Bastantes reacciones provocó el último
Pulso Sindical y nos alegra mucho que así sea, ya que son los distintos
puntos de vista los que nos permiten avanzar en nuestra tarea.
Cuando logremos, unos y otros, generar
un espacio común de diálogo, podremos acercar posiciones y encontrar los
elementos que nos lleven a lo que todos buscamos.
La organización y la lucha conjunta de la clase trabajadora.
Hay que ser muy claros en algo. Lo que
construimos semana a semana en el Pulso, es en base a los antecedentes
que se van recibiendo y no siempre tenemos a mano todos los elementos
que quisiéramos.
Insistentemente hemos demandado por la
construcción de un instrumento de información que nos mantenga al día
con las diversas luchas que dan los trabajadores, sin embargo seguimos
sin conseguirlo.
Por eso, saludamos la información que nos envía Lalo Mora sobre el paro portuario:
“…en función de mayor información, la
movilización de los trabajadores portuarios, lo central era la
incorporación de dos compañeros dirigentes sindicales de Mejillones
y el retiro de amonestaciones a compañeros de base y el derecho a colar
efectivamente; no se prioriza el dinero sino que efectivamente parar la
media hora, esto se hizo y es por lo que despiden a los dirigentes; los
compañeros estaban cumpliendo con uno de los acuerdo del congreso
realizado el enero en Concepción, donde a la patronal
se plantea que debe generar condiciones para comer como corresponde, la
respuesta es en dinero y tratan con esto tapar el problema y los medios
de comunicación hábilmente ponen como central la plata, lo que no
corresponde a la demanda central… En todo caso se obtiene la
reincorporación de los compañeros, se retiran las amonestaciones y se
obtiene el bono; esto no significa la renuncia a hacer efectiva la media
hora de colación y se le está dando plazo a la patronal para que genere
las condiciones físicas en los puertos…
Acá en la 8va Región
nuestro apoyo fue de solidaridad a los compas del norte y ya nos tocará
demandar lo que corresponda a la patronal y no renunciaremos a hacer
efectiva la media hora de colación, por todo lo que significa en
relación a la salud de los trabajadores”.
Aporta bastante también la entrevista concedida al The Clinic (N°489 – paginas 28 y 29) por Enrique Solar, dirigente de Mejillones. El responde, respecto de la pregunta de por qué decidieron paralizar el puerto, lo siguiente:
“(Lo hicimos) …Por las condiciones
laborales en las que trabajábamos, principalmente por la media hora de
colación y porque no tenemos lugar habilitado para ello. Los
trabajadores tienen que comer en el suelo de las bodegas, entremedio de
las cargas…..”
Según Solar el petitorio demandaba
también “ la reincorporación de dos dirigentes despedidos y la
instalación de garitas para esperar buses”, entre otras cosas”.
Hemos saludado y destacado el paro
portuario, en especial la solidaridad entre los trabajadores de los
distintos puertos, algo que no se veía hace muchos años. También hemos
sido claros al decir que lo que aparece como resultado principal de su
lucha, es una reivindicación que hace mucho debió estar incluida dentro
de los derechos básicos que debe reconocer el Estado a quienes venden su
fuerza de trabajo.
El derecho a descanso y a alimentación.
Si no está en la legislación es por la inoperancia parlamentaria y por
nuestra incapacidad orgánica. Enhorabuena que los compañeros lo hayan
logrado. Ojalá esto sea el envión que se necesita para que se transforme
en una demanda de todos los trabajadores chilenos.
No hay pues, respecto del paro portuario, ni minimización de la lucha ni desconocimiento de la misma.
Circula, sin la difusión que debiera, una interesante carta del presidente del sindicato Collahuasi, quien entrega valiosos antecedentes respecto del reciente paro minero al que había comprometido inicialmente su respaldo la Federación Minera de Chile, que algunas horas después de la convocatoria se desdijo. (Ver en www.cgt-chile.cl)
Creo que es un interesante documento,
que debe ser leído por los dirigentes sindicales, mas allá del área de
producción en la que se ubiquen, pues pone en tela de juicio el rol de
las organizaciones intermedias y, lo que sucede muchas veces, el
divorcio de éstas con sus organizaciones de base.
Y es que aquí está una de las más
importante razones del porqué no se logra avanzar. Se han instalado
verdaderas costras de burocracia y displicencia, dirigentes que hacen
todo a nombre de los trabajadores sin consultar la opinión de estos.
Llama la atención, y aquí se repite el
fenómeno de las elecciones periódicas de autoridades comunales,
parlamentarias y presidenciales en que participa la población, que se
siga confirmando en sus cargos a los mismos que poco o nada hacen por
sacar adelante las demandas de sus representados.
Los trabajadores deben sacudirse de la
apatía y transformarse en actores conscientes. Son ellos y nadie más que
ellos los que deben dictar las pautas de trabajo de sus organizaciones.
Si, por ejemplo, no se avanza en las
demandas porque en la empresa hay 2, 3 y más sindicatos, bueno, hay que
ponerse las pilas y presionar para que se constituya un solo y único
instrumento sindical que los represente.
No basta, ni siquiera es una señal de
avance, que dirigentes y algunos trabajadores participen activamente en
las marchas convocadas por los estudiantes. Es necesario, vital,
convencerse de una buena vez que debemos tomar esas banderas de rebeldía
que enarbola el estudiantado y hacerlas nuestras.
Destacamos hace algunas semanas el avance de los trabajadores de la empresa Golden Frost quienes consiguieron en su contrato colectivo que el patrón se hiciera cargo de su aporte al Seguro de Cesantía.
Ahora nos llegó de Punta Arenas
una excelente noticia, que ratifica lo importante que es la unidad de
los trabajadores y la construcción colectiva del proyecto de contrato
colectivo.
En efecto, los trabajadores de la empresa Servicom,
que presta servicios a diversas instalaciones petroleras, han suscrito
recientemente un contrato colectivo de trabajo en el que figura como
importante punto aquel que dice que si el trabajador es despedido por
necesidades de la empresa, no le será descontado el aporte patronal al
seguro de cesantía.
¿Esto qué significa? Ni más ni menos que
la recuperación total del pago de la indemnización, ya que como lo
establece la ley del seguro de cesantía, en caso de despido por
necesidades de la empresa el empleador descuenta de la indemnización los
aportes que hizo el seguro, o sea algo cercano al 20% del total de la
indemnización, que en este caso les será pagado a los trabajadores.
Un avance importante que es una
obligación masificar, por lo que la invitación es a colocar en todos los
proyectos de contrato colectivo, una cláusula que indique que será de
cargo del empleador el total de aportes al seguro de cesantía.
Una justa victoria, en saludo al Día Internacional de los Trabajadores.
Por Manuel Ahumada Lillo
Presidente C.G.T. Chile