Por Andrés Figueroa Cornejo
El Frente Amplio de Trabajadores –agrupación de trabajadores bancarios (Confederación Bancaria), del cobre (Fenatracimm), empresas privadas (CEPCH) y call center (Sindicato Unísono)- protestó frente al Ministerio de Minería y del Trabajo el 17 de agosto debido a las responsabilidades políticas y criminales que le caben al gobierno y a los dueños de la Mina San José, por el derrumbe del yacimiento que tiene enterrados, por lo menos a 33 mineros.
El Presidente de la Federación de Trabajadores de CIMM (empresa asociada al metal rojo de administración estatal-, Ramón López, señaló que “que a los empresarios no les importa la vida de los trabajadores. El abuso es tan mayúsculo, que los propietarios del sector no trepidan en hacernos laborar en condiciones pésimas. Los que no mueren o no son mutilados, viven en altísimas situaciones de estrés. Por eso exigimos a la justicia y al gobierno que meta a la cárcel a Marcelo Kemeny y Alejandro Bohn, dueños de la mina. Y que renuncie la ministra del Trabajo (Camila Merino) porque ya sabemos que la Dirección de esa repartición tenía antecedentes de que el yacimiento estaba en tan malas condiciones, que debía cerrarse. Y también existe una responsabilidad directa del ministro de Minería (Laurence Golborne) debido a que Sernageomin depende de él”. La delegación del Frente Amplio de Trabajadores (FAT) hizo un llamado a “todos los dirigentes sindicales, a los trabajadores, porque hay que decir basta ya. La unidad de los trabajadores es la consigna: unidad para defender y unidad para reconquistar nuestros derechos. Debe efectuarse una gran movilización por los hermanos mineros de San José. Esa es nuestra bandera.”
En la misma línea, los trabajadores de la construcción y del montaje (Sintec), del Sindicato de la Gran Minería (Siteco) y la Federación de Trabajadores de la Construcción y la Madera (Fetracoma), denunciaron que “es una aberración que tengamos que esperar muertes masivas de trabajadores para que se ponga en el tapete la problemática que vivimos a diario los obreros de este país. Al parecer, las altas tasas de accidentabilidad son para muchos, hechos normales y cotidianos” y convocaron a “las organizaciones sindicales a aumentar los niveles de organización y coordinación que permitan hacer frente a estas problemáticas, denunciando y comunicando a los demás trabajadores sus asuntos, sus avances y sus proyecciones con el objeto de articular un movimiento sindical que de una vez por todas diga basta a las actuales condiciones de vida y de trabajo de nuestro pueblo”.
En la misma línea, los trabajadores de la construcción y del montaje (Sintec), del Sindicato de la Gran Minería (Siteco) y la Federación de Trabajadores de la Construcción y la Madera (Fetracoma), denunciaron que “es una aberración que tengamos que esperar muertes masivas de trabajadores para que se ponga en el tapete la problemática que vivimos a diario los obreros de este país. Al parecer, las altas tasas de accidentabilidad son para muchos, hechos normales y cotidianos” y convocaron a “las organizaciones sindicales a aumentar los niveles de organización y coordinación que permitan hacer frente a estas problemáticas, denunciando y comunicando a los demás trabajadores sus asuntos, sus avances y sus proyecciones con el objeto de articular un movimiento sindical que de una vez por todas diga basta a las actuales condiciones de vida y de trabajo de nuestro pueblo”.