“Si no ejercemos esa mínima violencia contra la corrupción a la que
se está llegando, podremos lamentar luego la extrema violencia que se
genera una guerra civil”, dijo
SB-Noticias.- Es muy difícil
convivir con una situación en la que cada día mueren 100.000 seres
humanos en el mundo, al mismo tiempo que los ricos, son más ricos, y que
los gobiernos no administran los recursos para el bien común, sino para
favorecer precisamente a esos poderes económico-financieros que nos han
llevado a la actual crisis, reflexionó en La Trapera de Radio San
Borondón el prestigioso escritor y periodista, Alberto Vázquez Figueroa.
Vázquez Figueroa tiene claro que esta situación va a
llevar a un estallido social, por eso ha venido diciendo desde hace
algunos meses que es mejor que la violencia, que tarde o temprano
saldrá a flote porque la situación cada día es más desesperada, recaiga
en los políticos y los banqueros que nos colocado en la actual
situación y no sea generalizada.
“Que le metan un tiro a uno o dos de los culpables de generar la crisis es una mínima violencia en comparación con la extrema violencia de las políticas que se están haciendo y que conllevan tanta pobreza y que mueran en todo el mundo tantos miles de personas” dijo para expresar que si no ejercemos esa mínima violencia contra la corrupción a la que se está llegando, podremos lamentar luego que lleguemos a una corrupción tan extrema que genere una guerra civil.
Explicó que hace algunos años propuso un proyecto a la FAO para poder alimentar a gran parte de la población de Somalia que estaba sufriendo los rigores de una letal hambruna. Al respecto, dijo que se trata de un país con muchos kilómetros de costa, con posibilidades muy amplias en la zona más al norte, que antaño fue un vergel, pero que se ha ido desecando por culpa de los efectos del cambio climático.
En este sentido, dijo que diseñó un sistema para aprovechar la fuerza de los vientos que vienen del Océano Índico, a través de unos molinos de viento muy normales y muy baratos, que se encargarían de subir agua al sistema montañoso que ocupa una franja de unos 700 km, para desalarla y posteriormente dejarla caer por las montañas, convirtiendo aquella zona nuevamente en un vergel, con lo que solo habría que llevar a sus habitantes del desierto en el que están muriéndose por millones a esa zona norte recuperada, en la que se podrían plantar diferentes cultivos, tener animales y dar de comer a esa población.
Vázquez Figueroa explica que fue citado por representantes de la FAO en un Chalet en las afueras de Madrid: “Había allí una comilona espectacular que me hizo pensar que esta gente se cuida muy bien. Cuando empezamos a hablar de mi proyecto, vi que la única preocupación de todos los que estaban allí es que llegaban unas elecciones y podían perder su puesto en la organización, sus tarjetas de crédito, sus coches y tenían que empezar a buscar dónde podían enchufarse”.
“Les importaba un pimiento lo que yo les estaba diciendo sobre cómo podíamos intentar que no murieran tantos niños y que no se pasara tanta hambre” narró el prestigioso escritor, quien entiende que estas son las cosas que no se pueden permitir.
Fuente: http://www.sanborondon.info/content/view/58248/1/
“Que le metan un tiro a uno o dos de los culpables de generar la crisis es una mínima violencia en comparación con la extrema violencia de las políticas que se están haciendo y que conllevan tanta pobreza y que mueran en todo el mundo tantos miles de personas” dijo para expresar que si no ejercemos esa mínima violencia contra la corrupción a la que se está llegando, podremos lamentar luego que lleguemos a una corrupción tan extrema que genere una guerra civil.
Explicó que hace algunos años propuso un proyecto a la FAO para poder alimentar a gran parte de la población de Somalia que estaba sufriendo los rigores de una letal hambruna. Al respecto, dijo que se trata de un país con muchos kilómetros de costa, con posibilidades muy amplias en la zona más al norte, que antaño fue un vergel, pero que se ha ido desecando por culpa de los efectos del cambio climático.
En este sentido, dijo que diseñó un sistema para aprovechar la fuerza de los vientos que vienen del Océano Índico, a través de unos molinos de viento muy normales y muy baratos, que se encargarían de subir agua al sistema montañoso que ocupa una franja de unos 700 km, para desalarla y posteriormente dejarla caer por las montañas, convirtiendo aquella zona nuevamente en un vergel, con lo que solo habría que llevar a sus habitantes del desierto en el que están muriéndose por millones a esa zona norte recuperada, en la que se podrían plantar diferentes cultivos, tener animales y dar de comer a esa población.
Vázquez Figueroa explica que fue citado por representantes de la FAO en un Chalet en las afueras de Madrid: “Había allí una comilona espectacular que me hizo pensar que esta gente se cuida muy bien. Cuando empezamos a hablar de mi proyecto, vi que la única preocupación de todos los que estaban allí es que llegaban unas elecciones y podían perder su puesto en la organización, sus tarjetas de crédito, sus coches y tenían que empezar a buscar dónde podían enchufarse”.
“Les importaba un pimiento lo que yo les estaba diciendo sobre cómo podíamos intentar que no murieran tantos niños y que no se pasara tanta hambre” narró el prestigioso escritor, quien entiende que estas son las cosas que no se pueden permitir.
Fuente: http://www.sanborondon.info/content/view/58248/1/