
Y Poseidón nuevamente atacó….
Desató su furia contra las y los argonautas y a todos los navegantes que se rebelaron en la cuenca del río
Envió a sus cíclopes verde oliva a que por su único ojo les arrojaran aguas pestilentes, como si no fuera suficiente para los navegantes que la lluvia les aguijonearan los rostros y el caudal los mordiera más arriba de las rodillas.
A que de sus putrefactas bocas eructaran gases nauseabundos y lacrimógenos, como si no fuera poco el hedor que han soportado y pocas las lágrimas que han derramado.
A que de sus vientres metálicos defecaran cientos de Orcos ávidos de carne para golpear y de huesos para quebrar.
El Alguacil de la ciudadela, acusó de irresponsables criminales a los rebeldes ante los informantes del reino, quienes esta vez sí acudieron al río, pues su olfato oportunista les avisaba de posible sangre y muerte y para que los ciudadanos indolentes puedan ver por sus ojos ciegos, oír por sus oídos sordos y vociferar por sus bocas mudas:” sí es cierto, son criminales, aplastadlos
Luego, los gobernantes ordenan desde sus cálidos palacios a los generales pretorianos que comenzaran el asalto, y estos desde sus lejanas y seguras posiciones se lo ordenaron a los Orcos
Fue en ese instante que emergió una enorme llamarada desde la cuenca del río
Una llamarada gigante, como si fueran todos los volcanes mapuche en una sola erupción de rabia, como si fueran todos los Onas encendiendo sus fuegos de una sola vez, como si fueran todas las barricadas juntas en el río, como si fuera Prometeo entregando el fuego a los humanos para su defensa, a costa de ser eternamente devorada sus entrañas por los buitres de seda y oro
Una enorme columna de humo denso y negro se elevó recta hacia el cielo, jalonándole al mundo entero el exacto lugar en que se gestaba esta heroica gesta, clavado como una lanza guerrera mapuche en el centro de la injusticia
Ya todo estaba dispuesto para la tragedia griega.
La escenografia la componían, una mole de piedra que servia de escuela de legisladores, una torre de hierro y cristal que servia de mercado para los mercaderes transoceánicos, y en lo alto del cerro una virgen de piedra y yeso que les decía a los rebeldes “arrodillaos hijos…siempre arrodillados”
La iluminación era tenue y crepuscular, al parecer el Sol no quería presenciar tan vergonzoso acto
En el centro del escenario la luz de la gran fogata opacaba a las que emitían los cíclopes
La música estaba compuesta de lluvia, río y gritos libertarios
En el público los mercaderes, cual circo romano dirigían sus pulgares hacia el suelo vociferando…”culpables…
En el otro extremo, los solidarios levantaban sus puños gritando “el pueblo unido morir luchando…asesinos…asesinos”
Y al centro, la gran mayoría no emitía sonido, quizás por su mente y corazón tan cerrados, o por sus bocazas abiertas de par en par dejando caer babosos hilillos de asombro, ignorancia, pasividad e indolencia
Y la orden fue dada, no sin dificultades los Orcos se descolgaron por cuerdas y escaleras, rodearon a los navegantes y los arrastraron, como siempre
Lo que sus minúsculos cerebros no captaron fue que esos navegantes estaban empapados, pero es por que fueron ungidos por las mismas aguas que hicieron más fuerte a Aquiles, en un bautismo que fue apadrinado por nuestros caídos y por los cuatro elementos vitales…el aire con el que respiran, el agua de la cual bebían, la tierra que defendían y el fuego que los liberaría
Por eso, si vosotros habitantes de las riberas ven que el río arrastra restos de maderas, ropajes y velamen calcinados, no es signo de naufragio, se estila hacerlo para que sus tesoros no caigan en manos enemigas
Por el contrario, se levantaran más fuertes y combativos frente a los Poseidones, dioses que pueden ser vencidos….¿no saben que los dioses son de barro?
Y allí estarán todos los que conservan el corazón al lado izquierdo del pecho
CON AMOR FRATERNO
EL KIOSKO
RADIO PRIMERO DE MAYO