Este 21 de septiembre, día internacional de la lucha contra los monocultivo de árboles, OLCA pone a disposición
el documento "Cultura local y
modelo forestal: una transición forzosa: El caso Carahue" resultado de
una investigación realizada a fines del 2012 e inicios del 2013, que suma
argumentos para demostrar lo inconveniente y nefasto de dar continuidad a un
instrumento de Fomento Forestal, como la ley que se tramita actualmente en el
parlamento y que busca prolongar por 20 años el subsidio al monocultivo
forestal.
La ley en trámite, conocida
vulgarmente como "702", pretende dar continuidad al histórico Decreto
701 del año 1974, que subsidió directamente las plantaciones industriales,
transformándose en un incentivo a la sustitución de Bosque Nativo, Suelos
Agrícolas, y Tierras Ancestrales mapuche, generando impactos territoriales,
ecosistémicos, culturales y sociales en una parte importante del territorio del
centro sur de Chile. El fundamento principal de la existencia de este instrumento
era la lucha contra la desertificación y la sequía, las consecuencias están a
la vista, en Chile crece la desertificación y los impactos v/s los beneficios
son lapidarios y negativos.
Esta nueva versión de la ley
promueve incentivos perversos a los mismos sectores que han resistido
históricamente el modelo y que han sido las principales víctimas del mismo, de
modo que ahora con los suelos ácidos, secos e inútiles para el ganado y la
agricultura, se estimula que los pequeños campesinos y las comunidades
indígenas planten pinos y eucaliptus en sus predios y se terminen transformando
en promotores de la cultura que los mata.
Con el decreto "702" se
acelerará el ritmo de plantaciones pero ya no solo para alimentar la voracidad
de las celulosas que están contaminando aire, agua y suelos desde el centro al
sur del país, sino también para sustentar dos mecanismos altamente
cuestionados en el concierto internacional, como son las soluciones energéticas
a partir de biomasa, y el mercado de carbono que le ha puesto precio hasta a la
fotosíntesis, en una desenfrenada carrera de lucro que nos parece urgente
detener.
Este 21 de septiembre, que marca
también el inicio de la primavera, hacemos circular este aporte de OLCA y la
WRM para fortalecer las luchas de resistencia frente a la expansión forestal,
porque estamos ciertos y ciertas que la lógica de provocar las crisis para
capitalizar oportunidades irá llegando a su fin en la medida que nos atrevamos
a brotar la vida que pese a todo, sigue palpitando expectante a cada segundo,
confiando en la fuerza de la pequeñez y de la decisión colectiva.
OLCA
Comunicaciones OLCA
Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales
Alonso Ovalle 1618 A, Santiago, Chile.