La democracia funciona
Es verano
del año 2015, temporada estival de pan y circo y los empresarios dueños
del territorio bautizado como país $hile, son profesionales despojadores
del mar, monte, aguas, tierras y vidas. Señalaron profesionalmente
disculpas públicas y sentidas por todas las irregularidades cometidas
sin intensión, su danza de millones y su violenta vida de lujos sigue
intacta, todo resguardado y en regla bajo sus propias leyes, descansando
sobre los hombros de la ignorancia y la sumisión ciudadana. Leyes de
clase poderosa, donde lxs desposeidxs nacen culpables y tienen domicilio
en una de las tantas abarrotadas kàrceles-empresa.
El corazón
de la sociedad karcelaria son sus palacetes de justicia por donde
transitan vidas con grilletes que alimentan días y noches el modelo
insaciable y kapitalista de esta democracia asesina. La fauna de
querubines y rémoras que sustenta su engranaje es la siempre despreciada
raza lacaya por los siglos, van desde seudos dioses- jueces, hasta
yanakonas de la especie humana. Cada quien con su metro cuadrado de
poder putrefacto alimenta la hoguera engranaje con vidas de niñxs,
mujeres y hombres.
Pausa entre
pan y circo en medio de la resaca de fin de año, subió el pasaje del
transporte y tu condición de esclavx se resignó y todo sigue a favor del
patrón. Es verano del año 2015 y cual inquisición la carroña
periodística festina en todos los canales con la flagelación de un cabro
joven que arrebató un “IPhone”, el mismo que muestran en la T.V. con
sus promociones inigualables. La imagen muestra y, ahí aparecen
valientes ciudadanos policiales sedientos de protagonismo, golpean al
muchacho, lo desnudan, lo amarran con las coronas de espinas de la
modernidad –nylon se llama la wea con lo cual lo envuelven. En paralelo
otros ciudadanos espectadores (los mismos a los que le suben en pasaje)
lo graban con sus “IPhone”, graban el llanto del joven, grafican su
desastrosa condición humana, el festín se completa con la llegada de los
pacos de verde. La tribuna aplaude, los ciudadanos policiales alzan
victoriosos su mediocridad –sus brazos al cielo-. La resolución es
buena, los mega pixeles amplían la imagen en un plano general al momento
que al unísono vociferan los humanos “asépticos”
“Karcel-Kàrcel-Kàrcel!!”. Los aplausos son pétalos de rosas que coronan
la sonrisa de los pacos que van subiendo al furgón al joven despojado,
flagelado y famélico de suspiros.
Pausa, la
función continúa. El ministro del Interior del Gobierno democrático da
la buena nueva de 2000 pacos más y más para combatir la delincuencia-
Pregunta, tendrán cojones los esclavos de la modernidad para reclamar,
luchar y despertarán no solo de la caña?, tendrán cojones las hienas
ciudadanas con dotes de policías para pegarle y empelotar, flagelar,
amarrar, grabar y vilipendiar solo a uno de los empresarios, solo a
uno?. Un Larraìn, un Matte, un Dèlano, un Tocornal, un Luksik, un
Angelinni, un Shaawì, un Novoa, un Wagner, un Polar, un Penta, un
Cascada, un Inverlink, un AFP, un banco, un forestal, un naviera, una
transnacional. O será que uno de los pacos de la democracia asesina los
esposará y subirà al furgón para su traslado al palacio, su palacio de
justicia donde sus títeres dictaron prisión y así estas eminencias
conocerán en terreno como funciona por dentro su negocio estrella de las
kàrceles.
La democracia funciona, al carajo!.
Juan Aliste Vega, prisionero subversivo, enero 2015, Càrcel de Alta
Seguridad, $hile.
Seguridad, $hile.