
Al medio día, en el portal electrónico EMOL (sigla críptica que abarca todas las publicaciones y otros negocios del todavía impune Agustín Edwards Eastman), destacaba, en primer lugar, Moreno y elecciones en Venezuela: Fueron un "ejercicio democrático impecable". Se agradece este reconocimiento de la verdad –al ministro de Miguel Juan Sebastián Piñera Echenique
y al editor–; pero, eso no implica olvidar las descalificaciones
gubernamentales y las tan persistentes como sucias mentiras,
provocaciones e insultos contra el absolutamente legítimo proceso
bolivariano, clásicas campañas imperiales, con el incondicional apoyo de
burguesías nacionales, en las que el cínico El Mercurio ofició
como muy aplicado guaripola, aunque gran parte de los deshonestos
ataques fueron engendrados en España. También, televisiones ‘chilenas’
participaron activamente en el venenoso cerco mediático, divulgando
supuestos riesgos de graves enfrentamientos y poniendo en causa hasta la
validez del sistema electoral, con destaque para CNN y 24 Horas, de TVN, el canal de todos nosotros (¡!). Y esas odiosas ofensivas no se limitaron al ‘periodismo’: en el programa Estado nacional, del último domingo, una opinóloga
de la Concertación afirmó que el gobierno chavista controlaba la
comunicación social, siendo que su gran mayoría pertenece a la derecha y
cuando se encontraban en suelo venezolano cerca de diez mil
corresponsales extranjeros. Sin embargo, esa falsedad es insignificante
comparada con lo escrito, en Twitter, por el precandidato Andrés Velasco: “Hoy Venezuela vota para recuperar su democracia, tal como lo hicimos en Chile el 88. La mejor suerte a Capriles y su equipo”, sólo superado por el infame racista UDI Gonzalo Arenas Hodar
–siempre, cobardemente amparado por el fuero parlamentario–. quien, en
esa misma ciber red vomitó, furioso con el contundente y masivo triunfo
popular –habiendo atingido la votación 80,9% de los electores habilitados, incluyendo residentes en el exterior– de la República Bolivariana de Venezuela, reeligiendo a su líder, el Presidente Hugo Chávez Frías: "Y GANO EL SIMIO!!!!!!!", "Ahora en venezuela Banana gratis para todos los seguidores del SIMIO!!!!!".
Aunque los fracasados escribas, locutores, comentaristas, precandidatos
y soeces rufianes se enojen aún más, debo rectificar los números de la
imagen superior: con el 97,65% de las actas procesadas, Chávez suma 8,06
millones de votos (55,14%) y Capriles 6,46 millones (44,24%).
Los
cinco archivos adjuntos detallan aspectos de las reaccionarias campañas
mediáticas, implementadas por inmorales especialistas contra los dignos
venezolanos.
Para
la eventualidad de que deseasen contactarme, no repliquen por Google,
porque me ha estado bloqueando la lectura de numerosos e-mails que recibo; por favor, diríjanse a siemprepelusa@hotmail.com
Favoritismo
al candidato de oposición marca la pauta de algunos medios internacionales
Medios colombianos y chilenos crean matrices
negativas sobre elecciones en Venezuela
Albatv/MCZ - 7 de octubre de 2012
La
generación de matrices comunicacionales a favor del candidato de la
ultraderecha venezolana, Henrique Capriles, es liderada por los medios
internacionales colombianos y la señal internacional del canal público chileno 24 horas. A horas del cierre del proceso electoral,
cuestionan el proceso comicial y dan favoritismo sobre el candidato opositor.
Los
canales de televisión colombianos RCN
y NTN24 han desatado una campaña a
favor del candidato de la oposición venezolana, a la vez que intentan
desacreditar el proceso electoral en curso, cuestionando el que ha sido
calificado por diversos sectores internacionales –el Centro Carter, por ejemplo– como el sistema electoral más
moderno del mundo.
RCN realiza un operativo en Venezuela,
donde cuenta con un equipo especial enviado a Caracas, que se ha centrado en
cubrir al sector opositor y a los adeptos a Capriles, en tanto presentan al
país caribeño como una nación azotada por la delincuencia y la falta de
libertades para los ciudadanos. Todas estas afirmaciones se realizan a través
de entrevistados que son identificados con la oposición venezolana; además, las
notas de prensa se centran en los testimonios de personas de la misma corriente
política. En tanto, el canal internacional de TVN Chile, 24 Horas, ha enviado
reporteros a Caracas y establecido una programación especial, en la que
cuestionan la validez del sistema electoral, apelando a una cierta
vulnerabilidad de este.
En la
misma línea editorial se han presentado las coberturas de medios como TVE (Televisión española), CNN en ‘español’ e inglés,
BBC (Reino Unido), entre otros; todos estos medios califican a
Venezuela en una etapa crucial, que pudiese derivar en un cambio, que
favorecería al candidato opositor.
Más de
diez mil son los reporteros internacionales acreditados para dar cobertura a
estas elecciones presidenciales, la mayoría ubicados en la capital, Caracas,
los que cuentan con un centro de prensa en las cercanías del Consejo Nacional Electoral (CNE), y pueden cubrir las pautas gubernamentales, como las de la
oposición.
Los
resultados de estas elecciones serán entregados por el ente rector, del CNE,
una vez se cierren las mesas de votación en el país y se realice la
totalización. Se estima el primer boletín se entregue pasado las nueve de la
noche.
La
presidenta del Consejo Nacional Electoral
pide, a la ciudadanía y a los medios de comunicación, esperar los resultados
oficiales, hacer caso omiso de los sondeos y encuestas a boca de urna.
Moreno y elecciones en Venezuela: Fueron un "ejercicio democrático impecable"
En Brasil, el
canciller destacó que los comicios desarrollados ayer suponen "un paso más" en la senda
democrática de América Latina.
EFE/EMOL - 8 de Octubre de 2012, 12:19
RÍO DE JANIERO.- El
canciller Alfredo Moreno y su par brasileño, Antonio
Patriota, valoraron este lunes el proceso eleccionario en el que fue reelecto el Presidente
venezolano, Hugo Chávez, y destacaron el "impecable ejercicio democrático",
tras las elecciones.
El ministro de Relaciones Exteriores de Chile
manifestó que las elecciones venezolanas fueron un "ejercicio democrático impecable", que suponen "un paso más" en la senda
democrática de América Latina.
"La
mayoría de los países tenemos una situación democrática que se sustenta hace
bastante tiempo y que difiere tanto de lo que pasaba hace algunas décadas en
nuestro continente. Creo que esto es un paso más en avanzar en la democracia,
es el mejor sistema que se ha inventado para dirigir los países", afirmó
el titular de la Cancillería.
En tanto, su par de Brasil, indicó que los comicios fueron un "momento de celebración de la democracia" y elogió la tranquilidad y libertad del proceso electoral, a pesar de lamentar que ocurrieron "episodios de violencia localizados".
"Lo
importante fue la lisura del proceso y el hecho de que hubo reconocimiento, sin
cualquier cuestionamiento", sostuvo Patriota junto al canciller
chileno, que está de visita en Brasil, en alusión a la forma en la que Henrique
Capriles, candidato opositor, aceptó su derrota en las urnas.
El canciller brasileño reveló que telefoneó a
su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, la noche del domingo, para felicitarle
por el resultado.
Ambas declaraciones
se dieron tras inaugurar un seminario sobre las relaciones entre Brasil y
Chile, que se celebra hoy en Río de Janeiro.
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Félix Povedano
Mínguez
Diario REDigital – 7 de octubre de 2012
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La oposición venezolana, grupos mediáticos y
sectores políticos de la derecha internacional han apostado todo por el
candidato Henrique Capriles, quien aspira a truncar el proyecto bolivariano
del presidente Hugo Chávez. A estas alturas, resultan ya bien conocidas las
prácticas desinformativas de los grandes medios de comunicación sobre los
gobiernos progresistas de Latinoamérica, en especial sobre el de la Venezuela,
del presidente Hugo Chávez, quien ostenta el peculiar honor de haber recibido
en los últimos tiempos críticas más furibundas que la propia Cuba, histórica
damnificada en la guerra mediática contra los pueblos no alineados con la
política imperial de EE.UU.
Pese a
esta conocida realidad de ataques continuos hacia toda experiencia
progresista en América del Sur, no deja de ser sorprendente la virulencia
empleada por los medios españoles en las últimas semanas, con motivo de las
elecciones presidenciales que se celebran mañana en Venezuela y que
establecerán bien la continuidad del proyecto bolivariano del actual
presidente, bien el proyecto de involución que encarna el joven aspirante
Henrique Capriles, revestido con un social-liberalismo similar al de Lula y
líder de una oposición por primera vez unificada y que, también de forma
inédita, tiene unas expectativas moderadamente halagüeñas, aunque siempre
bastante por debajo de Chávez, según la mayoría de las encuestas.
El
comportamiento agresivo de los medios informativos con los gobiernos
progresistas de América Latina obedece a una razón bastante obvia –pero que
por su trascendencia merece la pena señalar con perseverancia– y es la propia
estructura desde la que se ejerce el periodismo en la mayoría de los casos.
Los principales medios de comunicación, no se olvide, forman parte de grandes
conglomerados empresariales que, con sus accionistas, anunciantes,
inversores, negocios propios y cruzados y alianzas estratégicas con el poder
político, elaboran la información de una manera extraordinariamente sesgada y
condicionada.
El
abanico de medios que afrontan la realidad de América Latina –en general– y
la de la Venezuela en particular, como una guerra de propaganda es amplísimo.
En España, el ejemplo paradigmático es el diario El País, quizás porque, en su caso, la desproporción en los
ataques proviene de un medio supuestamente más progresista que los demás. El
editorial que el periódico de PRISA dedica hoy a las elecciones
presidenciales de Venezuela supone una buena muestra de la trayectoria del
diario en su cobertura del país suramericano. “Régimen autocrático”, “caudillo”
o “perversión de la democracia” son
algunos de los términos en los que El
País se refiere al presidente Chávez, calificativos nunca empleados para
regímenes que violan los derechos humanos de forma flagrante (Colombia u Honduras, por poner algún ejemplo de
la zona) pero que no entran en
contradicción con los intereses empresariales de PRISA. Venezuela, sí; ahí
radica buena parte del problema, y es que las inversiones cruzadas de PRISA
con el grupo mediático Cisneros –bandera de la derecha opositora venezolana–
condicionan de manera clara el posicionamiento político del diario español
respecto a la realidad de América Latina.
Si se
hace uso de hemeroteca, pueden encontrarse, en la mayoría de los medios,
manipulaciones elevadas al esperpento, como la que desvela el periodista
Pascual Serrano en su libro Desinformación,
cuando muestra una foto cortada en la web
de CNN en ‘español’, en la que se ve una fila larga de ciudadanos que, según
el pie de foto, esperan para firmar contra el presidente Chávez. Ampliada la
foto, se descubre que –en realidad– se trata de un mercado estatal
subvencionado, donde los militares reparten pollos envasados.
Otros
asuntos, aparentemente inofensivos, como la creación de un nuevo partido por
parte del presidente y demás fuerzas progresistas, pueden ser traducidos por
algunos medios de comunicación como la creación de “un partido único”, que busca lograr un “control absoluto” (EFE, 16 diciembre de 2006). De la misma
manera, la reforma de la Constitución, para que los presidentes pueden ser
reelegidos tantas veces quieran, como sucede en España, puede dar lugar a
titulares como este: “Chávez intentará
reformar la constitución venezolana para ser presidente vitalicio de la República
y para que su partido sea el único del país” (Web de Antena 3 TV, 3 de
diciembre de 2006).
No obstante,
como se ha comentado ya, la bandera del antichavismo en España la porta el
diario El País. El acoso mediático
que el periódico generalista de PRISA está mostrando en esta campaña –con una
crítica feroz a Chávez y un apoyo absoluto a Capriles– no es sino la
continuación de una larga trayectoria que, posiblemente, tuvo su punto álgido
en el editorial que realizó el periódico para justificar el golpe de Estado
contra Chávez, perpetrado en 2002.
Estos
fragmentos muestran la esencia del artículo: “La situación había alcanzado tal grado de deterioro que este
caudillo errático ha recibido un empujón… Autócrata peligroso para su país y
el resto del mundo…Sería bueno que Chávez y algunos de sus colaboradores
detenidos rindieran cuentas de sus desmanes autoritarios y corruptos ante los
tribunales de su propio país”.
Otro
asunto controvertido en esta cadena de tergiversaciones informativas fue la
negativa de la Comisión Nacional de
Telecomunicaciones a renovar la licencia de la cadena de televisión
privada Radio Caracas Televisión (RCTV). Los medios
españoles difundieron la idea de que se había cerrado un canal televisivo,
pese a que RCTV podía seguir emitiendo por cable o satélite, sin ningún tipo
de problemas. “Chávez cierra el canal
privado RTVC en medio de violentas protestas”, escribía El País el 28 de mayo de 2007. En la
misma línea se mostraron otros medios, como Telecinco (“La oposición a Chávez protesta contra el
cierre de la televisión RCTV”, 19 de mayo de
2007), o El Mundo (“La cadena privada RCTV, clausurada por el
Gobierno de Chávez, refuerza su seguridad ante el temor de que se produzca un
atentado”, 27 de mayo de 2007).
Por otra
parte, las acusaciones de fraude electoral que se realizan desde algunos
medios venezolanos y personalidades políticas son, también, una constante que
adquiere mayor fuerza en época de comicios. Sin embargo, instituciones como
la Unión Europea, la OEA, o el Centro
Carter, que desde 2006 participan en las elecciones venezolanas como
acompañantes, siempre han desestimado esas acusaciones, lo cual no parece ser
suficiente para algunos sectores de la derecha política y mediática.
Con un
breve repaso como este al tratamiento informativo de los asuntos de Venezuela
en los últimos años, puede comprenderse algo mejor la campaña desplegada en
las últimas semanas por la mayoría de los medios. En esta ocasión, la tónica
ha sido fomentar la idea de que el candidato Henrique Capriles ha conseguido
robar el espacio público a Chávez, pese a que él goza de una supuesta
superioridad absoluta en recursos y difusión mediática, una afirmación
insostenible en un país donde la gran mayoría de los medios son privados y
controlados por la oposición.
Sobre el
seguimiento masivo que Capriles tiene en la calle, escribía hace unos días El País, que con su rigurosidad
periodística pudo, incluso, comprobar que, en los mítines de la oposición, “la actitud de la gente no era de
revancha, sino de quien tiene la convicción de que hay otra forma de gobernar
el país con eficacia y, sobre todo, sin arbitrariedades, sin autoritarismo,
sin payasadas”.
Así las
cosas, el panorama político de Venezuela se presenta complicado, a tenor de
la experiencia, que nos remite a antiguas acusaciones de fraude, injerencias
políticas de gobiernos hostiles al bolivariano, grupos de presión de todo
tipo y coberturas mediáticas con un alto grado de agresividad hacia cualquier
programa político con carácter social que apunte a una mayor soberanía de
América Latina. La previsible victoria de Hugo Chávez en estas elecciones
acentuará, con probabilidad, el radicalismo de buena parte de la oposición y
grupos afines.
Fuente: Tercera Información
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Venezuela da
triunfo a Chávez y desmiente a canales y diarios chilenos
Patricio López
Radio Universidad
de Chile – 8 de octubre
de 2012

Se acabó
el ruido. El presidente triunfó irreversiblemente y la ventaja es de diez
puntos, tal como podía preverse de las encuestas más serias y como fue
anticipado por Radio Universidad de Chile. El 7 – O, que convirtió a Venezuela
en la capital política del mundo, sentenció un resultado crucial para el cuadro
político del continente y terminó con las inexplicables ilusiones levantadas
por los medios nacionales en torno a la candidatura de Henrique Capriles.
Un poco antes de la medianoche del domingo,
los rectores del Consejo Nacional
Electoral (CNE) anunciaron
el resultado con el 90 por ciento de los votos escrutados y con el 80.94 por
ciento de participación (13
millones 677 mil votos válidos), lo que representa un nuevo récord de
participación. Los resultados, definitivos respecto al ganador, indican que el
presidente Hugo Chávez triunfó con el 54.42 por ciento (7.444.082 votos), mientras
Henrique Capriles obtuvo 44,97 por ciento (6.150.544 votos).
La jornada electoral que precedió la victoria
de Hugo Chávez fue tranquila y madrugadora. Según informaron los observadores
chilenos de la elección, ya en las primeras horas de este domingo e, incluso,
desde el sábado en la noche, los venezolanos hacían fila frente a los locales
de votación, cumpliendo con el llamado de los candidatos y, especialmente, del
Mandatario, de concurrir a sufragar temprano, para favorecer una entrega
anticipada de los resultados. Esta muchedumbre electoral fue resguardada por
miles de efectivos de seguridad, quizás por la comprensión del Gobierno de que
cualquier incidente iba a ser mucho más usado en su contra que de la oposición.
Pero no sólo los venezolanos se volcaron. La
expectación internacional que produjeron estas elecciones se tradujo en la
presencia de miles de observadores y de 10 mil periodistas, de todas las
regiones del mundo y sensibilidades políticas, cifra que, para hacerse una
idea, equivale a los profesionales de los medios de comunicación acreditados en
los últimos Juegos Olímpicos de Londres. Esta masiva presencia hace de estas
elecciones una de las más fiscalizadas del planeta, en un país donde los 15
comicios realizados en los últimos 13 años han pasado la prueba de la blancura
de la observación externa, lo cual, cabe agregar, desmiente las recurrentes
afirmaciones de los canales y diarios chilenos. En tal sentido, llamó la
atención el desatado apoyo a Henrique Capriles de los enviados especiales a
Caracas y, especialmente de la señal internacional de TVN, que tiene presencia
en varios países del continente.
Nuestros medios estuvieron a la vanguardia del
antichavismo; pero, no fueron los únicos. Durante estos meses, pero
especialmente en las últimas semanas, los grandes consorcios de comunicación en
castellano se esmeraron en sostener una victoria del candidato opositor, que no
se fundamentaba en las encuestas serias, pero que sirvió para subrayar lo que
estaba en juego. Con Chávez, desde su llegada al poder en 1998, se instaló por
primera vez en el continente un gobierno que desoyó el en ese instante sagrado
Consenso de Washington, del FMI y del Banco Mundial. Los alumnos obedientes
sobraban y ninguno terminó bien: Carlos Menem en Argentina, Alberto Fujimori en
Perú o Gonzalo Sánchez de Losada en Bolivia, quien increíblemente hablaba
dificultosamente el castellano, por siempre haber vivido en Estados Unidos.
Después de él, y bajo su influjo, vinieron
Kirchner y Cristina Fernández en Argentina, Tabaré Vázquez y Pepe Mujica en
Uruguay, Evo Morales en Bolivia y Rafael Correa en Ecuador. Todos los aún
vivos, en los días previos, explicaron el carácter decisivo y continental de la
encrucijada de Chávez. Esta convicción no sólo se refería a la política
latinoamericanista de Venezuela, que se ha traducido en alianzas y apoyos
concretos a sus vecinos, sino en la creación de una institucionalidad regional
que, en la práctica, ha construido un contrapeso que antes no existía a la injerencia
estadounidense en esta parte del mundo. De esta victoria, por ejemplo,
dependían, en buena medida, intentos como el Alba, respuesta al ALCA (Acuerdo de Libre Comercio para las Américas)
estadounidense: y el CELAC, creado en 2010 y que incluye a todos los países de
la región salvo Estados Unidos y Canadá, el cual es presidido, pro tempore, por el mandatario chileno,
Sebastián Piñera.
En nuestro país, también, las elecciones se
vivieron con intensidad y posturas sorpresivas. Entre las ya previsibles,
resaltó la de los diputados José Manuel Edwards (RN) y Mónica Zalaquett (UDI), quienes concurrieron a apoyar a los
venezolanos que votaban en Chile, a pesar de que ellos y sus partidos se han
opuesto tenazmente al derecho a voto de los chilenos en el extranjero. Y la del
precandidato de la Concertación, Andrés Velasco, quien afirmó, en su cuenta de Twitter, que “hoy Venezuela vota para recuperar su democracia, tal como lo hicimos
en Chile el 88. La mejor suerte a Capriles y su equipo”.
Luego de conocido el triunfo, el presidente
Chávez debe enfrentar dificultades significativas, de la talla del cáncer que
lo ha aquejado. Primero, en lo más concreto y próximo, deberá lograr una
victoria consistente en las elecciones parlamentarias de diciembre, para que su
programa sea aplicado con la profundidad prometida. Segundo, tendrá que hacerse
cargo del ‘talón de Aquiles’ de su gobierno, que no ha logrado zafarse del
todo, especialmente en el nivel local, de las prácticas de clientelismo y
corrupción que caracterizaron las desprestigiadas décadas pasadas del duopolio
político de COPEI y Acción Democrática. Tercero, deberá proponerse un nuevo
salto luego de bregar por la soberanía sobre el petróleo, saliendo del modelo
exportador primario hacia uno con mayor valor agregado. Y, por último, deberá
lograr que su revolución bolivariana sea, como él ha dicho, una realidad
irreversible, en un país donde, más allá de las quejas, los terratenientes han
sobrevivido a la Reforma Agraria, el 80 por ciento de la Banca es privada y un
85 por ciento de los medios de comunicación están en manos de la oposición.
Nada fácil, en apenas seis años.