“Ni si quiera tuvo la voluntad para ir a fiscalizar al territorio”, expresa a Semillas de AguaSebastián Cruz, vocero de la Asamblea por el Agua del Guasco Alto y
miembro de la Comunidad Patai Co en el Valle del Huasco, Atacama,
respecto al fallo del Tribunal Ambiental que dictaminó que no existen
pruebas suficientes para acreditar que los glaciares altoandinos
tuvieran daño ambiental.
“Es
decir, se detalla la intervención, pero no el daño”, espeta Cruz, quien
agrega que el Tribunal Ambiental “se escuda en la información que
entrega el Centro de Estudios Científicos de Valdivia (Cecs), pero resulta que este centro está financiado por Barrick Gold“.
Es
decir, manifiesta Sebastián Cruz, “no se constituyen en el lugar, le
pide información a la empresa y escribe el fallo… es un fallo a la
medida de la minera”.
Es
más, agrega el dirigente, “los caminos que hicieron sobre los glaciares
(a principios del proyecto), hoy día los siguen usando y el señor
Rivera (glaciólogo del Cecs) omitió información al Tribunal Ambiental“.
En
el fondo, Cruz cuestiona la forma como termina este fallo pues, ¿cómo
se demuestra la información teniendo nulo acceso al territorio?, por eso
es grave que el Tribunal Ambiental no accediera a la solicitud
comunitaria de fiscalizar el estado de los glaciares en el proyecto Pascua Lama.
Sin embargo, “lo que tenemos que hacer es avanzar en el territorio hacia la unidad… porque ya intentamos en el Ejecutivo, en el Parlamento y, ahora en el Poder Judicial… y la paciencia se está agotando“, concluye Sebastián Cruz.
“Advertencia para otras comunidades”
Lucio Cuenca, director del Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA), parte querellante en el juicio ambiental, opinó a Semillas de Agua que si bien es una derrota judicial en cierta medida que no determina el avance del conflicto, sí ilustra “cómo se administra la justicia en este país”, y agrega que con este juicio “podemos advertirle a otra comunidades y organizaciones cómo funciona el Tribunal Ambiental para que no pierdan tiempo”.
Lucio Cuenca, director del Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA), parte querellante en el juicio ambiental, opinó a Semillas de Agua que si bien es una derrota judicial en cierta medida que no determina el avance del conflicto, sí ilustra “cómo se administra la justicia en este país”, y agrega que con este juicio “podemos advertirle a otra comunidades y organizaciones cómo funciona el Tribunal Ambiental para que no pierdan tiempo”.
Pues para Cuenca “el Tribunal Ambiental se deslegitima con este fallo”.
Esto porque “el grueso de los argumentos son informes de consultoras de
pseudocientíficos pagados por Barrick Gold, y el Tribunal Ambiental
acepta la lógica de la buena fe”.
El
Tribunal Ambiental “se desentiende, no hace ningún aporte y más encima,
no tiene voluntad de ir al territorio a fiscalizar”, expresa el
ambientalista, por lo que tilda este fallo de “un pésimo precedente que
demuestra la nula voluntad de escuchar a la comunidad”.
Finalmente, Lucio Cuenca señala que “con este fallo se retrocede 20 años respecto al Derecho Ambiental en este país”.
También conversó con Semillas de Agua, María José Araya, de la agrupación Defensa del Territorio de Melipeuco quien narró la situación que se vive con el incendio de las milenarias araucarias en territorios protegidos.
Araya manifiesta su indignación frente a tardío accionar del gobierno para decretar “Zona de Catástrofe” en la Comuna de Melipeuco,
a la vez que reconocemos y agradecemos el trabajo de personas en
terreno que combaten el incendio y se llama a adherir a campañas de
voluntariado para zonas de Loncotriuque, territorios Pewenche de Icalma y
Galletue y P.N. Conguillío.
Todo eso y mucho más en Semillas de Agua.