El Senado de Brasil aprobó este jueves el juicio político contra la presidenta Dilma Rousseff, lo que implica la suspensión de su cargo durante seis meses, un hecho sin precedentes que se convierte en un golpe a la democracia brasileña debido a que la mandataria es acusada sin pruebas.
La aprobación se dio con 55 votos a favor, 22 en contra y 1 abstención (de 78 de los 81 miembros del cuerpo colegiado), lo que significa que por mayoría se tomó la decisión. Cada senador tuvo 10 minutos para ejercer su derecho de palabra antes de votar.