El 11 de noviembre de 1983, un obrero
de la construcción decidió quemarse a lo bonzo frente a la Catedral de Concepción. El hecho, sin precedentes, fue motivado por la detención forzosa de dos de sus hijos a manos
de la Central Nacional de Informaciones (CNI).
Sebastián Acevedo esperaba
locomoción para dirigirse a su trabajo cuando 30 agentes de la CNI
irrumpieron en su casa y se llevaron a María Candelaria, militante de
las JJCC, para más tarde detener a su hermano Galo.
El
trabajador intentó infructuosamente obtener información sobre el
paradero de sus hijos, pero la desesperación terminó
por hacerlo tomar una radical decisión. Durante la mañana del 11 de
noviembre, Acevedo marcó otro hito en la triste historia de los derechos
humanos en Chile y decidió inmolarse
para frenar la tortura de sus hijos.
Su
acción provocó el nacimiento delMovimiento Contra la Tortura Sebastián Acevedo,
que contó
con el apoyo del cura obrero José Aldunate y otros activistas que hoy
mantienen su labor. Por ello, invitan a un acto de homenaje en memoria
de los 31 años que han pasado tras su desesperada protesta.
“Quienes
participamos durante esos años de dictadura de la permanente denuncia
del Movimiento Contra la Tortura Sebastián Acevedo, te invitamos a
recordar, a hacer memoria viva de aquel
testimonio pues hoy en nuestro país, la violación de los Derechos
Humanos sigue existiendo, cuestionando la institucionalidad democrática y
a todos nosotros como parte de la comunidad”, señalaron los
organizadores.
El acto se realizará el próximo 11 de noviembre, en la explanada frente
al Museo de Arte Contemporáneo del Parque Forestal, a las 19 horas.