Nacido en Ñuble, en una familia campesina, desde joven trabajó en el campo y se acercó a la música gracias a su madre. Tras la muerte de ella, ingresó al seminario buscando refugio espiritual, pero abandonó la vida religiosa al poco tiempo. Cumplió con el servicio militar y luego se dedicó al arte.
Estudió teatro en la Universidad de Chile, participó en diversas obras y dirigió montajes premiados. En paralelo, desarrolló su carrera musical, influenciado por Violeta Parra y comprometido con causas sociales. Compuso canciones emblemáticas como "Plegaria a un labrador" y "El derecho de vivir en paz", criticando injusticias y apoyando el gobierno de Salvador Allende.
Tras el golpe militar del 11 de septiembre de 1973, Jara fue detenido en la Universidad Técnica del Estado y llevado al Estadio Chile. Allí fue brutalmente torturado y asesinado el 16 de septiembre, con 44 disparos, tras varios días de encierro y golpes. En ese lugar escribió su último poema: “Somos cinco mil”.
Durante años, su muerte fue silenciada por la dictadura. Recién en democracia comenzaron las investigaciones judiciales. En 2016, un tribunal de EE. UU. condenó al exmilitar Pedro Barrientos por su asesinato. En 2023, la Corte Suprema de Chile ratificó las penas contra otros exmilitares involucrados. Uno de ellos se suicidó antes de ser arrestado.
En 2009 se realizó su funeral oficial, al que asistieron miles de personas. Hoy, Víctor Jara es símbolo de resistencia, arte y memoria en Chile y el mundo. El estadio donde fue asesinado lleva su nombre y su legado sigue vivo en canciones, libros y homenajes.
Víctor Jara, vives en la memoria del pueblo!!!