sábado, 13 de septiembre de 2014

“Tenemos un sistema previsional que no es justo por ningún lado”



Félix Tranamil Larenas, el abogado pehuenche

Dirigente pehuenche desde joven, recientemente se tituló de abogado. En esta entrevista aborda su visión acerca los desafíos de su profesión, de la problemática en el Alto Biobio, sobre los canales de participación indígena en la actualidad, y sobre el proyecto de Educación Previsional FEP con pertinencia mapuche, donde tiene el rol de Coordinador en el Región del Biobio.

Por Elías Paillan C.

Es Pehuenche, hablante de su idioma, integrante de un grupo familiar de 8 hermanos de la comunidad de Trapatrapa en la comuna de Alto Biobio. Recientemente, el 18 de junio, se tituló de abogado, el primero del territorio. “Quiero ser un aporte a mi pueblo”, señala, por su logro académico.
 Actualmente es Coordinador en la región del Biobio del proyecto titulado  “Epu Rupa Kimun, Educación Previsional con Pertinencia Cultural Mapuche”, que es ejecutada por la Productora de Eventos Ignacia Pichicon EIRL, y financiada por el Fondo para la Educación Previsional de la Subsecretaría de Previsión Social, del Ministerio del Trabajo 2014.

Dicho proyecto tiene como objetivo contribuir a la formación sobre los derechos, beneficios y obligaciones del Sistema Previsional, dirigido a  dirigentes y autoridades tradicionales mapuche, miembros de comunidades, y alumnos de liceos técnicos de la octava y novena región. Se espera capacitar alrededor de 63 líderes tradicionales mapuches, mil alumnos, y 937 trabajadores en ambas regiones.


En esta entrevista aborda su visión acerca los desafíos de su profesión de abogado, de la problemática en el Alto Biobio, sobre los canales de participación indígena en la actualidad, y sobre el proyecto de Educación Previsional FEP con pertinencia mapuche.

¿Cómo te proyectas en tu labor profesional?
Yo vengo de una  dirigencia indígena desde muy joven. Me motivé de ser parte del movimiento indígena, de ser un actor relevante en mi comunidad, por lo tanto, vengo con esa base y esto complementa el conocimiento. Y está la idea de asesorar, orientar a las comunidades. Ya lo hemos estado haciendo. Ahora está la idea de cómo cambiamos la mirada en nuestro territorio, es decir, desde el enfoque del derecho, ese es el gran desafío que como profesionales tenemos.

En ese sentido, ¿cuál fue tu trabajo de tesis?
Lo hice con una compañera de Los Ángeles que no es mapuche, e hicimos un trabajo sobre el pluralismo jurídico, es decir, cómo este sistema jurídico que tiene el estado chileno, choca con la normativa interna  de las comunidades pehuenche, existe una colusión de derecho y los actores jurídicos como los tribunales, abogados e instituciones, no lo recogen. Y por lo tanto hay muchos conflictos que se dan al interior de las comunidades que no encuentran solución en el derecho positivo chileno. Ahí hay otro desafío, de cómo vamos tomando esos temas y creando instituciones que vayan resolviendo esos conflictos. Pusimos como ejemplo los graves sucesos ocurridos en una comunidad determinada en el año 2004, donde se dio claramente la colusión de derechos.

A tu juicio, ¿cuáles son en la actualidad las principales problemáticas en el Alto Biobio?
Se han ido creando políticas de desarrollo, como es el Área de Desarrollo Indígena, después el programa orígenes, después llegó la municipalidad como una medida gubernamental, para generar desarrollo, y los objetivos eran casi idénticos, y han pasado varios años y seguimos siendo según el propio estado, la comuna más pobre de Chile. Por lo tanto no ha habido avance en ese aspecto. Y el diagnóstico es que muchas de estas medidas se hacen con un diagnostico errado, que carecen del conocimiento de la realidad. Y por lo tanto, los proyectos que se implementan en base a esos diagnósticos son, sin la colaboración y participación de los habitantes. Hay una evidente falta de empoderamiento de nuestra gente, y falta de agenda propia de la dirigencia porque esta agenda la lleva la municipalidad, y lo que se hace, es llegar a sentarse a las reuniones y apoyar la agenda de la municipalidad. Y eso no genera cambios en el territorio.

En el plano territorial hay un grave problema, hay grandes extensiones de tierra que todavía están en manos de particulares, y estos han vendido sus derechos de agua, y hoy estamos enfrentando de forma masiva la construcción de centrales de paso, hay una luz verde a construir estas centrales.

¿Cuál es tu mirada frente a las reformas que el actual gobierno está planteando? y si consideras que hay canales de participación de los pueblos indígenas o simplemente no se considera.
Ha costado mucho. Los canales de participación que se dan se hacen en función del tiempo y espacio que el mismo estado coloca, y no recoge toda la realidad del pueblo mapuche. El ejemplo en el caso pehuenche; nosotros bajo el padrón que existe no tenemos participación en la elección de consejeros para el Consejo de la CONADI. Las instancias que se ofrecen son tomadas desde el nivel central. Tenemos el decreto 66 que para nosotros en el territorio es nefasto, porque todas las inversiones públicas las deja al arbitrio de la ley 19.300, la ley de bases del medio ambiente, y este fue hecho sin consulta a los pueblos indígenas, sin respetar el convenio 169. Entonces todos los proyectos de inversión en nuestro territorio se basan en ese reglamento. Por lo tanto los resultados de esa vía nos dan muy poca esperanza. Hay poco conocimiento del tema indígena de las personas que están en el poder, y así no veo muchas posibilidades de cambio.

Hablemos del Proyecto de Educación Previsional con pertinencia cultural ¿Cuál es tu labor y qué importancia tiene para ti esta iniciativa?
Llevamos tres años con este proyecto. La iniciamos acá en mi territorio. Consiste en informar cómo es el sistema previsional chileno. Llegamos a los territorios con información, muy difícil de obtenerla y generamos redes intercambiando ideas y futuras acciones en la materia de previsión social. Hemos llegado a diversas comunidades. Hacemos trawun e informamos. Quizás los esquemas que plantean los proyectos no son muy efectivos, pero lo que queda es la información. Este año me ha tocado coordinar en comunas de Quilaco, Mulchen y Antuco, comunas donde no habíamos llegado anteriormente. Hemos tenido buenos contactos con los alcaldes y de parte de ellos una muy buena disposición de patrocinar esta iniciativa.

En la situación previsional ¿cuáles son los principales aspectos que podrías relevar?
Que más del 90 por ciento de nuestra población está en el pilar solidario. Hay muy pocas fuentes laborales formales, donde las personas puedan tener una cotización regular. Solamente hay trabajos esporádicos. Segundo, hay procedimientos tan simples como el bono por hijo, que la gente no conoce. En los estudios y diagnósticos se consideran aspectos como nivel de pobreza, la inequidad de género, y en todos estos aspectos siempre somos desfavorecidos como indígenas. Y más encima tenemos un sistema previsional que no es justo por ningún lado, creo que nosotros vamos a seguir teniendo a nuestra gente en el pilar solidario. Es preocupante, porque los montos que entrega, de 82 mil y tantos pesos, no alcanzan a cubrir nuestras necesidades, y sobre todo en la cordillera donde la escases en los alimentos es más preocupante.
Lo otro es que hemos constatado que el sistema no tiene ninguna política especial, hacia los pueblos indígenas en materia de previsión social. No hay ninguna diferencia, ni medida especial. Este sistema es para todos por igual. Debería avanzarse en medidas especiales que logre recoger la variable cultural.

¿Te ha tocado hablar acerca de la situación previsional de los jóvenes, que aspectos son relevantes en este aspecto?
Primero que tenemos un sistema que está colapsado, pero está vigente y nos rige querámoslo o no. Y le decimos a las personas que mientras más jóvenes se empiece a cotizar, ya garantiza el 40 por ciento de su futura pensión. Y en vista de esa realidad el estado tomas medidas y una de las medidas es subsidio a la contratación joven. Que un porcentaje de ese subsidio va en apoyo directo al empleador como incentivo y el otro va como subsidio de cotización al trabajador joven, es decir un dinero que va a la AFP para su futura pensión. Por lo tanto damos a conocer que existe ese beneficio y no tiene ninguna complejidad de exigirlo, basta que el empleador o trabajador vaya el IPS y solicite dicho beneficio. Así que los monitores quedan en condiciones de orientar a los jóvenes de comunidades indígenas, que muchas veces van a trabajos de temporada, que exijan ese beneficio.

¿Hasta ahora cómo evalúas el interés de la gente?
Estoy muy conforme. Hoy en día a veces cuesta entusiasmar a la gente en esta materia tan desconocida, que no entrega algo material ni subsidio inmediato, pero cuando la gente está acá, se interesa y quedan con mucho entusiasmo de hacer sus reuniones en sus territorios.

¿Cómo ves la proyección de estos talleres?
Lo que debería generar esto, primero es conocer el sistema, en sus aspectos básicos y proponer alternativas, especialmente en este contexto, para levantar propuestas territoriales y por eso si bien no estaba en el proyecto inicial, vamos a generar una instancia con más información e insumo, que es un gran seminario con participación del Ministerio, para hacer una jornada de propuestas, de tal manera que las cosas no queden en una simple capacitación, sino de que se consideren estas propuestas en las nuevas políticas públicas.