lunes, 9 de noviembre de 2015

 
Un muro segregacionista
Existe una batalla ideológioca al respecto de dicha construcción. Mientras que su nombre oficial en Israel es el de “Valla de Seguridad”, los palestinos – víctimas del aislamiento – lo llaman “Nuevo Muro de la Verguenza”, “Muro de la segregación racial” o “Muro del Apartheid”, éste último en referencia al antiguo régimen rascita sudafricano.
                                                                                    
                                                                                                                                                                                                                                                                                      
El muro también separa a los campesinos de sus tierras y de sus lugares de trabajo
Con el 80% del muro erigido dentro del territorio de Cisjordania, éste causa un daño grave en la vida de los palestinos, debido a que disminuye su posibilidad de habitar docenas de pueblos y comunidades. El muro también separa a los campesinos de sus tierras y de sus lugares de trabajo, centros educativos, de salud y otros servicios esenciales.
Según el Departamento de Asuntos de Negociaciones (NADPLO), dependiente de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), aproximadamente el 47,6% de la Cisjordania ocupada (con aproximadamente el 88% de los colonos israelíes) será de facto anexionado por Israel, asegurando así no sólo la continuación de los asentamientos sino también su ampliación y alrededor de 249.000 palestinos quedarán atrapados entre el muro y la Línea Verde.
Vea también:
Los Nuevos Muros: El Muro Marroquí
Muro fronterizo de Estados Unidos-México, de vida o muerte
Los daños que causará el “Nuevo Muro de la Verguenza” una vez terminado son inestimables. Se calcula que unos 60.500 palestinos residentes en 42 pueblos de Cisjordania vivirán entre el muro y la línea verde con Israel, alrededor de 31.400 palestinos quedarán completamente cercados por el muro, más de medio millón vivirá dentro de una franja de un kilómetro y unos 200.000 palestinos se verán afectados por la parte del muro construido en Jerusalén Oriental.
Las consecuencias del muro también suponen la destrucción de terrenos agrícolas fundamentales para la supervivencia de los palestinos. Más del 10% de la tierra palestina de Cisjordania (unas 57.518 hectáreas) quedará al otro lado del muro y decenas de miles de olivos y otros árboles, así como extensas áreas de tierras agrícolas ya han sido confiscadas y destruidas, y decenas de viviendas han sido demolidas.
Pese a estos cuantiosos daños a las vidas de los palestinos, el muro israelí de Cisjordania continúa edificándose y separándo cada vez más a familias y comunidades enteras, quienes cada día arriesgan sus vidas para acceder a derechos básicos como centros de salud y educativos o llegar a sus lugares de trabajo.