jueves, 10 de mayo de 2018

Polémica exposición en el Museo Histórico Nacional

El Instituto Nacional de Derechos Humanos valora la medida adoptada por la Ministra de Culturas, las Artes y el Patrimonio, tras conocerse los detalles de la exposición, la cual incluye una frase de Augusto Pinochet como parte de la muestra “Hijos de la Libertad”.

En palabras de la directora, Consuelo Contreras: “Dichas acciones constituyen un homenaje y exaltación de la dictadura, de negacionismo de los acontecimientos ocurridos durante esta y de justificación respecto del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, incitando al odio y la violencia alejándose del respeto por los Derechos Humanos que debe existir en nuestro país”.

Dicha situación es grave y mayormente reprochable por el hecho de haberse producido en las dependencias de un museo perteneciente al Estado de Chile, cuyos organismos deben ser los primeros en poseer un comportamiento intachable respecto de dichos y hechos que puedan constituir o incitar conductas negacionistas y de exaltación del odio y la violencia en nuestro país, por lo que la directora añadió que: “Se entiende que un Museo de Historia Nacional expresa el patrimonio material, intelectual y un relato sobre los valores nacionales que son deseables. Según las exposiciones o muestras que se realizan, se puede tener una mirada crítica sobre los asuntos opinables de la historia nacional y la evolución de sus propios valores”.

El exponer el “pensamiento Pinochet”, ex dictador en nuestra historia y consensuadamente reconocido como un gobernante que en cuyo régimen se violaron sistemáticamente los derechos humanos, debiera ser contextualizado en esos términos, si se quiere ser pedagógico u objetivo. Es la única forma de entender que el citado concepto de libertad es un mero argumento para imponer y justificar una tiranía que aplastó los derechos civiles y políticos como los económicos y sociales de amplios sectores de la población.

Para el INDH no se trata de ocultar la historia, es más bien una cuestión de construir una nación que no niegue su pasado o lo distorsione, pues ello puede ser el inicio de una justificación de horrores que en el futuro se pueden volver a repetir con otra excusa.