Tras un mes y
medio, este domingo 28 de julio se realizó el cierre del ciclo con el film “Cinco cámaras rotas” de Emad Burnat y Guy
Davidi. Semanas anteriores se presentaron las películas “El tiempo que
resta” e “Intervención divina” de Elia Suleiman, “Investigación personal” de
Ula Tabari y “La sal de este mar” de Annemarie Jacir. El cierre contempló una discusión
y conversación con el panel conformado por los académicos del Centro de
Estudios Árabes Rodrigo Karmy y Kamal Cumsille, los activistas Nadia Silhi y
Doug Smith, y el cientista político Nicolás Chadud.
Con
un auditorio lleno en el Club Palestino, la Coordinadora para el Boicot,
Desinversión y Sanciones (BDS) en Chile emitió la última película del Ciclo de
Cine Palestino organizado en conjunto con la Federación Palestina. Luego de la presentación
del documental “Cinco cámaras rotas”, se conformó un panel compuesto por académicos
y activistas quienes además de exponer sus puntos de vista, respondieron
preguntas de los asistentes, llamaron a activarse y hacer suya la campaña por
el boicot en Chile.
El
filósofo y académico del Centro de Estudios Árabes, Rodrigo Karmy, expresó que “sin
memoria y sin sensibilidad, no hay resistencia”, y exponiendo que las ideas
fuerzas enfrentadas en el documental recién visto eran por un lado, “la cámara que
registra lo sensible y el olivo que es memoria colectiva” y, por el otro, “la
máquina del Estado (de Israel), las inmobiliarias y el ejército que imponen el
conflicto, un ejército donde todos son iguales y no tienen sensibilidad”.
Justamente, por esa razón es que para el académico la cámara se rompe cinco veces: “porque no resiste la sensibilidad y la memoria” de la resistencia palestina.
Justamente, por esa razón es que para el académico la cámara se rompe cinco veces: “porque no resiste la sensibilidad y la memoria” de la resistencia palestina.
El cientista
político, Nicolás Chadud, agregó que “esta película desactiva la idea de que
Israel es un Estado democrático y de avanzada en Medio Oriente”, ya que muestra
justamente la brutalidad de Israel para acaparar tierras ajenas. Chadud llamó a
los asistentes a que prestaran atención a las estrategias de Israel para lavar
su imagen, porque mientras “viene a Chile la Filarmónica de Israel, el Estado Hebreo
asesina a niños palestinos”.
Por su parte, Kamal
Cumsille, profesor del Centro de Estudios Árabes de la Universidad de Chile, reflexionó
en torno a la pregunta de por qué hay que boicotear al Estado de Israel, a lo
que se explayó comentando que “justamente las películas seleccionadas en este
ciclo ayudan a dar esa respuesta, porque hemos visto el asesinato de memoria,
las políticas de segregación, las políticas criminales, etc.”
El
académico
espetó que “lo legal y lo ilegal no importa en los palestinos, porque la
radicalidad de la situación lo supera”, y agregó que “nos tratan de
radicales (cuando
hablamos de boicot), pero con la brutalidad de Israel cualquier
palestino sería
radical”. Por eso llamó a los asistentes a que realicen acciones para
que se
difunda la campaña que se inició desde la sociedad civil el año 2005 y
más gente participe para que se hagan cumplir los derechos
humanos a nivel internacional.
“A las élites judío-sionistas el
boicot cultural les duele mucho”
La activista
Nadia Silhi, expresó, en referencia al documental “Cinco cámaras rotas” que “la
que aparece acá no es la lucha épica que nos han enseñado desde chicos, es la
lucha de un pueblo, muy diferente a lo que nos dicen, pero es la resistencia que
dan todos los pueblos oprimidos”, y agregó
que “la lucha de los pueblos por su tierra y el boicot van de la mano”.
“A las élites
judío-sionistas, el boicot cultural les duele mucho”, espetó Silhi, quien recordó
que las bases de la campaña del Boicot, Desinversión y Sanciones a Israel busca
“presionarlo internacionalmente hasta que asegure el derecho al retorno de los
refugiados palestinos, termine con el estado de apartheid y segregación que
viven a diario los palestinos que viven dentro de Israel, y que termine con la
ocupación”.
A lo anterior,
el activista internacional, Doug Smith, compartió la experiencia que desde la
campaña BDS – Canadá tuvieron con el pueblo de Bil in, protagonista en el
documental, al lograr detener la construcción del muro con las protestas que todos
los viernes rechazan la ocupación hasta el día de hoy.
“Esta fue una
lección sobre la capacidad de trabajar en conjunto con los palestinos y evitar que
otras instituciones sean las protagonistas”, dijo Smith, quien agregó que “como
saben Bil in no es el caso más representativo, de hecho en la película se ven
todas las personas muertas que asesinaron en los pueblos vecinos, pero esta
historia es un pedacito de victoria, una gota de esperanza que nos hace seguir
en esta senda”.
El activista
internacional concluyó alertando a los asistentes a no normalizar la ocupación,
“hacer que no sea algo común, el apartheid debe ser enfrentado”.
Tras las
exposiciones se acordaron nuevas acciones para mantener la difusión de esta
campaña y sumar más adherentes que apoyen el respeto a los derechos humanos.
Javier Karmy
Periodista