martes, 24 de enero de 2012

INDEMNIZACIÓN DE MÁS DE 56 MILLONES DE EUROS UNOS 39.200.00.000 DE PESOS

El consejero y Director General de la División América del Banco Santander, Francisco Luzón abandona la institución con una "indemnización" de 56 millones de Euros, algo así como 39.200.000.000 de pesos. Para entender lo que representa esa cantidad descomunal de dinero, habría que decir que con ella se podría pagar un bono a cada uno de los 10 mil trabajadores chilenos de 3.900.000 de pesos, un tercio de lo que esperaban los trabajadores del Banco Santander con ocasión del bicentenario y que les fue negado.

Ayer, el sindicato de Banca de Comisiones Obreras de España señalaba que esto es "socialmente repugnable" es una "auténtica tomadura de pelo para los trabajadores", pues mientras los empresarios les llaman a bajar sus pretensiones, a moderar y recortar beneficios, por otra parte pagan a este señor una suma que permitiría pagar a cada uno de los 120 mil trabajadores de España, el 1,5% del salario medio".

En todo el mundo los trabajadores han sido notificados que se avecina una "crisis económica" y, que por tanto habrá que sacrificarse, eso hay que traducirlo como reducciones en el presupuesto para la salud, educación, vivienda, etc. Además, recortes en materias de previsión y seguridad social en los países de mayor desarrollo industrial, aumento de las edades para pensionarse, etc. Vale decir, una vez más, los empresarios del mundo, nos recuerdan que hay "que apretarse el cinturón". Lo que no dicen, lo que callan concertadamente estos empresarios, es que ellos no se ajustarán el cinturón durante esta crisis y que lejos de disminuir sus beneficios continuaran con el saqueo, que en el caso de los dominadores españoles ya viene repitiéndose por más de 500 años. El ajuste lo deberán pagar los trabajadores españoles y chilenos y por cierto los trabajadores de todo el mundo. Los empresarios, no están dispuestos a perder un solo peso en esta crisis que ellos mismos han generado por la especulación a la que han sometido a todas las economías del mundo, por su avaricia, por su naturaleza.

La conclusión es simple, de estos "señores" no brotará ni una gota de humanidad, pues la han robado toda, se han apropiado de todo lo que no les pertenece. Es tarea de todos los que generan riqueza con su incansable energía humana de decir basta, para ello, es muy sencillo, ponernos de pie y decidirnos a poner fin a esta desigual distribución de la riqueza, en que unos pocos, muy pocos, se llevan toda la parte de la torta en perjuicio de las grandes mayorías.

Ya no resiste más la inteligencia humana que continúe aceptándose la tesis de que la inversión extranjera trae desarrollo y bienestar. En América Latina se ha demostrado lo contrario, cada vez son mayores las cuotas de extracción de riqueza de la que se apodera el capital transnacional en detrimento de la población y de nuestros países.

Este caso, es uno más de cientos de altos ejecutivos del sistema financiero que ya no tiene “pudor”. Es tanto el desprecio hacia las personas que no tienen empacho en que se hagan públicas estas cifras que en otros tiempos habrían desencadenado, posiblemente revueltas de tal magnitud que hasta los regímenes habrían temblado. Pues bien, en varios países del mundo ya se cansaron de tanta injusticia, es bueno quizás, que los chilenos nos cansemos de tanto abuso y salgamos de una vez por todas a parar esta forma cruel e inhumana de relaciones entre capital y trabajo.

Luis Mesina M.