martes, 17 de diciembre de 2013

Palabras en relación con los hechos ocurridos en Banco Estado de Pudahuel



Hoy, estas líneas no pretenden transmitir sólo información de lxs compañerxs que están en prisión: nuestras palabras se dirigen sobre todo a levantar la memoria de nuestro compañero antiautoritario Sebastián Oversluij Seguel, caído en combate el pasado 11 de diciembre de 2013. Hoy, buscamos trascender nuestras acciones anticarcelarias  y dejar en claro que nuestro aporte es sólo uno más en la infinidad de formas a través de las cuales podemos luchar por la libertad, y que por lo mismo, no podemos dejar pasar la muerte  de un compañero como una noticia que interrumpe la rutina y nada más. Nosotrxs hoy peleamos desde este frente, la solidaridad revolucionaria es nuestra mejor arma y el avance de la lucha anticarcelaria lo que dirige cotidianamente nuestros pasos. El compañero Sebastián eligió la lucha armada como su frente, su última acción fue la expropiación de un banco en Pudahuel, así decidió atacar este sistema de dominación, y una subametralladora fue el arma que escogió. En frentes distintos, a él y a nosotrxs nos unió la guerra declarada contra el enemigo, contra aquél que hace de sus bancos templos del dinero y del poder, contra el mismo que encierra a lxs nuestrxs en sus centros de exterminios.  No nos confundamos, estas palabras no intentan igualar posiciones ni riesgos, no buscamos fetichizar acciones, ni tampoco hay un intento por unir legalidad e ilegalidad, no adoptamos ese lenguaje implantado por lxs poderosxs. Estas palabras buscan simplemente dejar en claro nuestro profundo pesar por la pérdida de un compañero, y reafirmar que con todo el dolor a cuestas, seguiremos en esta guerra que fue también la de él.  

SOBRE QUIEN DECIDE MORIR DE PIE, ANTES QUE VIVIR ARRODILLADO.

El fin de año se acerca como el final de un libro de páginas escritas con sangre. Nos miramos los rostros, buscamos a nuestrxs hermanxs en medio de un verano que se acerca sigiloso y le avisa al calendario que ya llegó la hora. Miles de personas buscando regalos, distracciones enajenantes, preparando las vacaciones, la cara más bonita del sistema en fechas hediondas a consumo, disfrazadas de lamentables sonrisas hipócritas y sínicas. La sociedad asquerosa jugando el mismo juego que todos los años… y nosotrxs, lamiéndonos las heridas, cual manada despide dolorosamente a un hermano y le da la bienvenida a su presencia en todxs aquellos que decidan hacer de su vida una guerra en contra de todo lo existente.


Son difíciles las palabras nacidas de las lágrimas sembradas sobre el pavimento de esta miserable cuidad, más bonita queda la poesía melancólica que busca forma en un futuro incierto, lleno de convicciones e ideas que no se arrepintieron de crecer y que hoy más que nunca reclaman su manifestación clara, su ataque directo y su confrontación.

Seguramente, el día 11 de diciembre del año 2013 no significó para todxs lo mismo. He ahí la prueba de nuestras convicciones, he ahí lo que nos diferencia y nos hermana. Hay a quienes la noticia les llegó como eso… una noticia cotidiana, la delincuencia común, la escena policial matutina; hay quienes se enteraron y lo lamentaron, luego cerraron el diario o apagaron la tv  y recordaron los exámenes de fin de año, las rendiciones de cuentas de un año que se va. A todxs esxs personajes de la conservada sociedad, nuestro más sincero desprecio, no nos sorprenden ni nos preocupan.

Desde el otro lado, se escuchaba un aullido que en medio del sol fulminante, buscaba la luna del cielo, para llamar al resto de la manada. Hay quienes escucharon ese aullido, hay quienes corrieron a buscar a lxs suyxs, hay quienes escucharon lo ocurrido y en medio de todas las emociones nunca olvidaron la venganza y la rabia, el amor y la sensación de que un compañero (conocido o no) emprendía el vuelo, abandonaba esta tierra con toda la fuerza de su decisión de lucha. La imagen de un guerrero grabada en las mentes de quienes lo conocieron confundida con una foto publicada por seres despreciables tildándolo de delincuente, todo mezclado, todo revuelto, todo en un difuso escenario. Por un lado la sensación de vacío que deja ese guerrero irremplazable, dos compañeros arrebatados y encerrados en una asquerosa prisión, viviendo el dolor de la pérdida en aislamiento, y  otrxs dos compas que nada se sabe… y por el otro lado, el incansable aullido de la manada.

Las consignas siempre han dicho que la guerra es a muerte, que esto no es un juego. Esas consignas no vacías de contenido hoy se reafirman: ahora es cuando sabemos realmente lo que la vida significa para cada unx de nosotrxs. Ahora es cuando quien no esté dispuesto a asumir las consecuencias de la guerra, mejor que se retire. No lx apuntaremos, cada cual decide los caminos de su vida. Aquí y ahora es cuando para quiénes seguimos, el corazón late furiosamente en el pecho, el cuerpo sudoroso demuestra que la carne está viva y que no nos cabe debajo de la piel. Los ojos brillantes detrás de un oscuro pañuelo que marcha al paso de un cortejo fúnebre. La tétrica imagen de una “despedida”. Para la prensa y la policía: la foto perfecta de los terroristas, para nosotrxs: el recuerdo tatuado en la mente de un hermano que no descansa porque en cada uno de nuestros corazones arde su rabia, y aquí todavía quedamos nosotrxs, sin arrepentimiento ni piedad.

Compañero Angry, tú ya lo dijiste, no nos cabe duda alguna de que tu muerte es una consecuencia de tus propias convicciones, que no eres víctima de ningún sistema, sólo su irreconciliable enemigo que no descansa ni siquiera muerto, porque en cada uno de nosotrxs vive tu rebelde espíritu de guerrero. Claro que duele no tenerte físicamente entre nosotrxs, claro que pesa en el alma como una herida que nunca va a cicatrizar, pero  eso nos demuestra que estamos vivos; y estamos más vivos que nunca, con este dolor imposible de ignorar gritándonos en la cara que estamos aquí, que la guerra existe, que nunca dejó de existir, y que depende de nosotrxs que la llama de la anarquía arda por las noches en esta ciudad, y en cada rincón de este mundo.

El final no está escrito, nadie sabe cómo esto acabará.  La historia se alimenta de hermanxs que dieron su vida en el combate cotidiano que significa ir en busca de la libertad. Ahora depende de nosotrxs que la voz del compañero nunca sea silenciada, que la subametralladora que portaba el Angry nunca deje de disparar sus balas para desgarrar el rostro putrefacto del sistema, para atacar de frente al poder. En cualquier momento, y en cualquier lugar.


“…Tras las rejas la muerte se vive a diario, el asesino es el Estado carcelario…”
“Prisionero”,
Palabras en conflicto  (grupo de rap insurrecto del compa Angry)

Durante su vida de combate el compañero Sebastián no enfrentó la prisión, pese al riesgo que significa decidir armarse de distintas formas contra el poder, pese a la represión constante contra quienes defienden valores confrontacionales y prácticas ofensivas, logró sortearla. Probablemente si el mercenario a sueldo, no hubiese disparado a matar, el compañero hubiese vivido la prisión junto a los suyos… pero los sucesos se precipitaron de forma distinta, el ataque directo de quién opta por defender los intereses de un banco acabó con su vida. En prisión quedaron, sin embargo, sus compañeros de lucha Alfonso Alvial y Hermes González, quiénes fueron detenidos en las cercanías del banco y hoy se encuentran recluidos en la Sección de Máxima Seguridad de la Cárcel de Alta Seguridad con un plazo de investigación de 90 días, formalizados por un robo con intimidación y porte ilegal de armas. Saludamos su postura contestataria al momento de ser detenidos. Nuestra fuerza y apoyo va también para ellos que hoy sienten la pérdida de su hermano y que en adelante deberán enfrentar el encierro y el aislamiento como parte de su cotidiano. Conocemos el devenir de la prisión, sabemos que nunca se está lo suficientemente preparado para enfrentarla, pero sin embargo con la solidaridad anticarcelaria hecha acción es posible resistirla. Eso es una certeza.

¡Con el corazón envuelto en llamas, sabremos llorar la pérdida de nuestro compañero y hermano Sebastián “Angry” Oversluij Seguel, sabremos resistir y continuar avanzando por la agudización de la guerra en la que él dejó la vida!

¡Con la rabia y el odio por el golpe recibido, pero sobre todo con la certeza de que nuestras convicciones siguen intactas!

¡Con el sincero amor por lxs nuestrxs, por todxs aquellxs que viven en guerra en el cotidiano y que entregan su vida por la libertad!

¡¡ALFONSO ALVIAL, HERMES GONZALEZ, JUAN ALISTE VEGA, MARCELO VILLARROEL, FREDDY FUENTENVILLA, CARLOS GUTIERREZ, HANS NIEMEYER, FRANCISCO SOLAR, MÓNICA CABALLERO, JOSÉ MIGUEL SÁNCHEZ, ALBERTO NICOLAS OLIVARES, NICOLAS SANDOVAL TORO, Y TODXS LXS COMPAÑERXS EN PRISIÓN ALREDEDOR DEL MUNDO, A LA KALLE!!
“Es hora de actuar, en la cotidianeidad con nuestros afines, por la destrucción de la sociedad carcelaria y de cualquier intento social de reformar este asqueroso sistema de muerte. La solidaridad no debe jamás ser una consigna vacía, sino una acción cotidiana de enfrentamiento con el poder y un apoyo constante a l@s herman@s secuestrad@s en esta guerra a muerte.”
-Mauricio Morales Duarte-
Colectivo Anticarcelario Vuelo de Justicia
Contacto: vuelodejusticia@riseup.net