A las
Comunidades Mapuche Autónomas en Resistencia, a los entornos solidarios y
a lxs que luchan contra el estado, la cárcel y el capital. Se me ha
ofrecido Juicio Abreviado y lo acepté, esto significa en lo judicial,
reconocer los hechos frente a un tribunal del estado. Pero en lo
personal, y en esta idea de romper logicas y subvertir el estado de las
cosas que me recorren, es legitimar frente al enemigo el sabotaje, la
acción directa y la expropiación como forma radical de resistencia y
subsistencia de nuestras vidas y nuestros sueños de libertad y
autonomía. Esta desición es el resultado del enfrentamiento cotidiano de
las ideas/convicciones con todo el entramado politico-judicial con sus
códigos, con sus leyes, con sus putas cárceles y como también utilizar
la legalidad del enemigo, para burlarse de sus leyes y romper con los
castigos ejemplificadores hacia nuestras ideas, hacia nuestros actos de
resistencia a su sistema opresor. . Mis hermanos que recibieron todo el
odio del sistema y su estado, van de contención en esta desición,
reafirmando nuestras historias de vida, asumiendo los riesgos y costos
de esta acción, que significó que uno de los suyos volviera las calles.
Ciertamente no fue fácil todo esto, porque nuestras desiciones nos
marcan, y en este camino hermoso y dificil de resistencia y subversión,
sin duda que nos guían. Para escribir estas letras me sumí en nuestros
gritos y consignas, en lo que somos, en lo que queremos y para donde
vamos. Recurrí a esa resistencia que ofrecía una sociedad mas justa y me
acorde de cuando nos llamaban subversivos de una forma despectiva y no
pude dejar de comparar eso cuando despues nos llamaron descolgados y
ahora mismo que nos llaman delincuentes. (Quisas después que título
vendrá.) Llegue a hacer una retrospectiva de estos meses de cárcel, me
ví triste por mi vida fujitiva perdida, pero digno y apañado. Vi sangre y
lágrimas de un bastardo carcelero, jajaja, y me sentí bacan. Senti esa
solidaridad que triza y traspasa muros, y sentí también la distancia
inconmesurable que estos causan, y claro, me dió hambre de venganza.
Busqué compañerxs, palabras para agradecer ese cariño, ese amor y esa
solidaridad incondicional, porque fueron un arma filosa para resistir.
Busqué y busqué esas frases sociológicas grandilocuentes para explicar
esta desición, y en esta búsqueda infructuosa la explicación es más bien
simple y natural: Decidí ser culpable para seguir siendo culpable. ¡¡Ya
no queremos una sociedad más justa sino una vida mas hermosa!!
¡¡Mientras exista miseria habrá rebelión!! Carlos Gutierrez Quiduleo en
la kalle.
Via Radio 1 de Mayo 102.9 fm