Mateus Ramos
Adital
Un hombre alto, sonriente y de rostro perfilado. Ésa es la cara de René González, de nacionalidad cubana, sin embargo nacido en Estados Unidos (EUA); uno de los ‘Cinco Cubanos’, como son conocidos los cubanos presos en EUA, acusados de espionaje internacional. En una reciente entrevista con el Resumen Latinoamericano, González habla de su vida y de cómo llegó a Estados Unidos, hasta ser detenido, acusado, según él, injustamente, de cometer actos de espionaje contra Estados Unidos.
González dice que fue convocado por el gobierno cubano para infiltrarse en grupos que cometían actos de terrorismo en contra de Cuba, situados en Estados Unidos. "Durante algún tiempo, tuve dudas si se podría hacer eso, fingir ser una persona que no soy. Pero el sentimiento revolucionario y de patriotismo me hizo aceptar la tarea, que en ningún momento me fue obligada. Si yo hubiera querido, podría haberme negado y nada me hubiera ocurrido”.
Él partió de Cuba escondido de todos, inclusive de su esposa, Olga Salanueva. Viajó ‘secuestrando’ un avión durante un entrenamiento de paracaidismo. "Mi mayor miedo era la cuestión del combustible; llegué a Estados Unidos con el tanque casi vacío (...), nadie me dio permiso para aterrizar, simplemente lo hice, y fue el peor aterrizaje de mi vida, estaba muy tenso”.
González explica que no tuvo dificultades para entrar en el país debido a su origen estadounidense: "apenas me abordaron, entregué mi certificado de nacimiento estadounidense, entonces entré sin necesidad de pasar por migración”.
En Estados Unidos, René encontró a su abuela y a algunos familiares, que le ayudaron a mantenerse en los primeros tiempos. "Cuando llegué allá (EUA), traté de intentar tener un lugar para quedarme, lo que no fue difícil debido a que mi familia era de allá. Mi abuela es una persona con un corazón enorme y me recibió de brazos abiertos, junto con el resto de mi familia”. González consiguió un empleo en una siderúrgica, pero siempre pensando en ser piloto en Estados Unidos. "Yo ya era piloto en Cuba, sin embargo, para ejercer esa profesión en Estados Unidos, precisaba hacer un curso que era muy caro. Entonces juntaba el dinero que conseguía pensando sólo en hacer ese curso, tuve varios trabajos por eso”.
Después de conseguir el permiso para pilotear, González consiguió infiltrarse en los grupos terroristas, eran varios, y muchos de ellos eran sólo desmembramientos de otros, como el Partido Unidad Nacional Democrática (PUND). "Ellos (PUND) fueron los que asesinaron a un pescador en Caibarien, eran una mezcla de actividades de sabotaje, delitos contra Cuba y directamente metidos con el narcotráfico. Era como una puerta giratoria, por un lado entra el dinero del narcotráfico, para del otro lado utilizar ese dinero para financiar actividades que causaran daños a Cuba (...) Fue en la PUND que desmantelé mi primera acción de narcotráfico. Fui designado para traer droga desde Puerto Rico con una facturación de 25 mil dólares. En ese momento, informé al FBI, que impidió que la transacción ocurriera y la PUND terminó quedándose sin fondos”.
El 24 de febrero de 1996, dos aviones del grupo ‘Hermanos al Rescate’, grupo del cual González era parte, fueron derribados por la fuerza aérea cubana matando a sus cuatro tripulantes. A causa de ello, además de René González, otros cuatro cubanos, Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Fernando González y Antonio Guerrero, fueron detenidos y acusados de enviar informaciones a Cuba, lo que habría servido para el derribo de los aviones.
El gobierno cubano confirmó que ellos eran espías, pero que sin embargo estaban en Estados Unidos sólo para espiar a grupos terroristas y no a Estados Unidos. El gobierno de Fidel Castro alegó que ellos habían sido enviados al sur de Florida después de varios ataques terroristas a la Habana, planeados por Luis Posada Carriles, un terrorista y ex-agente de la CIA, a partir de Estados Unidos.
A pesar de las claras faltas de pruebas en contra de los Cinco Cubanos, la corte los condenó por el delito de espionaje y de conspiración para cometer asesinatos. Los cinco fueron sentenciados por un total de cuatro cadenas perpetuas y 77 años. René quedó detenido por 15 años y, después de cumplir la pena, fue soltado. Los demás continúan presos a pesar de la presión internacional para que sean liberados.
González afirma en la entrevista que no ve a sus compañeros desde el día en que fueron detenidos. "Nuestra despedida fue brusca, ellos nos sacaron del Centro Federal de Detenciones de Miami, esposados y nos llevaron hacia Atlanta, que es un centro de distribución (...). Allá, es un infierno, además de caliente, ellos nos colocan a todos juntos y luego nos van llevando uno por uno hacia lugares distintos, si se tiene suerte, terminamos con algún compañero, si no, como fue mi caso, no los encuentras más”.
Para González, es necesario que se apele todo lo que sea posible, ya que se agotaron todos los medios legales para la anulación de la sentencia "tan injusta”. "Tenemos que apelar a Washington, a los medios de comunicación, a la Casa Blanca, al Congreso, a las Cortes, pero, sobre todo, a Washington. Fue allá que se cocinó todo este delito y es allá que puede ser resuelto”.
Sentencias
Gerardo Hernández Nordelo: 2 cadenas perpetuas y 15 años
Ramón Labañino Salazar: 1 cadena perpetua y 18 años
Antonio Guerrero Rodríguez: 1 cadena perpetua y 10 años
Fernando González Llort: 19 años
René González Sehwerert: 15 años
Traducción: Daniel Barrantes - barrantes.daniel@gmail.com
