torre de energía eléctrica en el cerro Ñielol de Temuco, se
encuentran los cadáveres mutilados de Araceli Romo y Pablo Vergara,
militantes del MIR. La prensa difunde que murieron al
colocar una bomba. Los grupos de Derechos Humanos evidenciaron
numerosas incoherencias en la versión oficial: Las piernas de Araceli
no mostraban lesiones de bomba pero desde la cintura para arriba no
quedaba nada del cuerpo, lo cual es imposible suponiendo que el
artefacto explotara mientras ella estaba agachada manipulándolo;
Araceli vestía zapatos de tacón, impropios para una misión así; las
cédulas de identidad estaban intactas pese a que los cuerpos estaban
destrozados; los estopines eléctricos y detonadores encontrados no
servían para ese tipo de acción; y se usó TNT del que
sólo disponía el ejército.