Yo, Eduardo Osses Moreno, 25 años, prisionero político en apoyo a la causa Mapuche, actualmente recluido en la cárcel de la ciudad de Angol, región de la Araucanía, Chile, acusado de Atentado Incendiario, quiero denunciar ante la Opinión pública local, nacional e Internacional, el burdo montaje del cual estoy siendo objeto.
1.- El día lunes 14 de diciembre de 2009, en una audiencia de revisión de medida cautelar realizada en el Tribunal de Garantía de la Ciudad de Collipulli, y en vista a todos los antecedentes que demuestran mi absoluta inocencia recupere mi libertad, después de permanecer 3 meses en prisión Preventiva, acusado de atentar contra dos camiones en el mes de Septiembre del presente año en la ruta 5 sur.
2.- Posteriormente y continuando con la práctica de persecución política judicial y ensañamiento hacia todos los luchadores sociales, el fiscal del Ministerio Publico Miguel Ángel Velásquez, apeló ante la Corte de Apelación de Temuco la resolución de Libertad del Tribunal de Collipulli, la cual fue revocada dictándose inmediatamente una orden de detención la que fue llevada a cabo por Carabineros de Fuerzas Especiales, quienes irrumpieron violentamente en mi domicilio a eso de las 18 hora del día viernes 18 del presente mes donde fui detenido, ingresando nuevamente a la cárcel de Angol alcanzando estar libre solo por 4 días.
3.- Asumo con dignidad y la frente en alto la Prisión Política, teniendo en cuenta que soy una persona absolutamente inocente de todos los cargo por el cual estoy procesado, amigo y simpatizante de la hermosa y justa lucha del Pueblo Mapuche, pueblo que históricamente ha tenido que soportar las mas grandes atrocidades cometida por la Corona Española y posteriormente por el Estado Chileno, por esta razón digo que no se me persigue por cometer este hecho si no mas bien por la idea y pensamiento.
Por lo tanto señalo y denuncio que estoy siendo víctima de un burdo montaje, esto porque el día de los hecho yo me encontraba en un lugar distinto a donde se produjeron los incidentes, compartiendo con otros amigo en un bar en la ciudad de Ercilla, regresando a mi hogar alrededor de las 4 de la madrugada, después de unos 10 minutos, un fuerte contingente policial rodeo mi domicilio y bajo mentiras fui sacado de mi hogar y conducido a la comisaría de Ercilla que se encuentra distante a unos 100 metros de mi casa, y sin saber que estaba ocurriendo preguntaba a los carabinero, pero ellos respondían a que solo se trata de un control de identidad, pasados unos minutos y estando en dicha comisaría de pronto llego un carabinero con 3 pañoletas de propiedad de mi pareja, una parca, dos panfleto de una actividad cultural realizado en la ciudad de Santiago semanas antes, dos pinturas en genero, pertenencias que los carabineros mencionaron que eran suficiente para involucrarme en este hecho.
Después de una hora y estando yo en calidad de detenido, se produjo otro allanamiento a mi domicilio esta vez para sacar unas herramientas como alicates de propiedad de mi padre, salieron al patio y con la herramienta cortaron alambres a los alrededores y las fotografiaron. Según consta en la carpeta de investigación y declaraciones de carabineros por este lugar habría ingresado a mi casa corriendo para esconderme, con todas estas pertenencias y supuestas diligencia realizadas el fiscal pretende demostrar la supuesta participación en estos hecho.
4.- Como se puede apreciar estamos ante un nuevo montaje judicial, preparado por las policías chilenas, con el objetivo de atribuir culpabilidad a cualquier luchador social, demostrando ante la opinión pública resultados eficaces y agilidad en sus investigaciones y así demostrar que ellos están cumpliendo con su labor de dar resultado en sus investigaciones y seguridad Nacional. La Justicia que se practica en la Novena región y especialmente al tema del conflicto Mapuche, el ministerio Publico no busca a los verdaderos responsables, más bien busca a un responsable para cada hecho, razón por la cual Rechazo categóricamente este nuevo encarcelamiento, por que soy completamente inocente de todos lo que se me imputa.
Finalmente hago un amplio llamado a todas las agrupaciones de Derechos Humanos, colectivos, hogares estudiantiles, estudiantes, organizaciones sociales, organizaciones y comunidades mapuche a denunciar los montajes que elabora el Estados Chilenos, para buscar condenar a muchos luchadores sociales que solo buscamos un mundo más justo y donde se respeten los derechos humanos y podamos vivir dignamente.
LIBERTAD A TODOS LO PRISIONEROS POLITICO MAPUCHE Y NO MAPUCHE
BASTA DE ATROPELLOS
Eduardo Oses Moreno - Prisionero Político
Cárcel de Angol - 21 de diciembre de 2009
UNA PEQUEÑA REFLEXIÓN SOBRE LA LUCHA ANTICARCELARIA
En el contexto actual, los golpes represivos de la bestia capitalista han ido generando el secuestro legal de muchxs de nuestrxs compañerxs.
La agudización de la guerra social y la insumisión a toda forma de poder, hacen preveer nuevas detenciones, largas condenas y años de encierro para nuestrxs compañerxs de lucha.
Esto es una proyección realista, la consecuencia lógica al oponerse con la vida toda a los dictámenes de los poderosos.
Por ello es que se vuelve urgente la construcción de un puente con una historia de lucha librada aquí hace algunos años atrás: la cárcel combativa, la incanzable y permanente batalla contra el mandato carcelario.
La guerra declarada a la prisión y a quienes la ejecutan y le dan vida, es decir, los gendarmes, fue un proceso largo, duro y sangriento, protagonizado por los prisioneros politicos de principios de los años ’90 (cuya tradición de lucha se arrastra desde la dictadura), específicamente las organizaciones FPMR y Mapu-Lautaro.
Hay muchas lecciones que sacar del pasado y no nos referimos aquí a un “pasado” perdido en el espacio, empolvado en los libros de anécdotas añejas, no…
Son pocos los años que nos separan desde el día en que el último de aquellos compañeros logró salir de la cárcel, de hecho muchas de las autoridades carcelarias son las mismas, continúan aún hoy recibiendo un salario por robar libertades ajenas.
Entonces, cuando el enemigo se muestra claro y continuo, la lucha no debe decaer, muy por el contrario, debe avanzar a paso firme por la destrucción de todo lo que nos quiere transformar en esclavos.
Esta es una cualidad importante de nuestra guerra, porque batallamos por la aniquilación de toda forma de poder, abocadxs a destruir todo germen de autoridad.
Nuestros intereses desbordan las reivindicaciones por las condiciones específicas que deben vivir lxs prisionerxs en el encierro, aún cuando no las ignora ni las relega a un segundo plano. Las supera porque apunta a destruir aquello que las genera: el poder.
La cotidianeidad que deben enfrentar nuestrxs hermanxs en las prisiones no debe ser un tema ignorado, la solidaridad va enmarcada en atender sus necesidades, pero no puede terminar allí, pues una solidaridad insurrecta y antiautoritaria se expande y multiplica con cada gesto de propaganda y ataque (que aún siendo lo mismo, merecen ser recalcados).
Aprender como nutrirse de las experiencias pasadas es un paso vital para no enfrentar la lucha con falencias, tanto morales como estratégicas.
Nuestro llamado es claro, reconstruir nuestra propia historia, por nosotrxs mismxs y con nuestros medios, colectivizarla y enfrentar estos duros momentos con la cabeza erguida del guerrero que se prepara para el ataque. “Siempre dignos en el combate”, asumiendo que la prisión no es el fin del camino, al contrario, es un terreno más donde luchar.
El como enfrentemos una posible etapa carcelaria ira encendiendo (o apagando) corazones “afuera” y evidenciará la coherencia y veracidad de nuestras posiciones discursivas en torno a la guerra social, ni inocentes ni culpables… sus enemigos declarados.
Con todo el aparataje que despliegan para simples allanamientos, evidencian sin dudas como se preparan para la guerra, nuestros enemigos ven el conflicto con claridad, es momento de actuar!
Hermanxs, compañerxs, ánimo, fuerza y convicción.
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SOMERA VISIÓN DE LA CÁRCEL, EN LA SEMANA INTERNACIONAL
El control sobre los cuerpos en prisión es una situación que en lo particular sobrepasa la tolerancia cotidiana. Como reos asistimos diariamente a la anulación constante de las naturales características que significan reconocernos como seres humanos únicos e irrepetibles. Así, los limites no son solo estructurales , sino que la constante vigilancia en estos reducidos espacios terminan perneando las subjetividades mecanizando molestas posturas que reflejan la sumisión que exije el carcelero. Aquí cada paso se transforma en un referente del comportamiento del otro (Manos atrás frente al vigilante, aceptación de los horarios, lenguaje, cortes, largo de cabellos y vellos, inspección rutinaria de cada sitio incluido aquellos en que te sientes haciendo un strepteese). Nada pertenece al ámbito de lo privado y todo es propiedad del vigilante de turno. Este exije rendimiento y se complace con la humillación, con la diligencia, atención y lealtad. Tener disposiciones contrapuestas equivale al anuncio del castigo al pensamiento autónomo. Saber sustraerse determina la consagración a la cordura de la cual cada cual toma o deja dependiendo de sus intereses. Intereses que generalmente sacrifican el interés colectivo. Difícil es encontrar compatibilidad de criterios cuando permanentemente la locura del castigo (que es la cárcel misma) se sobrepasa con amenazas de mas penas.
Aquí resignarse no es una cobardía.
Vivir automáticamente sin que la voluntad precediera cada acto es parte de la normalidad que debemos soportar.
Ocultos, sin ser engranajes productivos de la sociedad, sino por el contrario ser la espectacular relación entre lo permitido y lo prohibido y por ende, de la marginalización en tumbas de hormigón de lo divergente e inasimilable, nos obliga a inutilizar nuestras capacidades y virtudes.
Somos el claro avance de la omnipotencia sobre la humanidad que anuncia el crepúsculo de las individualidades, o mas bien el advenimiento del termino de las singularidades y la autodeterminación.
El patrón impide la desobediencia y el libre actuar en una prisión mas amplia y mal etiquetada como sociedad. El carcelero, por otra parte como regente de sus muros, homologa la figura de su mandante.
Como prisioneros continuamos con esa diferencia que se tradujo maquinalmente en eliminación: No tributamos sus insaciables riquezas. No obstante, sus políticas de reinserción apuntan hacia la inclusión y son estas mismas luego requisito para sus piedades.
Salir pronto se transforma en fin para muchos; y la viveza en sus más extensos sentidos toma estas herramientas y las degenera transmutando los propósitos para conseguir una bizarra libertad que es luego transgresora de leyes y propiedad.
El castigo seguira siendo instrumento absurdo de los canallas siempre que la indigencia sea el futuro esplendor que vislumbran sus horizontes. Las cárceles aumentaran sus números y la cantidad de presos también.
Despabilar el entendimiento de que la levedad de las respuestas y confrontaciones solo hacen crecer la soberbia y ostentación de sus privilegios, reclama esfuerzos espontáneos que incrementen la guerra antisocial y su intranquilidad
PAZ, PARA ELLOS, ¡JAMAS!!
AXEL OSORIO
-C.A.S- SANTIAGO DE CHILE, DICIEMBRE