...“Se lo merecen”, dicen algunos, y otras lo piensan, pero lo
callan -por lo mal que suena ahora con tanto discurso de género-...
Abusos sexuales a jóvenes que protestan
ANTE LA TORTURA, SOLO AUTONOMÍA
No obstante el olor de sus discursos, los Estados envían a sus
policías a humillar sexualmente a las mujeres y a las jóvenes,
especialmente cuando los confrontan. Las sociedades también. “Se lo
merecen”, dicen algunos, y otras lo piensan, pero lo callan -por lo mal
que suena ahora con tanto discurso de género-... Nada nuevo. Corrían
casi los 80 -1979- mes de mayo y nos detuvieron…
Fueron subiendo al bus a más y más adolescentes, si la memoria no me
falla, más chicas. En algún momento ya estaba oscuro y llegamos a una
comisaría. Mujeres a un lado, hombres al otro. ¡Mujeres contra la pared! Insultos y manoseos incluidos. “Manoseos”, así se decía en ese tiempo, ahora sabemos que es abuso sexual.
¡Hombres hacer flexiones! ¡Las maracas – nosotras- al piso, que a estas las tocan todos! Si andan en estas cosas es porque son así: medioputas…
En el siglo 21, he oído nuevas versiones de lo mismo. Los discursos
cambian como el viento y ahora pueden culparles manteniendo una
conveniente prudencia generista: “Les pasó por querer exhibirse”. En
suma, se lo merecen. Por violentistas, locas, putas o pensar distinto.
El punto es que gritar, protestar, indignarse, confrontarte, se castiga.
UNA QUE SE NEGABA
Volviendo al 79 del $hile ocupado por la dictadura, en algún momento,
ya oscurecía y subimos a una cuca. Esos vehículos pequeñitos y
hediondos de vómitos y caca, con rejas en los remedos de ventanas. No sé
cuántas éramos, muchas. ¡Bajarse todas las mierdas! ¡Rápido, putas! Lumazos, palos, más manoseos. ¡Contra la pared! ¡Se van a morir las wevonas!...
No sé de armas, no las conozco, no identifico sus sonidos, pero alguna
dijo: “Pasaron bala”… Una vez, otra vez, más gritos, más insultos. No sé
cuánto tiempo. No nos morimos. Era tal vez de madrugada y llegamos a la
novena –comisaría-. Esa no la olvido. Subimos a una especie de pista
con ventanas alrededor. Mujeres pacos nos ordenaron sacarnos la ropa: “¡Toda!”.
Pero una niña de no más de 14 años, no quería quitarse los calzones.
Tiritaba, sollozaba. Se vivía en su llanto la aberración de lo que nos
estaba pasando. Aberración a la que el resto nos sometíamos sin chistar,
tal vez por ese adiestramiento callejero con “piropos” y cotidiana
pedofilia que tantas hemos enfrentado siendo aún niñas. Algo distinto
pasaba con ella, no sé qué. Su hermana la contenía, le rogaba:
“¡Quítatelos, la paca nos está mirando!”. La mentada paca se acercó
furiosa... No recuerdo qué pasó en ese momento. No está en mis imágenes
de memoria. Mentiría si dijera que le pegaron, que se los quitaron –los
calzones- o que se los quitó… Simplemente se me borró… Recuerdo luego un
momento en que miré hacia arriba y en todas las ventanas había pacos,
hombres, machos, disfrutándonos desde su galera. Disfrutando
nuestra desnudez aterrorizada, vulnerable, adolescente y hasta infantil.
Masturbándose con el espectáculo, como todo violador.
Ni psicópatas, ni enfermos: torturadores violadores, pero no
cualquiera, criminales machistas desde el Estado que asumen esta
estrategia… También sociedades y hasta movimientos sociales, que les
tapan de acuerdo a sus intereses políticos de turno.
¿Y CON LA “DEMOCRACIA” GENERISTA?
Claro la historia contada es vieja. Fue en dictadura, me dirán… Pero
en noviembre de 2007, con democracia generista enarbolada, pasó lo mismo
en el $hile de la alegría que no llegó. Desde la Memoria Feminista, feministas autónomas, y el Equipo feminista de la Casa “ACOGIDA”, denunciamos lo siguiente:
“…fui detenida por fuerzas especiales de Carabineros el día martes, a
las 21:00 horas aproximadamente. Los cargos que formularon en la
Fiscalía fueron: provocación y utilización de objetos contundentes como
ácido, piedras y pinturas contra Carabineros. Pasamos la noche en la
doceava comisaría de San Miguel donde junto a otras 5 compañeras fui
desnudada, revisada, humillada, durante toda una noche, el día de hoy
pasamos a control de detención donde nuevamente fuimos desnudadas y
humilladas… encerradas en calabozos, esposadas durante toda la mañana,
fotografiadas…”.
Es el relato de una estudiante del ITPUCH sobre la noche del 6 de
noviembre de 2007. La toma del Instituto y las protestas de estudiantes
que se sentían estafados, se habían iniciado una semana antes, el 29 de
octubre. Habían denunciado también en la calle con pancartas y lienzos y
habían sido reprimidas por fuerzas especiales de Carabineros con carros
lanzaguas, gases lacrimógenos y toda la parafernalia ya conocida.
Cuando arrancaban se refugiaban en las dependencias de su Instituto, que
estaba entonces – hoy no sé- en el Servicio de Salud Sur en la Gran
Avenida. En ocasiones, les devolvían a los pacos las mismas bombas que
ellos les lanzaban. Como respuesta, Carabineros entró a las dependencias
del Servicio de Salud Sur, rompiendo las rejas. Lo mismo volvió a
suceder el 6 de noviembre. Esta vez la represión fue con agua con
químicos y gas pimienta -cuyos efectos permanecieron al menos 24 horas y
provocaron el cierre del Consultorio y el Jardín Infantil ubicados a un
costado del Servicio-. Cuando la represión parecía “calmada”, algunas
mujeres salieron de la toma para ir al metro. Los estudiantes con las
autoridades educacionales habían llegado a un acuerdo previo de que la represión cesaría.
Pero las jóvenes fueron cercadas por hombres de civil que dijeron ser
Carabineros y se las llevaron detenidas. El relato de la estudiante da
cuenta de esa detención*.
En 2008 con la lucha pingüina, era secreto a voces que a las niñas
las abusaban los pacos en sus detenciones, pero se callaba. ¿Cuántas
veces, ha habido acoso y humillación sexual a lamngen en los
allanamientos del E$tado $hileno al territorio mapuche? Con un gobierno u
otro, con presidenta o presidente… Es como si la tortura sexual a las
mujeres fuese más tolerable que otras cosas… Total es lo de siempre:
en la familia, en la pareja, en el colegio, en el trabajo, en el grupo
de amigos, en los abortos clandestinos, en el partido... Las mujeres no
deben exponerse ni “exhibirse”, ¡ya saben lo que les puede pasar!… ¡Es
su responsabilidad!
En los últimos días la ONG Corporación Humanas
denuncia por la prensa masiva que ha recibido graves casos de violencia
sexual de Carabineros hacia alumnas: “Múltiples denuncias de desnudez
forzada y violencia genérica de parte de Carabineros contra estudiantes
secundarias detenidas tras los desalojos de los liceos de Santiago”.
Es probable que hoy exista más atrevimiento y autoconciencia en las
mujeres y las jóvenes... Cada vez más atrevidas las mujeres de un pueblo
que no se ha rendido ni con izquierdas renovadas ni con derechas. Hay
convenciones, sí -que disque nos servirían- declaraciones enarboladas
por instituciones internacionales diversas, pero no es esa la letra que
nos defiende. Sólo las propias mujeres organizadas y de seguro, muchas
jóvenes, seguirán transitando por la autodefensa, esa de cuando hay
autoconciencia autónoma… autónoma de Estados, de gobiernos, de partidos y
de discursos maquillados.