Una
serie de conflictos se han producido en estos días y, como es
costumbre, han pasado casi desapercibidos por los medios de
comunicación.
En
los medios afines al sistema, que son la inmensa mayoría y por donde se
destila el discurso del capital, solo algunas líneas inteligentemente
distribuidas para que pasen inadvertidas, dan cuenta de algún problema.
Lo demás?, farándula, realitys de todo tipo y futbol que esta volviendo a
ser la droga que embrutece al pueblo. ¿Como es posible que se paguen
millones y millones a algunas personas por correr detrás de una pelota
mientras miles apenas ganan para comer?.
¿Cómo
explicarse que miles hagan lo imposible por asistir a apoyar a sus
enseñas, a las que defienden con pasión inusitada, y no tengan la misma
actitud y disposición para incorporarse a los sindicatos y las juntas de
vecinos para desde allí demandar derechos básicos como locomoción y
vivienda digna y acceso al deporte y la recreación?.
Es
que el sistema es muy astuto, toma la pasión del hincha y lo introduce
en el consumo exacerbado. Mas millones para los ya millonarios dueños de
los clubes.
Los
demás a beber y destruir sin importar si es por la derrota o la
victoria. Por ahí encuentran la vía de escape a su dolor, a la miseria
que los circunda.
Y
se extiende el mal a otras disciplinas, se introducen las drogas para
mejorar el rendimiento y al final se desarrollan cuerpos monstruosos y
los atletas se transforman en victimas de sus propias famas, para que se
enriquezcan los de siempre.
Un
claro ejemplo de lo que comentamos se da con las olimpiadas. Los juegos
olímpicos que suponen la unión de los 5 continentes a través de la
amistad deportiva de sus pueblos, se han transformado en un mega negocio
en donde se ha establecido que solo una empresa vende sus productos en
un espacio determinado (Mac Donald) y los atletas no pueden nombrar otra
bebida que no sea la oficial (Coca Cola).
Se
ha llegado hasta el extremo de impedir la libre exposición de las ideas
y nadie levanta la voz. En Londres estará prohibido vestir prendas que
hagan alusiones políticas o de otro tipo (entre otras no se pueden lucir
prendas con la imagen del Che Guevara).
Millones
y millones de pesos para mover periodistas, despachos en directo, notas
exclusivas y el largo etcétera del capital. Pan y circo para el pueblo.
En este cuadro los conflictos poco importan.
Así trabaja y así trabajará el modelo. No tiene por que sorprendernos.
Lo
que no se puede seguir desconociendo o tratando a la ligera, son las
carencias para responder a esta política del capital. Hasta cuando los
diagnósticos si lo que se requiere con urgencia son soluciones.
¿Que
es lo que falta que ocurra para que de una vez las diferentes
propuestas y proyectos confluyan en uno solo y este sea el canal, la
vía, el medio por el cual se informa la población?.
Voluntad,
disposición al trabajo amplio, sin limitaciones preestablecidas es lo
que se necesita y a cambio nos dan sectarismo, discriminación,
exclusión..
Seguimos
sin noticiarios que digan las cosas que suceden, sin diarios ni
periódicos que orienten y eduquen y para que hablar de las carencias
audiovisuales.
Por
suerte contamos con Punto Final y El Ciudadano, que aunque no dan el
espacio que se requiere para que los trabajadores se eduquen, al menos
colocan temas en debate y no sufren del mal de creerse los únicos que
pueden salvarnos.
Desinformación y
silencio, un coctel adormecedor que se bebe inconcientemente y que anula
toda reacción de parte importante de los afectados.
Por eso estamos como estamos.
Grafiquemos con algunos ejemplos lo anterior.
El mercurio informó el 9
de julio sobre la huelga de los 84 trabajadores de la empresa
periodística del norte (que entre otros edita el mercurio de Antofagasta
y Calama y la estrella de Tocopilla). Nada dice de las demandas ni se
nombra a los representantes de los trabajadores.
El
mismo diario habla el día 13 de una manifestación de trabajadores del
Metro apoyados por los 4 sindicatos, quienes protestaron por los mas de
600 despidos producidos en el último año. Ambas noticias en no mas de
1/16 de pagina.
Un
poco mas de espacio tienen las informaciones sobre las protestas de los
pescadores artesanales. Sin embargo el espacio lo ocupan fotos con
fogatas y la descripción de la protesta. Nada de poner las razones de la
manifestación. Esa no es la labor del Mercurio ni de los demás medios
del sistema.
Pero,
que pasa con tanto medio alternativo que se ha creado?, Salvo la
continuidad de Ecooceanos, el boletín de la Radio del Mar, algunos
compañeros ( no mas de 5) que regularmente están enviando material, y
las informaciones que envía el senador Navarro, no hay NADA.
Así de concreto, así de claro, NADA. Como si los conflictos no fueran visibles, como si no valiera la pena hablar de ellos.
No
hay cobertura en la huelga de Max Huber en Providencia, la movilización
denuncia de los trabajadores de Sastrería Cubillos, los despidos del
Banco Paris, los paros de los viejos de la construcción en Concepción y
Arica.
Los
trabajadores del Hogar de Cristo fueron a huelga en la V Región. La
empresa no tenía para aumentar sueldos a sus trabajadores, pero si tuvo
para trasladar en ambulancias a los adultos mayores y habilitar
instalaciones en Nos y Recoleta donde instalarlos.
Los mismos lugares
donde antes se despidió gente por carecer de recursos.
Afortunadamente la decisión de los trabajadores y el apoyo de sus pares lograron revertir rápidamente esta huelga.
Mención
aparte para la huelga de Konecta, que tuvo cobertura gracias a la
valiente y decidida acción de un grupo de trabajadores que ocuparon una
estación de Metro y lograron suspender el servicio.
Saltan todos los títeres del modelo a repudiar la acción, se presentaron
querellas y se escribió sobre todas las infracciones de estos
trabajadores. Nadie dice algo sobre la desesperación y los sueldos
míseros, nadie expone las deplorables condiciones en que cumplen sus
labores los subcontratados. Ni una sola mención al porque de la huelga.
Nosotros
también tenemos responsabilidad en este silencio, ni siquiera salimos a
refutar, con argumentos que tenemos de sobra, las injustas críticas que
hacen usuarios desinformados a los que solo les interesa llegar a
tiempo a sus trabajos y que parecen ignoran que si se pone en juego
hasta la vida es por que se buscan respuestas y soluciones concretas.
Debiésemos
ser miles los que cortáramos calles, copáramos estaciones del Metro e
impidiéramos todo movimiento en el país y apenas si hablamos de ello.
A esto es a lo que hay que hincarle el diente de una vez.
MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente C.G.T. CHILE