En
el trabajo de formación y capacitación a trabajadores y dirigentes
sindicales, es común entregar particular atención a 2 temas. El
Sindicato y la NegociaciónColectiva.
La mayoría de las veces los elementos de esa capacitación se preparan de acuerdo a lo que indica el Código del Trabajo.
Se hace un resumen con lo más importante y se orienta como trabajar en ese marco.
De
esta manera los compañeros y compañeras se interiorizan sobre plazos,
documentos y trámites varios. Se instruyen sobre lo que se debe hacer
cada vez que se inicia un proceso de sindicación o negociación colectiva
o cuando hay que renovarlo.
Siendo
importante y valiosa esta forma de trabajo, hemos llegado a la
conclusión que es insuficiente. Es mas, de insistir en ella se corre el
riesgo de limitar peligrosamente el campo de acción del dirigente.
Es
claro que los esfuerzos deben seguir siendo puestos en fortalecer este
espacio -que es vital pues se trata del inicio de la toma de conciencia
de los trabajadores- pero no será suficiente, si junto con esto no
hacemos algo mas.
Las
primeras inquietudes de los trabajadores estarán vinculadas
principalmente al diario vivir en su lugar de trabajo (contrato, normas
de seguridad, uniformes, alimentación y otras). El mejor instrumento de
educación en esta etapa es el Sindicato, que tiene la obligación de
guiar y apoyar, asumiendo que este “abrir de ojos”, llevará a otras
preguntas e inquietudes.
¿Que instrumentos de organización hubo antes de que nacieran los sindicatos, o no existieron?
¿Cómo se defendían los trabajadores del abuso patronal?
¿Cuales son los principios que guían el trabajo del Sindicato y por que es importante conocerlos?
¿Por que se habla de clase trabajadora y de explotadores?
¿Existen elementos sobre
el trabajo del Sindicato y la negociación colectiva que debamos conocer,
aparte de aquellos indicados en la legislación?
¿Qué elementos no se deben pasar por alto para que una negociación colectiva pueda llegar a ser exitosa?
Esto y mas quieren saber los trabajadores cuando constatan que la unidad es la que permite avances.
La tarea primaria entonces es la educación en todo lo que ella implica, luego se viene la construcción del instrumento.
El paso final es la lucha por los derechos. Primero en la empresa, luego en la sociedad.
El objetivo de este
trabajo - que ponemos en manos de dirigentes y trabajadores con y sin
organización sindical - es despertar el interés por educarse en todo
aquello que tenga que ver con su realidad.
Apuntamos
a superar el límite estrecho que está instalado y que dice que el
trabajo del Sindicato es una cuestión interna, que solo debe interesar a
sus socios y al dueño de la empresa, al igual que el negociar temas
determinados.
Creemos que el trabajo
sindical tiene un espacio mucho mas amplio, que se inicia en la empresa,
pero que no tiene su techo en ella.
Los
trabajadores son parte de un único y gran colectivo, él de los abusados
en sus derechos, el de los impedidos de disfrutar de las ganancias que
generan con su trabajo. Por lo tanto tienen el deber, la obligación, de
estar unidos y compartir su historia.
Saber
de los avances y retrocesos del movimiento sindical, sacando lecciones
de ello, para ir construyendo aquel instrumento que les representará en
forma genuina.
Conociendo su historia
aprenderán a descubrirse como miembros de una clase social, entenderán
la importancia de integrarse a una organización y como, desde esta, se
puede incidir en la construcción de una sociedad mas justa, sin tantas
trabas ni discriminaciones.
Educándose
podrán darse cuenta que no serán los patrones, el gobierno, ni el
parlamento quienes se preocuparan de responder y satisfacer sus demandas
principales.
Comprenderán
que solo serán tomados en serio cuando cuenten con organizaciones
representativas y unidas en torno a sus aspiraciones laborales y
sociales.
Organizaciones que sean dirigidas efectivamente por ellos.
Este trabajo es un modesto primer paso en ese objetivo.
Los trabajadores deben vencer esa tendencia generalizada a la derrota, con la que cargan por ya demasiado tiempo.
Asumir que “no se puede seguir dejando en manos de otros, lo que podemos hacer nosotros”.
Todos tuvieron algún
grado de participación durante sus años de estudiantes, o bien formaron
parte de agrupaciones culturales o deportivas, y/o fueron activos
miembros de la organización social de su población o barrio. Por lo
tanto cuentan con la formación básica que se requiere para ponerse a la
cabeza del instrumento de organización que un grupo determinado quiera
construir.
Para
dirigir un sindicato se requiere por sobre todo de disposición a
hacerlo. Hay muchos lugares donde interiorizarse del trabajo que les
corresponde hacer a los dirigentes y recibir las orientaciones
necesarias para no ser sorprendidos por la patronal.
Podrán tropezar más de
una vez en esta búsqueda, pero hay que perseverar porque llegarán a un
resultado positivo. Hay instrumentos preparados para ayudar a la
formación de la clase trabajadora.
Se debe terminar con la
autoexclusión que se instala cada vez que se discute quienes estarán a
la cabeza de la organización. Todos los miembros de esta institución
llamada Sindicato deben estar dispuestos a dirigirla.
Extracto del librillo “La formación de dirigentes y trabajadores”
CONTINUA EN EL PROXIMO PULSO
MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente C.G.T CHILE