Félix Tranamil Larenas, el abogado pehuenche
Dirigente pehuenche desde joven, recientemente se tituló de abogado. En
esta entrevista aborda su visión acerca los desafíos de su profesión, de la
problemática en el Alto Biobio, sobre los canales de participación indígena en
la actualidad, y sobre el proyecto de Educación Previsional FEP con pertinencia
mapuche, donde tiene el rol de Coordinador en el Región del Biobio.
Por Elías Paillan C.
Es Pehuenche, hablante de su
idioma, integrante de un grupo familiar de 8 hermanos de la comunidad de
Trapatrapa en la comuna de Alto Biobio. Recientemente, el 18 de junio, se
tituló de abogado, el primero del territorio. “Quiero ser un aporte a mi pueblo”,
señala, por su logro académico.
Actualmente es Coordinador en la región del
Biobio del proyecto titulado “Epu Rupa
Kimun, Educación Previsional con Pertinencia Cultural Mapuche”, que es
ejecutada por la Productora de Eventos Ignacia Pichicon EIRL, y financiada por
el Fondo para la Educación Previsional de la Subsecretaría de Previsión Social,
del Ministerio del Trabajo 2014.
Dicho proyecto tiene como objetivo
contribuir a la formación sobre los derechos, beneficios y obligaciones del
Sistema Previsional, dirigido a
dirigentes y autoridades tradicionales mapuche, miembros de comunidades,
y alumnos de liceos técnicos de la octava y novena región. Se espera capacitar
alrededor de 63 líderes tradicionales mapuches, mil alumnos, y 937 trabajadores
en ambas regiones.
En esta entrevista aborda su
visión acerca los desafíos de su profesión de abogado, de la problemática en el
Alto Biobio, sobre los canales de participación indígena en la actualidad, y
sobre el proyecto de Educación Previsional FEP con pertinencia mapuche.
¿Cómo te proyectas en tu labor profesional?
Yo vengo de una dirigencia indígena desde muy joven. Me motivé
de ser parte del movimiento indígena, de ser un actor relevante en mi
comunidad, por lo tanto, vengo con esa base y esto complementa el conocimiento.
Y está la idea de asesorar, orientar a las comunidades. Ya lo hemos estado
haciendo. Ahora está la idea de cómo cambiamos la mirada en nuestro territorio,
es decir, desde el enfoque del derecho, ese es el gran desafío que como
profesionales tenemos.
En ese sentido, ¿cuál fue tu trabajo de tesis?
Lo hice con una compañera de Los
Ángeles que no es mapuche, e hicimos un trabajo sobre el pluralismo jurídico,
es decir, cómo este sistema jurídico que tiene el estado chileno, choca con la
normativa interna de las comunidades
pehuenche, existe una colusión de derecho y los actores jurídicos como los
tribunales, abogados e instituciones, no lo recogen. Y por lo tanto hay muchos
conflictos que se dan al interior de las comunidades que no encuentran solución
en el derecho positivo chileno. Ahí hay otro desafío, de cómo vamos tomando
esos temas y creando instituciones que vayan resolviendo esos conflictos.
Pusimos como ejemplo los graves sucesos ocurridos en una comunidad determinada
en el año 2004, donde se dio claramente la colusión de derechos.
A tu juicio, ¿cuáles son en la actualidad las principales problemáticas
en el Alto Biobio?
Se han ido creando políticas de
desarrollo, como es el Área de Desarrollo Indígena, después el programa
orígenes, después llegó la municipalidad como una medida gubernamental, para
generar desarrollo, y los objetivos eran casi idénticos, y han pasado varios
años y seguimos siendo según el propio estado, la comuna más pobre de Chile.
Por lo tanto no ha habido avance en ese aspecto. Y el diagnóstico es que muchas
de estas medidas se hacen con un diagnostico errado, que carecen del
conocimiento de la realidad. Y por lo tanto, los proyectos que se implementan
en base a esos diagnósticos son, sin la colaboración y participación de los
habitantes. Hay una evidente falta de empoderamiento de nuestra gente, y falta
de agenda propia de la dirigencia porque esta agenda la lleva la municipalidad,
y lo que se hace, es llegar a sentarse a las reuniones y apoyar la agenda de la
municipalidad. Y eso no genera cambios en el territorio.
En el plano territorial hay un
grave problema, hay grandes extensiones de tierra que todavía están en manos de
particulares, y estos han vendido sus derechos de agua, y hoy estamos
enfrentando de forma masiva la construcción de centrales de paso, hay una luz
verde a construir estas centrales.
¿Cuál es tu mirada frente a las reformas que el actual gobierno está
planteando? y si consideras que hay canales de participación de los pueblos
indígenas o simplemente no se considera.
Ha costado mucho. Los canales de
participación que se dan se hacen en función del tiempo y espacio que el mismo
estado coloca, y no recoge toda la realidad del pueblo mapuche. El ejemplo en
el caso pehuenche; nosotros bajo el padrón que existe no tenemos participación
en la elección de consejeros para el Consejo de la CONADI. Las instancias que
se ofrecen son tomadas desde el nivel central. Tenemos el decreto 66 que para
nosotros en el territorio es nefasto, porque todas las inversiones públicas las
deja al arbitrio de la ley 19.300, la ley de bases del medio ambiente, y este
fue hecho sin consulta a los pueblos indígenas, sin respetar el convenio 169.
Entonces todos los proyectos de inversión en nuestro territorio se basan en ese
reglamento. Por lo tanto los resultados de esa vía nos dan muy poca esperanza.
Hay poco conocimiento del tema indígena de las personas que están en el poder,
y así no veo muchas posibilidades de cambio.
Hablemos del Proyecto de Educación Previsional con pertinencia cultural
¿Cuál es tu labor y qué importancia tiene para ti esta iniciativa?
Llevamos tres años con este
proyecto. La iniciamos acá en mi territorio. Consiste en informar cómo es el
sistema previsional chileno. Llegamos a los territorios con información, muy
difícil de obtenerla y generamos redes intercambiando ideas y futuras acciones
en la materia de previsión social. Hemos llegado a diversas comunidades. Hacemos
trawun e informamos. Quizás los esquemas que plantean los proyectos no son muy efectivos,
pero lo que queda es la información. Este año me ha tocado coordinar en comunas
de Quilaco, Mulchen y Antuco, comunas donde no habíamos llegado anteriormente.
Hemos tenido buenos contactos con los alcaldes y de parte de ellos una muy buena
disposición de patrocinar esta iniciativa.
En la situación previsional ¿cuáles son los principales aspectos que
podrías relevar?
Que más del 90 por ciento de
nuestra población está en el pilar solidario. Hay muy pocas fuentes laborales
formales, donde las personas puedan tener una cotización regular. Solamente hay
trabajos esporádicos. Segundo, hay procedimientos tan simples como el bono por
hijo, que la gente no conoce. En los estudios y diagnósticos se consideran
aspectos como nivel de pobreza, la inequidad de género, y en todos estos
aspectos siempre somos desfavorecidos como indígenas. Y más encima tenemos un
sistema previsional que no es justo por ningún lado, creo que nosotros vamos a
seguir teniendo a nuestra gente en el pilar solidario. Es preocupante, porque
los montos que entrega, de 82 mil y tantos pesos, no alcanzan a cubrir nuestras
necesidades, y sobre todo en la cordillera donde la escases en los alimentos es
más preocupante.
Lo otro es que hemos constatado
que el sistema no tiene ninguna política especial, hacia los pueblos indígenas
en materia de previsión social. No hay ninguna diferencia, ni medida especial.
Este sistema es para todos por igual. Debería avanzarse en medidas especiales
que logre recoger la variable cultural.
¿Te ha tocado hablar acerca de la situación previsional de los jóvenes,
que aspectos son relevantes en este aspecto?
Primero que tenemos un sistema que
está colapsado, pero está vigente y nos rige querámoslo o no. Y le decimos a
las personas que mientras más jóvenes se empiece a cotizar, ya garantiza el 40
por ciento de su futura pensión. Y en vista de esa realidad el estado tomas
medidas y una de las medidas es subsidio a la contratación joven. Que un
porcentaje de ese subsidio va en apoyo directo al empleador como incentivo y el
otro va como subsidio de cotización al trabajador joven, es decir un dinero que
va a la AFP para su futura pensión. Por lo tanto damos a conocer que existe ese
beneficio y no tiene ninguna complejidad de exigirlo, basta que el empleador o
trabajador vaya el IPS y solicite dicho beneficio. Así que los monitores quedan
en condiciones de orientar a los jóvenes de comunidades indígenas, que muchas
veces van a trabajos de temporada, que exijan ese beneficio.
¿Hasta ahora cómo evalúas el interés de la gente?
Estoy muy conforme. Hoy en día a
veces cuesta entusiasmar a la gente en esta materia tan desconocida, que no
entrega algo material ni subsidio inmediato, pero cuando la gente está acá, se
interesa y quedan con mucho entusiasmo de hacer sus reuniones en sus
territorios.
¿Cómo ves la proyección de estos talleres?
Lo que debería generar esto,
primero es conocer el sistema, en sus aspectos básicos y proponer alternativas,
especialmente en este contexto, para levantar propuestas territoriales y por
eso si bien no estaba en el proyecto inicial, vamos a generar una instancia con
más información e insumo, que es un gran seminario con participación del
Ministerio, para hacer una jornada de propuestas, de tal manera que las cosas
no queden en una simple capacitación, sino de que se consideren estas
propuestas en las nuevas políticas públicas.