Hace poco más de un mes se inició en el centro de justicia el juicio oral del Caso Security.
Durante
ese tiempo en el circo judicial -comandado por el fiscal Ricardo Peña-,
han desfilado colaboradores, testigos protegidos, policías y peritos
ante el rostro aburrido de tres juezas que permanecen imperturbables
ante la denuncia de lxs testigos de haber sido expuestxs a prácticas de
tortura y hostigamiento por parte de las policías de inteligencia y los
fiscales, para sustentar uno de los casos más controvertidos del último
tiempo en la región dominada por el Estado de $hile. La seguridad de
quiénes llevan adelante el juicio ha estado a cargo de gendarmería, y
las audiencias por lo mismo se han desarrollado entre gendarmes del
personal de traslado de alto riesgo (TAR), gendarmes del centro de
justicia, apoyo de la brigada de explotación canina -que utilizan perros
detectores de explosivos-, guardias y policías varios. No se oculta ni
por un momento la clara intención de satanizar y hacer ver a nuestros
compañeros como peligrosos delincuentes merecedores de todo el rigor de
la ley: alegaciones de supuestas amenazas que se esmeran en hacer
constar en audios, reuniones de seguridad, cambios antojadizos en los
operativos de registro y control, y tal como pasara en la última sesión
realizada, personal más especializado aún, con armas de alto poder de
fuego resguardando a persecutores y jueces, y apuntando directamente a
quiénes acompañan a Freddy, Marcelo y Juan en las audiencias (*). Por
supuesto, la provocación directa tuvo respuesta y tanto los compañeros
como solidarixs y familiares se opusieron evitando que el juicio
continuara como si nada estuviera pasando y exigiendo el abandono de ese
personal de la sala, continuando el curso de la audiencia sólo cuando
eso se produjo.
No relatamos todo esto como la noticia de la
crónica roja de un diario burgués, no nos sorprende tampoco que pase,
pero sí nos interesa hacer constar una vez más que el juicio que
enfrentan nuestros compañeros es un juicio político, que todo el
aparataje estatal se encuentra funcionando para lograr una condena que
sea legitimada socialmente por la ciudadanía, y que las muestras de
solidaridad, de dignidad y resistencia con las que el poder se ha
enfrentado durante este tiempo no las pasan por alto, pues si con todo a
su favor insisten en querer someter y en profundizar el aislamiento de
nuestros compañeros, eso sólo significa que nuestros gestos tienen un
valor y un peso que no lxs deja indiferentes. Los compañeros no están
solos enfrentando al poder, y que eso siga siendo una realidad depende
no sólo de sus familias y compañerxs, sino que de cualquier
individualidad consciente y afín que sienta a fuego la lucha por la
liberación total.
HAY QUIENES LUCHAN TODA LA VIDA, ESOS SON LOS IMPRESCINDIBLES…
El
18 de octubre de 2007 muere en un enfrentamiento el cabo Moyano y queda
otro paco herido, tras la expropiación de un banco security en
Santiago, $hile. En ese entonces los compañeros Freddy, Marcelo, Juan y
Carlos fueron sindicados por la policía y las máximas autoridades del
país como los asaltantes responsables, ex subversivos de grupos
extremistas; la prensa como era de esperar, festinó con sus rostros
condenándolos sin más pruebas que su pasado de lucha.
Pero no solo de expropiaciones bancarias,
armas, policías, fugas y cárcel se trata todo esto, sino que de algo
mucho más importante: se trata de 4 compañeros que en algún momento
optaron por el camino de la subversión, que se negaron a aceptar
sumisamente las condiciones impuestas por un Estado –otrora dictatorial,
otrora democrático-, que decidieron vivir su vida más allá de todo
idealismo de revolución, combatiendo resueltamente con lo que tuvieran
al alcance y en el escenario que los pusieran. Hoy a casi 7 años de ser
apuntados como los hombres más peligrosos y buscados del país, el Estado
los tiene encarcelados y enfrentando un teatro judicial que perfecciona
todos los días un poco más. Y sin embargo, policías, fiscales,
querellantes, gendarmes y jueces todavía no los pueden doblegar: ni la
condena mediática ni todo el aparataje represor han logrado mermar sus
decisiones de lucha, esas que se foguearon en las kalles de una pobla
combativa, en la acción directa, en las noches de fuga o en una celda de
aislamiento, que se reafirman al conmemorar a un compañero o compañera
que murió luchando con ellos, que se reflejan en la sonrisa tierna de
sus cachorras y cachorros que hoy lxs visitan en prisión. Decisiones que
nos hermanan y que nos encuentran en el único camino que nos hace
libres: el kamino de la confrontación, de la guerra contra el Estado,
contra el kapital, contra toda autoridad.
Quien piense que el camino de la
insurrección permanente es estático y que las relaciones que en él se
forjan dependen de una mera acción, no se ha acercado ni por sólo un
instante a él: para nosotrxs, los compañeros acusados en el denominado
“Caso Security” han transitado por largos años ese camino, con aciertos y
errores, mutando en ideas y lógicas, pero no así en sus valores, han
buscado la autonomía y han permanecido dignos e irreductibles frente a
los vaivenes de la lucha, han vivido la muerte de lxs suyxs y la
prisión, han visto sus rostros en la tv y han tenido que partir a la
clandestinidad dejando a compañeras, hijxs, familias y amigxs, han
ganado y han perdido, pero siempre se han mantenido firmes y rebeldes,
han recibido solidaridad y también la han practicado, saben de apoyo
mutuo y reciprocidad, conocen la importancia de dar cara al enemigo,
jamás han negado sus vínculos ni su historia pues en ellos se reconocen a
sí mismos, y no sólo han resistido la prisión sino que también la han
hecho combativa. La afinidad que nos acerca a Freddy, Marcelo, Juan y
Carlos no está dada por su pasado, que respetamos, sino que ha sido
construida cotidianamente en un presente de lucha. Asumimos también que
no es la kárcel el punto de encuentro, esa es una circunstancia más, el
puente que nos une no atraviesa muros ni barrotes, no transitan por él
gendarmes, cobardes ni traidores, no se trata sólo de estar contra la
prisión y que ellos estén presos, no cabe aquí el asistencialismo ni los
derechos humanos. El puente que nos une atraviesa ideas, formas y
experiencias, transita por valores comunes que nos hacen sentir y vivir
esta lucha retroalimentándonos, criticándonos, afinando posturas y
prácticas antagonistas en el hoy y en el ahora: nuestros compañeros nada
tienen de “ex” subversivos y el poder lo sabe. Por lo mismo, al no
conseguir su anunciada condena a muerte, hoy pretende sepultarlos con
años de cárcel. La prensa justificará todo con el mártir de carabineros,
el mismo que un segundo más tarde hubiese percutado su arma sin dudar
en aquel enfrentamiento, cumpliendo su deber de proteger los intereses y
las arcas de un banco. El gobierno de turno y la clase política
declararán que se hizo justicia. ¿Y nosotrxs? Nosotrxs seguiremos
demostrando que ni la prisión ni la muerte pueden aplacar nuestras
decisiones, porque cuando se trata de arrojarse con nuestros afines a la
libertad, no existen módulos ni cámaras, no hay tribunales ni dedos
acusadores, no hay custodios, esposas o detectores de metales, no hay
artículos de prensa ni informes de inteligencia policial, no hay normas,
jerarquías, límites ni fronteras que respetar.
Como dijo la compañera Claudia López: porque ninguna cadena será perpetua ni ninguna cárcel de máxima seguridad.
¡A propagar la solidaridad revolucionaria, a destruir las cárceles del kapital!
¡FREDDY, MARCELO, JUAN Y CARLOS A LA KALLE!
“Es
hora de actuar, en la cotidianeidad con nuestros afines, por la
destrucción de la sociedad carcelaria y de cualquier intento social de
reformar este asqueroso sistema de muerte. La solidaridad no debe jamás
ser una consigna vacía, sino una acción cotidiana de enfrentamiento con
el poder y un apoyo constante a l@s herman@s secuestrad@s en esta guerra
a muerte.”
-Mauricio Morales Duarte-
Colectivo Anticarcelario Vuelo de Justicia
Contacto: vuelodejusticia@riseup.net
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(*)
Recordamos que el compañero Carlos Gutierrez Quiduleo no se encuentra
enfrentando aun el juicio, puesto que fue detenido recién a finales del
año 2013, por lo que su situación judicial es distinta, encontrándose
con la investigación abierta. Por lo mismo él no asiste a las
audiencias, resistiendo a diario en la Sección de Máxima Seguridad de la
Cárcel de Alta Seguridad.