lunes, 15 de junio de 2020

A 33 años de la Operación Albania, la matanza de Corpus Christi, nosotros no olvidamos.


Frente Patriótico Manuel Rodríguez - Wikipedia, la enciclopedia libre


12 miembros del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) fueron asesinados por más de 50 agentes de la CNI, lo que causó conmoción nacional e internacional.


Caminaron silenciosos hasta el Block 33 de la Villa Olímpica, paso firme subieron la escala hasta el #213. Refugiado en el baño del segundo piso, el “frentista” capeaba el gas lacrimógeno que ingresó raudo al reventar la bomba en el primer piso. Los agentes de la CNI provistos de máscaras subieron mandatados a asesinar al experimentado combatiente del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, agachado prácticamente sin respirar, Julio Guerra sabía que vendría el fin. Un tiro y al suelo, un segundo agente le propinó un segundo disparo para rematarlo. Con placer y alevosía los asesinos dispararon una y otra vez sobre su cuerpo luego de haberlo arrastrado escaleras abajo, ni siquiera sus ojos se salvaron, también fueron blancos de las balas.

Misión cumplida. Los asesinos Fernando Burgos e Iván Cifuentes habían eliminado al fusilero del atentando a “Pinochet” una madrugada del 16 de Junio de 1987 en el marco de la “Operación Albania.”

La matanza de Corpus Christi comienza la mañana del 15 de junio dando muerte en plena calle y sin previo aviso a Recaredo Ignacio Valenzuela Pohorecky, agentes de la CNI lo esperaron sigilosos en calle Alhue a metros de la casa de su madre.

Más tarde en San Joaquín, a eso de las 18:30 horas, Patricio Acosta Castro fue asesinado por un disparo en la cabeza, antes de morir sufrió un traumatismo cráneo encefálico y raquimedular.

Llegada la media noche la muerte se trasladó muy cerca de la anterior víctima. Agentes de la CNI habían rodeado la casa donde funcionaba una escuela de guerrillas del FPMR, los agentes aguardaban en casas del sector, esperaron el momento preciso para continuar la matanza. Echaron un portón abajo e ingresaron disparando en diferentes sentidos, los que estaban en la parte posterior del inmueble arrancaron siendo la mayoría detenidos en las inmediaciones, eran los alumnos de la guerrilla. Por los techos intentó huir Juan Henríquez Araya cayendo muerto. Wilson Henríquez Gallegos estaba herido y se refugiaba 2 casas más allá desde donde salían los estruendosos disparos. Los agentes con la sangre ardiendo en ira, ingresaron ensañados a darle muerte, fue golpeado y arrastrado a la calle, el registro de su muerte concluyó que su cuerpo recibió 21 balazos.

En Conchalí la muerte dejo una profunda huella, el piso de la casa de calle Pedro Donoso se tiño de la sangre de las víctimas asesinadas. La matanza fue masiva, dieron muerte a:

“Esther Cabrera; Elizabeth Escobar; Patricia Quiroz; Ricardo Rivera; Ricardo Silva; Manuel Valencia y a José Joaquín Valenzuela.”

Dijeron que fueron enfrentamientos, pero las balas no mienten, los amarraron y de rodillas los asesinaron a tiros. La CNI jamás reveló los antecedentes ni los nombres de los agentes de esta operación, tampoco fueron entregadas las armas y las pruebas que pudieran establecer las responsabilidades.

La violación a los derechos humanos existió, existe y seguirá existiendo en manos de aquellos que omiten y usufructúan del poder, indolentes, desmemoriados, y que además, protegen la identidad de los asesinos. Sin embargo la memoria vivirá en cada rincón de nuestras mentes y corazones, porque no hay olvido ni perdón, porque no existe la forma de volver a vivir la risa de nuestras mujeres, la pasión de sus luchas, y de volver a abrazar los brazos revolucionarios de quienes lucharon por encarar al tirano y asesino.
Por Gabriel Cardozo Silva.

Nosotros no olvidamos...