En dicha sentencia, el máximo tribunal acogió de manera parcial el recurso presentado por la defensa del agresor y desestimó que el ataque se haya tratado de un femicidio frustrado, rebajando de esta manera la condena del pasado 2 de mayo, cuando a Ortega se le asignaron 26 años de cárcel por el femicidio frustrado de Rifo y lesiones graves.
Inicialmente la pena impuesta contra Ortega, era de 12 años y 180 días de cárcel por femicidio frustrado y 12 años y 180 días por lesiones graves. Con la nulidad del primer delito, la primera condena pasó a 4 años de presidio menor en su grado máximo. Este fallo es inapelable.