martes, 9 de julio de 2013

ENTREVISTA A DRA. BERNA CASTRO: "HOY DÍA LOS HOSPITALES NO PUEDEN EXISTIR"

Fotografías Jéssica Lillo -
Por Jéssica Lillo

Se define como dirigente social y política, y ciertamente lo es. De profesión médicx-psiquiatra; actualmente es presidenta de la FENATS del Centro deReferencia de Salud (CRS) La Florida y parte del equipo médico que atiende permanentemente a los presos políticos en huelga de hambre mapuche. Su trayectoria es larga: Fue concejala de La Pintana y vocera del Andha Chile. Sus primeros pasos en ese mundo los dio cuando era estudiante secundaria y participaba en la Vicaría Pastoral de la Zona Sur. Fue la presidenta del consejo laico de la Pastoral Universitaria y de la Facultad de Medicina en los días de la constituyente de la FECH. Berna Castro, con un destacado trabajo en el ámbito de la defensa de los Derechos Humanos en Chile, se entrevista con La MansaGuman, para entregarnos su visión sobre el cambio del paradigma ideológico, que producto del neoliberalismo, ha terminado por liquidar la salud como parte de la seguridad social.

La salud fue parte de las políticas sociales, sin embargo con el tiempo se continuó por el camino de privatización ¿Cuál es tú diagnóstico frente a esto?

El tema salud se ha estado discutiendo durante treinta años. Hasta el año 80, la salud era parte de las políticas sociales y de la seguridad social. Desde esa mirada, los agentes del estado, los políticos, parlamentarios, así como las organizaciones sociales estaban en torno a esa visón, sobre todo la de lxs trabajadorxs organizadxs.

¿Cómo era la presencia de lxs trabajadorxs?

El rol de lxs intelectuales fue muy potente cuando se entendió la salud como parte de la seguridad social y como un bien que define las condiciones de salud de las poblaciones y del individuo desde determinantes y condicionantes específicas. Entendiendo estas condicionantes, desde los modelos económicos y de producción y, por lo tanto, del manejo de los entornos, del medioambiente tanto laboral como natural, de las relaciones sociales de poder, económicas y políticas. Cuando se tiene esa mirada en salud, evidentemente no podía dejar de estar en la discusión y formar parte de proyectos políticos más globales. Lxs trabajadorxs, entendiéndolo como su vida social y la población en general. Como parte de un bien social, un derecho, que se expresa claro y concreto
El sistema sanitario se entendía como la expresión de un compromiso político y social, donde su organización se expresaba a partir de que tenía dos cualidades: niveles de salud integrales, que se relacionaban a través de programas cuyos objetivos eran medibles y todos participaban.
En ese contexto ¿podemos entender la salud desde los derechos humanos?

Cuando hablamos de derechos humanos, muchas veces estamos hablando de cuestiones que a la gente le parece bastante enteleque. Pero cuando la traduces a un bien social concreto, donde existe una participación clara de la población, y por lo tanto, ésta es capaz de mirar la salud desde la vivienda, desde el ordenamiento del espacio territorial, desde las relaciones laborales, desde las relaciones económicas y de poder, la empieza a entender de todos lados. Desde los pueblos originarios con sus particularidades, desde los territorios y sus particularidades, desde la producción y sus particularidades, desde las mujeres y las relaciones de poder y social, desde el niño, desde el joven, etc.

¿En qué se ha traducido esa mirada?

Esa mirada de salud, el ejercicio efectivo de ese derecho social, aunque no estuviera en toda la magnitud que hubiésemos querido, hizo que el país avanzase hacia una proyección y una comprensión del cómo se financiaba la salud, cómo se organizaba el sistema sanitario y cómo se entendía el rol del estado y de lxs trabajadorxs organizados, ya sea a nivel territorial, poblacional, o en sus organizaciones sindicales. Tenían un rol claro y concreto, junto con los intelectuales, los científicos, los educadores en todos los niveles.
“Un empoderamiento político, no es un empoderamiento con mirada neoliberal, donde el ciudadano asiste a un reclamo vía institucional, donde un mismo estado que está evadiendo sus derechos, le pone la institución. Aquí, desde su orgánica, es capaz de empoderarse y exigir el derecho.”
¿Era una construcción de la salud como país?

Si, desde todos. Porque la base ideológica, el marco doctrinario, era parte de la seguridad social; un bien social, un derecho en ejercicio real. Eso no quiere decir que no hubiera injusticias, grandes deudas o que no fuera difícil el acceso, quiero dejar claro eso. Por lo tanto desde ahí no era extraño que en la toma de La Bandera, lo primero que se levantaba fuera el consultorio. Ahí la asistente social salía a caminar por el territorio, y se encontraba con la profe, con el alcalde o el regidor y la señora que enarbolaba la dirección de la toma. Se construían un espacio donde lo primero que aparecía era la educación, la promoción y la demanda del consultorio. Eso es empoderamiento. Un empoderamiento político, no es un empoderamiento con mirada neoliberal, donde el ciudadano asiste a un reclamo vía institucional, donde un mismo estado que está evadiendo sus derechos, le pone la institución. Aquí, desde su orgánica, es capaz de empoderarse y exigir el derecho.

“Un empoderamiento político, no es un empoderamiento con mirada neoliberal, donde el ciudadano asiste a un reclamo vía institucional, donde un mismo estado que está evadiendo sus derechos, le pone la institución. Aquí, desde su orgánica, es capaz de empoderarse y exigir el derecho.”

¿Hay una mayor participación social desde esta mirada?

El sistema sanitario se entendía como la expresión de un compromiso político y social, donde su organización se expresaba a partir de que tenía dos cualidades: niveles de salud integrales, que se relacionaban a través de programas cuyos objetivos eran medibles y todos participaban.

¿Y cuál es el paradigma ideológico que se quiebra?

El neoliberalismo cambia el paradigma ideológico radicalmente sin que las nuevas generaciones de profesionales ni siquiera lo entiendan. Porque las nuevas generaciones de profesionales empiezan a repetir ese paradigma ideológico sin estar de acuerdo, siquiera, con lo que está pasando en salud. Eso es terrible. La salud es responsabilidad de conducta de de las personas, por lo tanto, hay factores de riesgo que también son tu responsabilidad individual. Se niegan las determinantes y condicionantes del medio en el cual se vive.

¿Te refieres a las condicionantes sociales y políticas?

Si, se niegan. No existe que el tipo trabaje a 5 metros en un andamio sin cinturón de seguridad o, por ejemplo, lo que pasó en el Hospital Sótero del Río donde el servicio de rayo no tenía ni una protección de plomo para sus trabajadorxs. Esto no es casual y tiene que ver con el paradigma neoliberal donde los bienes privados y los públicos hay que definirlos y separarlos. La seguridad social se transforma en un bien individual. Por lo tanto ¿por qué la salud iba a seguir siendo un bien social? El estado pasa a tener un rol subsidiario.
“El neoliberalismo cambia el paradigma ideológico radicalmente sin que las nuevas generaciones de profesionales ni siquiera lo entiendan. Porque las nuevas generaciones de profesionales empiezan a repetir ese paradigma ideológico sin estar de acuerdo, siquiera, con lo que está pasando en salud. Eso es terrible”
¿Y la privatización de la salud?

La salud pasa a ser un bien privado. Lo que aquí entra a batallar es que tú decides enfermarte o estar sano. Tú decides, dónde, cuándo, cómo te atiendes y con quién. Por lo tanto tú, de acuerdo a tu conciencia, trabajarás para tener un seguro que dé cuenta de tu salud. Como trabajas para tener plata que dé cuenta de la educación, de tu calidad de vivienda, etc. Como si aquí no hubiera asimetrías. Eso sería a lo mejor en el mundo de Bilz y Pap, donde se tuviera la misma oportunidad de ganar lo mismo que el sr. Piñera. Pero esa cuestión no es verdad. Las asimetrías son enormes.

“El neoliberalismo cambia el paradigma ideológico radicalmente sin que las nuevas generaciones de profesionales ni siquiera lo entiendan. Porque las nuevas generaciones de profesionales empiezan a repetir ese paradigma ideológico sin estar de acuerdo, siquiera, con lo que está pasando en salud. Eso es terrible”
Una persona cuyo gasto en salud sobrepasa el 30% o 40% se está empobreciéndose porque está gastando más de lo que puede…

Más de lo que puede. Ese es el cambio de paradigma. Y ahí tienes los seguros privados, las isapres y Fonasa, cada vez menos fondo de reparto. Esto no comenzó ayer, comenzó el 80 y se profundiza a los 90, llegando ahora a sus máximas expresiones. De partida la población, lxs trabajadorxs dejan de participar en las definiciones sanitarias; tampoco saben cuál es el fruto y el impacto de su trabajo. No participan en las definiciones de su formación, de las focalizaciones de los gastos, de evaluación de los planes y programas…ni participan en la propia calidad y evaluación de sus actividades. ¿Eso impacta el financiamiento? Claro que impacta. Si cada vez es menor el financiamiento público. ¿Por qué es menor? Porque el gasto directo de las personas, en relación al aporte fiscal estatal, es cada vez mayor. Y el otro se va reduciendo proporcionalmente.

Desde esta mirada política, ¿crees se ha puesto a los servicios públicos de salud a competir con el área privada, en una igualdad de condiciones que no existe, como excusa para la instalación de los hospitales concesionados?

Lógico que sí, durante toda la década del 80 se invirtió cero plata en el sector público, de inversión y reposición. El gasto en inversión llegó a ser menos del 0.8. En la década de los 90 y hasta mediados de la década del 2000, se llega a un gasto del 1.8, 2 puntos. Es ridículo, porque no sólo no da cuenta de la brecha, sino que de la nueva demanda del perfil epidemiológico. Segundo, las horas objetivas de impacto, como nuevas horas médicas, horas profesionales, técnico-paramédicas, no han sido más del 9% desde el año 90. Esa situación, aparte de lo salarial, ha llevado además a que no haya carrera funcionaria, que exista sobreexplotación y sobrecarga laboral. Las enfermedades de salud mental, enfermedades profesionales y accidentes laborales, han subido. El sector salud es de los que tiene el más alto nivel de accidentabilidad y enfermedades profesionales en todo el sector público. Y eso es el Auge. Traspasa los recursos públicos en esas prestaciones, que son caras y lo compra al privado, y deja de invertir el sector público.

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Ahí está ese segundo concepto. Hoy en día los hospitales no pueden existir. ¿Por qué? Porque la concepción de hospital era dentro de una red integrada de salud solidaria. Por ejemplo debiéramos estar discutiendo, por ejemplo si soy psiquiatra de la red del Surorientes, sobre el plan de salud territorial a nivel de salud mental, pero eso no existe. Existe que no tengo cama, entonces compremos camas afuera. Por lo tanto el financiamiento cambió, y al cambiar lxs trabajadorxs no son necesarios, porque bajo la vía del contrato que tienen ahora son muy caros.
“La seguridad social hecha pedazo”

Estamos viviendo más, pero no necesariamente mejor…
Claro, se vive más, pero no se tiene mejor calidad de vida. Hoy día estamos asistiendo al triunfo de la sobrevida de las vacunas, del alcantarillado y del agua potable. Pero no basta sobrevivir al alcantarillado o al agua potable. El tema es que esa sobrevivencia paga un costo si no mejora el nivel y la calidad de vida. Y ese costo hoy día, mayoritariamente, lo pagan las clases populares. Hoy día el 60% de lxs trabajadorxs ganan menos de 480 lucas y son los que están pagando ese costo, por ejemplo al momento de la jubilación. Un estudio de la Católica dice que un jubilado del sector salud, tiene una sobrevida de tres a cinco años después que se va.

No hay prevención.

No. Eso significaría recuperar la salud y reconocer otras cosas. A lo más te puedo decir: “no comas comida chatarra”…pero por otro lado, incentivo la competencia y el mercado de la comida chatarra. El plan de vida sana ¡es precioso! , pero eso significa para una familia de cuatro personas ganar a lo menos un millón de pesos. La salud se hace cargo de la enfermedad, pero no de la prevención. Que estés en una vivienda horrenda, sobreexplotado, con alto riesgo en el trabajo, con estrés, con barrios mal planificados etc. importa un bledo. Como salud me hago cargo si te da tal cáncer ¿Pero me hago cargo que no te dé? No, me hago cargo.

¿Qué pasa con la salud pública?

Deja de existir el sector público, porque aquí se amarra un segundo concepto; la seguridad social hecha pedazo. El máximo de flexibilidad laboral, con trabajadorxs no pueden pensar, que no pueden recrear el espacio donde están…No están empoderados políticamente. No, aquí se trata de un ciudadano que consume y que tiene vías institucionales para hacer la cartita de reclamo.
Nos hacen creer que tenemos participación…

Ahí está ese segundo concepto. Hoy en día los hospitales no pueden existir. ¿Por qué? Porque la concepción de hospital era dentro de una red integrada de salud solidaria. Por ejemplo debiéramos estar discutiendo, por ejemplo si soy psiquiatra de la red del Surorientes, sobre el plan de salud territorial a nivel de salud mental, pero eso no existe. Existe que no tengo cama, entonces compremos camas afuera. Por lo tanto el financiamiento cambió, y al cambiar lxs trabajadorxs no son necesarios, porque bajo la vía del contrato que tienen ahora son muy caros.

El rol de los colegios profesionales, o de lxs profesionales de la salud, ¿Están aplastados, están diferentes, se fueron al área privada?

Bastante indiferente. El colegio médico si bien se opone a la ley de hospitales clínicos, lo hace por dos razones. Porque le parece que como no está la ley médica contemplada en este nuevo modelo, los pobres doctores van a tener que negociar uno a uno con el empleador. Y por un concepto de red asistencial poco clara. Es bastante pobre la posición del Colegio Médico ¿Por qué? Porque está coludido y comprometido con el lucro. La FENPRUS, sus dirigentes sindicales y gremiales ¿a quién representan? los intereses de lxs trabajadorxs o los intereses que visualizan como mejor para lxs trabajadorxs desde la estructura política que está casada dentro de un modelo. Esa es una pregunta que me hago. Y esa contradicción una la ve a diario, por eso la voz en alto una no la escucha.

Y la Ley de Hospitales Clínicos o hospitales concesionados

Cuando salud es concebida como un bien privado, el lucro pasa a ser parte del sistema de gestión. Lo que se produce son prestaciones a personas enfermas y por lo tanto, toda la infraestructura de soporte institucional, de calidad, del saber, ¡está demás! Es un prestador con un enfermo, que se vincula a través de una prestación que tiene un valor. El estado lo que hace, es hacerse cargo de que no haya una gran epidemia.

“Es bastante pobre la posición del Colegio Médico ¿Por qué? Porque está coludido y comprometido con el lucro. La FENPRUS, sus dirigentes sindicales y gremiales ¿a quién representan? los intereses de lxs trabajadorxs o los intereses que visualizan como mejor para lxs trabajadorxs desde la estructura política que está casada dentro de un modelo”.

¿Pero hay plata para inyectarle al sector salud?

Se le dice a la población que el estado no tiene plata, por lo que es mejor que alguien se haga cargo y le devuelvo la plata en módicas cuotas a 15 años. A la gente le parece lógico porque aprendió a endeudarse con la tarjeta de La Polar. No es capaz de pensar que eso no es verdad, porque el estado tiene la plata suficiente. Y por último, hagamos, por lo menos, aquí se crea, con esa lógica pública hacia afuera, pero con una lógica ideológica del lucro real.

Y qué sucede con los hospitales hechos por privados

Hechos por privados y dirigidos por privados. Igual como el colegio particular subvencionado, que tiene una sostenedora. Aquí se llama gerente, que subcontrata un director de salud, como la escuela subcontrata una profe como directora. Y cada establecimiento es sólo por sí sólo. El modelo no solamente avanza en hospitales, sino en que haya establecimientos pequeños, de menor complejidad, que hagan como mini redes a niveles territoriales. Estos hospitales y estos establecimientos, no tienen porque hacer prevención ni promoción, porque se hacen cargo de la enfermedad.

¿El negocio es la enfermedad?

Así lo dice la ley. Se hacen cargo de los enfermos. ¿De qué tipo de enfermos? De los que tengan la experticia. Ellos son los que generan la canasta de producción. No son las necesidades territoriales, las metas sanitarias las que generan la necesidad de producción. Si no que ellos definen su canasta y los usuarios definen si pueden ir a recibir esa prestación ahí.

¿Cómo se financian estos establecimientos?

A lo menos por tres vías importantes. Tiene que generarse el Plan de Salud Garantizado, que da cuenta de su producción. Van al seguro Fonasa, que cada vez deja de ser un fondo de reparto y pasa a ser más un seguro individual. Al generarse un plan de seguro, Fonasa dice: yo aseguro ese plan con el 7%. ¿Quieres más? Copago. Fonasa pasa a ser un seguro como las isapres.

Igual que en la educación, la libre elección. O sea, yo puedo elegir dónde colocar a mi hijx, voy a poder elegir también a que hospital me puedo ir

Si. Por lo tanto cuál es el nivel de impacto territorial de cambiar las condicionantes y determinantes de salud. Pero eso no es nada. Al igual como los colegios subvencionados particulares, vas segregando el riesgo. Las isapres segregan riesgos, no acepta cualquier viejito chueco…

Hay esperanza

¿Cómo se financia el sector público o cualquier establecimiento del sector público?

Hoy día, a partir de las necesidades de salud. Se define que la zona Suroriente atiende un millón de personas, que tiene tal y tales características, problemas sanitarios, por lo tanto se supone que eso se financia. Hago un plan y un programa que necesita recursos humanos determinados, etc. Acá tú defines tu producción, de acuerdo a tu pauta de riesgo. Tanto es así, que con los primeros hospitales, que son el de Maipú y La Florida, hubiera podido construir dos Sótero del Río por cada uno. Sale 800 millones de dólares, lo equivalente a cuatro hospitales.

“Cuando miro a los jóvenes que empezaron con la demanda de colegio mejor, eso es empezar a comprender que hay que recuperar los bienes básicos, que hay que cambiar la institucionalidad política y cuestionar el modelo. Eso es un salto y partieron de una demanda social puntual, aparentemente aislada. Hoy día salen a marchar con lxs trabajadorxs del cobre. …entonces, eso es de una esperanza inmensa.”

¿El estado va a tener que comprarla a precio del mercado?

Tiene que comprarla al doble, el valor cama. ¡Está definido por ley! Eso es hacer pedazo los niveles de salud de la población y como no hay ni un peso más para la fiscalización, ¿quién me dicen cuáles son los resultados sanitarios?, ¿quién va a ir a ver los resultados sanitarios hasta que la gente empiece a aparecer muerta, chueca?

¿Cuál será la situación de lxs funcionarixs de estos hospitales?

Esta ley define y le da potestades al estado, al presidente y al gerente general de este hospital, de definir la relación contractual con lxs trabajadorxs. Vía norma y reglamento. No es el Código del Trabajo, no es Estatuto Administrativo. Un trabajador puede, ser reliquidado año a año. Aquí la producción se va amoldando a las necesidades del dueño del hospital. Es la máxima flexibilidad laboral. Por necesidades de la empresa, te pueden echar pagándote once meses, pero con un tope de 90UF. O sea, un tope de 180 lucas. Cualquier auxiliar que gane 300 lucas, tendría que irse con 180 lucas mensuales. Lxs trabajadorxs quedan en la indefensión total, no pueden acudir ni a los Tribunales Laborales ni a la Contraloría. Aquí no hay aprendizajes.

¿Tenemos esperanza de cambio?

Yo tengo muchas esperanzas, pero tenemos que dar esta pelea. Hemos salido de una dictadura terrible que arrasó con todo, desde el partido político, pasó por la iglesia, la comunidad cristiana, por la organización social, etc. Y hoy día, uno de los deberes que tenemos es poner las cosas en contexto. Cuando miro a los jóvenes que empezaron con la demanda de colegio mejor, eso es empezar a comprender que hay que recuperar los bienes básicos, que hay que cambiar la institucionalidad política y cuestionar el modelo. Eso es un salto y partieron de una demanda social puntual, aparentemente aislada. Hoy día salen a marchar con lxs trabajadorxs del cobre. …entonces, eso es de una esperanza inmensa.


Fuente http://lamansaguman.cl/