Después de siete meses de silencio, hemos vuelto. La actual agudización
de la catástrofe permanente que
Es momento, por tanto, de denunciar una colonización y una perspectiva colonial sobre Palestina y su resistencia. Es momento de develar la falsedad del discurso de los extremismos de “ambas partes”. Aquí hay un colonizador opresor (los israelíes) y un colonizado oprimido (los palestinos). En esas condiciones, no hay palestinos radicales, todo movimiento palestino que levanta una resistencia, sea por cualquier medio, está ejerciendo su legítimo derecho a resistir y esta es la más mínima reivindicación que puede hacer.
Es momento, por tanto, de denunciar una colonización y una perspectiva colonial sobre Palestina y su resistencia. Es momento de develar la falsedad del discurso de los extremismos de “ambas partes”. Aquí hay un colonizador opresor (los israelíes) y un colonizado oprimido (los palestinos). En esas condiciones, no hay palestinos radicales, todo movimiento palestino que levanta una resistencia, sea por cualquier medio, está ejerciendo su legítimo derecho a resistir y esta es la más mínima reivindicación que puede hacer.
En este retorno, como ha tenido lugar en medio de una crisis, y las crisis remueven todo lo establecido, hemos roto una de nuestras principales tradiciones. Por primera vez, en siete años, publicamos un número compuesto por artículos publicados previamente, es decir, no inéditos. Son parte de la producción de nuestro grupo, sin embargo, los escritos han antecedido a la proyección del número. En este sentido, el presente número es una compilación del trabajo que, durante las últimas semanas ha escrito parte de nuestro grupo, con lo que hemos decidido volver a articular nuestro espacio de reflexión, eso, a través de un número especial que, además de romper una tradición, rompe las fronteras de lo propio y lo ajeno. Estas podrían ser maneras de adaptarse a nuevas formas de circulación, dada la urgencia de los tiempos presentes.
viven los palestinos, lo ha llorado.
Gaza, más de mil muertos, Cisjordania, decenas de mártires, igualmente
ha habido mártires “palestinos-israelíes”, de las zonas ocupadas por
Israel en 1948. Ya no es momento de seguir contando muertos. Tampoco es
momento de entrar en la obscenidad del discurso humanitario, que niebla
la reivindicación política, ni menos de entrar en el “diálogo” con el
“sionismo de izquierda”, que hoy se muestra como la cara “humana” del
proyecto colonial sobre Palestina, ante una presunta confrontación entre
“los extremismos de ambas partes”. Es momento de hacer un trabajo
teórico-práctico sobre los temas políticos de fondo que se juegan en la
actual agudización, como decíamos, de una catástrofe permanente que
viven los palestinos desde 1948.