miércoles, 15 de febrero de 2012

LAS ADMINISTRADORAS DE FABULOSAS PÉRDIDAS (AFP), PARA LOS TRABAJADORES Y TRABAJADORAS, OF COURSE. CAPÍTULO II[1].

-Señora Berta, tenga usted muy buenas tardes.  Sírvame una caña de vino tinto, ese que trae directamente desde Guarilihue.
 
-Güendar Iñor Enseñante, ayer se le vio correr como alma que lleva el diablo.  Apenas vio a su señora aparecer en el local, se fue de inmediato.
 
-Es que soy un macabeo en forma, no en formación y lo asumo.  Pero, ahora tenemos tiempo para charlar.  Este vinito esta divino, Señora Berta.
 
-Anoche, con el Viejo, además de contarnos las mismas historias de siempre, conversamos sobre el tema de las AFP y llegamos a la conclusión de que no es un tema común y corriente, que no es algo que las personas sientan como importante, que no es algo cotidiano.  Es como si el futuro no nos importara y sólo el presente lo fuera todo.
 
-Eso sucede en muchos ámbitos.  Incluso, el futuro alimentario, energético, del agua, nos importa bastante poco.  Es como las enfermedades, que cuando dejan de doler nos despreocupamos de ellas.
-Quienes están en contra de los Jutres, tienen que preocuparse del futuro, de contar con un discurso, con posiciones, con propuestas.  Los pobres estamos hartos de hechos, queremos promesas.  Y ¿existen propuestas ante el desastre de las AFP?
 
-Una de ellas, una de las posibles, es un sistema de reparto, donde solidariamente el conjunto de la población activa financia a la población pasiva.  En ese plano, el aumento en la expectativa de vida de la población no tiene la menor relevancia, en la medida, por cierto, de que la economía del país registre tasas de desempleo consideradas normales, vale decir, no mayores que el 6%.
 
-¿Y el pleno empleo?  Dónde quedo esa cuestión.
 
-¡Señora Berta! Usted maneja mucha más información.  Me tiene que dar el dial de la radio comunitaria que escucha.
 
-No es cierto que nosotros, los pobres, los explotados, seamos ignorantes.  Ya se sabe que sabe más un pobre que un científico para sobrevivir.
 
-El pleno empleo tendría que ser parte de una planificación realizada por el conjunto quienes producen con su esfuerzo las riquezas sociales.  Otra forma de los fondos de pensiones, es una fórmula democrática mínima, denominada cotización tripartita, donde el Trabajador, el patrón y el Estado aporten a los fondos de pensiones.
 
-¿Pero seguirían siendo administrados los fondos por los actuales frescosderaja?
-¡De ninguna manera!   Por favor, Señora Berta, sírvame más vinito, que esta conversación es interesante.  Los fondos de pensiones tienen que ser administrados por los Trabajadores, las Trabajadores, a quienes se les aplicaría los conceptos y la práctica de la democracia obrera, es decir, cargos revocables, con dirección colectiva, sueldos acordes y electos en forma directa.
 
-O sea no electos en forma fraudulenta, como se estila en algunas organizaciones actuales, que dizque defienden los intereses de los trabajadores.
 
-Ni más ni menos.
 
-Además, recordemos que durante tres años, trabajadores y campesinos fueron capaces de administrar fundos y fábricas, con participación de sectores de la pequeña burguesía (que ahora le llaman clase media, algo que es inexacto, inexistente).
 
-¡Salud!  Toda la razón, Señora Berta.  Hay quienes buscan en otras latitudes, en otras experiencias, los caminos por los cuales transitar y nuestra Historia, está plagada de enseñanzas que nos debiesen llevar a la victoria.
 
-¡Otra vez se le cayó la sobreideologización!, querido Enseñante.  Aunque coincido en que debemos producir nuestra propia Historia, sin calco ni copia, como nos dice un amigo peruano, sin Vaticanos Ideológicos extranjeros.  Tenemos que tomar lo mejor de las experiencias foráneas, pero tomando en cuenta nuestra realidad.  Pero, nos estamos yendo para otros lados, cosa que es permanente cuando dos o más le dan al arte de la discusión.
-Así es.  Los capitalistas son implacables en la denuncia sobre la ineficiencia del sector público, al que acusan de dilapidar, destruir las riquezas sociales.  Pero, cuando se trata de las pérdidas de los fondos de pensiones de los trabajadores se olvidan de la “destrucción de la riqueza” y según ellos, tan puros y castos, se trata sólo de fluctuaciones de los mercados, producto de los ciclos económicos.  Para los saqueadores, esos fenómenos no afectan la rentabilidad de los fondos, pues ellos se miden a largo plazo.
 
-¡Eso es una cuchufleta!  Los capitalistas introducen ideas totalmente falsas sobre la supuesta existencia de la librecompetencia, el libremercado, las leyes de la oferta y la demanda, los precios de equilibrio.  Lo penoso es que suman legión quienes creen que todas esas cuchufletas existen, que son reales, que operan en la práctica económica.
 
-Suman legión y se encuentran en todas partes.
 
-Por ejemplo, a ningún distribuidor de licores y bebidas le puedo decir: quiero pagar tanto por el pedido…No, no, no, ellos imponen los precios, ellos fijan las tarifas.  Es el monopolio que todo ordena, con leyes bien definidas, que no deja nada, nadita en manos de las supuestas “manos ciegas del mercado”.  Nada está desregulado.
 
-A propósito de ideas oscuras, por ejemplo, las AFP expropian el 13% de los salarios de los trabajadores chilenos.  Y ocupo el concepto expropiación, tan nefasto y negativo supuestamente para la patronal.
-Me hizo recordar, otra vez, esos maravillosos tiempos en donde recuperábamos nuestras preciadas tierras.  Claro que quienes viven soñando mueren al despertar.  Tenemos que reinventarnos y no tenemos que ir a la capital para abrir las grandes alamedas, mire que aquí tenemos alamedas que liberar.  Todos los territorios se tienen que liberar.   Y a todo esto ¿cuándo se crearon las AFP?
 
-En 1981, en pleno proceso de lo que algunos denominan la Refundación Social Capitalista, que era un proceso transicional, en donde se buscaba romper el tejido social construido desde fines del siglo XIX.  Cuando se crearon, los mercados financieros mundiales topaban el fondo del ciclo secular de los años ’70.  Con ello, los fondos mostraban un empuje envidiable y que justificaba su existencia, a los ojos del capitalismo.  Sin embargo, entre 2007 y 2011, los fondos han crecido apenas un 2,98%, lo que arroja un promedio anual de 0,7%.
 
-Y mientras tanto ¿qué sucede con las jubilaciones?
 
-Tomemos un ejemplo, entre millones.  Una doctora que se cambió a las AFP en 1981 y cotizó sin interrupciones, obtiene ahora una pensión de $470.000.- mensuales.  Si hubiese permanecido en el sistema antiguo, obtendría la pensión pública de tope, que es de algo más de un millón de pesos.
-¡A buen entendedor, pocas palabras!  Aquí va otro tintolio, a cuenta de la casa.
-Sigamos.  Dos profesoras que ingresaron al mismo tiempo a laborar y trabajaron toda su vida en el sistema de educación pública, con sueldos parecidos, obtienen hoy pensiones de $823.000.- y $169.000.-, respectivamente: LA PRIMERA DEL SISTEMA PÚBLICO y la segunda de las AFP.
-¡Es una diferencia abismante, Iñor!  Pero, los patrones nos acostumbraron a que ganáramos poco y más encima nos despojan de nuestros ingresos a través de la Salud y la Previsión.
-¡Y las AFP discriminan especialmente a las mujeres!, claro que no tienen ningún asco a la hora de despojarlas de sus cotizaciones.  Quines cotizan por las AFP, son severamente castigados en sus jubilaciones, a diferencia de quienes se mantuvieron en el Instituto de Previsión Social, ex INP.  Repito: de cada $3.- las AFP se quedan con $1.-  y los otros $2.- se lo prestan a sus compinches capitalistas criollos y extranjeros.  Y por si fuera poco, las AFP, cada vez que aumenta el envejecimiento de la población, las AFP bajan automáticamente las pensiones.
 
-¡Y lo peor, según estos desgraciados, es que las mujeres duran más!, como si fuéramos neumáticos.
-Bueno, hasta más ver Señora Berta.
 
COLECTIVO ACCIÓN DIRECTA, ORGANIZACIÓN FEDERADA AL COMANDO POR LOS DERECHOS SOCIALES Y POPULARES (CODESOPO).


[1] Nos hemos apropiado para la confección de este Capítulo I, de aportes de los Compañeros Jorge Lavandero; Manuel Riesco y Jorge Figueroa Zapata.