Repitiendo
una alianza que de a poco comienza a sentar bases, trabajadores
portuarios y estudiantes universitarios llamaron a paro nacional para
este 26 de junio. A las demandas de una educación de calidad gratuita se
suman el rechazo a otros baluartes del sistema, como las AFP. Pese al
silencio de los medios masivos se calcula en más de 30 los
establecimientos educativos tomados por estudiantes.
Frente a más de una
treintena de planteles educativos tomados y una masividad en las
convocatorias a movilizaciones que no decae desde el 2011, el gobierno y
los medios masivos responden negando al movimiento estudiantil. Ni las
tomas ni las marchas son portadas de los diarios y el gobierno ni
siquiera juega a recibir a los estudiantes en el Ministerio de
Educación. En un año electoral y con las ideas neoliberales a la baja,
el Ejecutivo y los medios no quieren soltar la agenda.
Un día después de la movilización del jueves 13 de junio, la ministra de Educación, Carolina Schmidt,
no tuvo problemas en reconocer que la única respuesta del gobierno a
las demandas estudiantiles es “reprimir este tipo de movilizaciones”.
“Los estudiantes han
sido muy claros en que no hay medida que satisfaga sus necesidades para
interrumpir las movilizaciones. Ellos sienten que si no se movilizan, no
se hace lo que ellos quieren“, expresó en una entrevista radial. Luego
agregó que “no hay una medida que uno pudiera hacer más que reprimir
este tipo de movilizaciones, que creemos que no se debe hacer en un país
democrático como estamos, donde todos pueden tener el derecho a
manifestarse. Que los estudiantes lo hagan, pero de manera pacífica“.
Las palabras de la
ministra dan cuenta del nerviosismo del Ejecutivo que evita a toda costa
a enfrentarse a un escenario como el 2011, donde hasta en las encuestas
pauteadas se evidenciaba un rechazo muy hondo al modelo neoliberal en
Chile, el desprestigio de las coaliciones Alianza-Concertación y un
nuevo proceso de flujo del movimiento social.
Como las demandas de
los estudiantes, aprobadas por una amplia mayoría de la población, van
en un camino diametralmente opuesto al horizonte del gobierno de Piñera
de perfeccionar el sistema privado de educación chileno, la respuesta se
vio el día de la marcha en una Casa Central de la
Universidad de Chile invadida y bombardeada por la policía, un dirigente
secundario que pierde el conocimiento de tantos golpes propinados por
carabineros y un gobierno insensible al diálogo con los estudiantes.
El plan del Ejecutivo
es lograr aprobar antes del próximo periodo presidencial tres proyectos
de ley que perfeccionan el modelo educativo chileno. Son los proyectos de Superintendencia, de Financiamiento y la Agencia de Acreditación.
Los 3 proyectos son rechazados por los estudiantes, el Consejo de Rectores y los parlamentarios de oposición. Diego Vela,
presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica
(Feuc), resume el rechazo diciendo que los proyectos deben ser retirados
del Congreso y que “se espera consecuencia y que no aumente la
segregación y el negociado, que sostenga lo que han señalado los
rectores, que es un mal proyecto, su primera medida debería ser el
retiro de estos documentos”.
Otro tema es la
improvisación del gobierno de Piñera respecto de la educación superior.
Casi dos meses estuvo vacante el cargo de jefe de la División de
Educación Superior del Mineduc, tras la renuncia de Juan José Ugarte a comienzos de mayo. Recién el viernes pasado la ministra Schmidt presentó al reemplazante, el ex rector de la Universidad Católica de Temuco, Alberto Vásquez,
quien recalcó la línea del gobierno, diciendo que sus prioridades serán
sacar adelante los 3 proyectos de ley. Dijo que se abocará a “sacar
adelantes estos mensajes presidenciales”.
REPRESIÓN POLICIAL
La otra cara de La Moneda es Fuerzas Especiales.
Diversos participantes de la marcha del jueves 13 de junio recalcan que
la represión policial sobrepasó las experiencias anteriores. No sólo se
autorizó una marcha por un recorrido que apenas pisó la Alameda o que
lanzaron bombas lacrimógenas antes de culminar el ‘horario de permiso’
para marchar, sino que ingresaron a la Casa Central de la Universidad de
Chile sin autorización del rector. Semanas antes hicieron lo mismo con
el Instituto Nacional tomado por sus estudiantes, sin tener la autorización siquiera de la alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá.
El cálculo del gobierno es evitar a toda costa las imágenes del 2011 con kilómetros de la Alameda
ocupados por estudiantes y la Casa Central de la Universidad de Chile,
con pancartas y carteles que recuerden a los chilenos los verdaderos
hilos del negocio educativo y, por detrás, del modelo neoliberal.
La estrategia anterior
del gobierno, de retardar el permiso para marchar hasta horas antes de
la fecha fijada y prohibir el uso de la Alameda en cualquiera de sus
tramos no pudo avanzar tras las denuncias del movimiento estudiantil.
En
esta ocasión el propio gobierno se disparó los pies. Pocas horas
después del violento desalojo de la Casa Central, el ministro del
Interior, Andrés Chadwick salió a defender el ingreso
de la policía al recinto. “No es necesario pedirle permiso a nadie si
hay un delito flagrante desde el interior de un inmueble”, agregando que
se estaban lanzando bombas molotov y artefactos pesados.
Un video difundido por Internet muestra que desde la Casa Central no se lanzó ninguna bomba molotov. Incluso el rector de la universidad, Víctor Pérez,
sostuvo que “no tengo ninguna evidencia que desde la Casa Central se
hayan tirado bombas molotov (…) Aquí hay una invasión a nuestra
autonomía y hay una vejación a símbolos republicanos y hay una vejación
por la violencia que se uso contra nuestros estudiantes”
Pérez agregó que
“tengo evidencia de la violencia con que Carabineros entró a la Casa
Central y cómo se golpeó con lumazos a estudiantes que estaban en el
suelo. Cómo tiraron bombas lacrimógenas en un recinto cerrado, como es
Patio Domeyko, con el peligro de que esas acciones puedan incendiar en
cinco minutos a la Casa Central. Creo que es inentendible. Yo no me
explico el nivel de violencia que se usó, porqué se insiste en maltratar
y golpear a la gente”.
Otra imagen que dejó la jornada es la del presidente del Centro de Alumnos del Liceo Barros Borgoño, Pedro Aguilera, arrastrado inconciente por carabineros tras golpearlo con palos en la cabeza.
El rechazo a la violencia policial es amplio. El Secretario Gral. Asociación de Defensores Públicos de Chile, Francisco Alvarado, en una carta enviada a La Tercera,
sostuvo que “en la marcha anterior carabineros ingresó al Instituto
Nacional argumentando lo mismo, deteniendo a numerosos estudiantes
quienes, a la postre, fueron liberados en su totalidad, sin cargos,
desde las comisarías”.
Alvarado advirtió que
“los artículos 129 y 206 del Código Procesal Penal no son una carta
blanca para que la policía vulnere la inviolabilidad del hogar o de
recintos cerrados y estas normas no pueden usarse para reprimir una
protesta social”.
LLAMADO A PARO NACIONAL
La estrategia del
gobierno se enfrenta a un nuevo paso del movimiento estudiantil: la
alianza con trabajadores. Tras la reunión del Confech realizada en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, se llamó a un paro nacional para el 26 de junio próximo, movilización a la que adhirió la Unión Nacional de Trabajadores Portuarios.
El trabajo en conjunto
de trabajadores y estudiantes viene desarrollándose desde el 2011,
cuando la misma Unión Nacional de Trabajadores Portuarios adhirió
paralizando las faenas en los puertos un día de movilización nacional
convocada por el Confech.
El viernes pasado, estudiantes y trabajadores se tomaron la partida del Rally Mobil en Concepción.
En la ocasión un centenar de trabajadores de ASMAR acompañados por
estudiantes irrumpió en la presentación del evento realizado en pleno
centro penquista. Durante el día habían marchado por Talcahuano. La
demanda es otro tema que está prendiendo en el malestar ciudadano: el
rechazo al sistema de AFP.
Cristián Lagos, presidente del Sindicato ASMAR y miembro del Movimiento Regional Contra las AFP,
explicó a radio Bíobío que el rechazo al sistema actual, el que se
creó, sostuvo, para “entregarle la plata de todos los chilenos al Banco
Central” e insistió que “una AFP Estatal no hará la diferencia”.
El paro del 26 de
junio es en rechazo a la nula respuesta de parte del gobierno a las
demandas estudiantiles de educación gratuita, pública y de calidad.
Además de los trabajadores de la Unión Nacional de Trabajadores
Portuarios, que paralizarán sus faenas, se espera la adhesión de los
trabajadores del cobre.
Mauricio Becerra R.
@kalidoscop
Fuente El Ciudadano
VEA ADEMÁS: MAPA LICEOS Y COLEGIOS TOMADOS