Nueve meses de internación provisoria ya está
cumpliendo G.V.M., adolescente mapuche de la comunidad Wente Winkul
Mapu. Acusado de un delito del cual afirma ser absolutamente inocente
dentro de una causa que el Ministerio Público mantiene suspendida, el
pasado 13 de mayo inició una huelga de hambre que, según afirma,
mantendrá “hasta las últimas consecuencias”.
Si no cometió el delito del que se le acusa, ¿por qué se entregó a la policía?
Porque llamaron a mi abogado y a mi dirigente, el werken Daniel
Melinao, y les dijeron que me buscaban por esa causa. Entonces, para
impedir que vinieran a allanar mi casa y mi comunidad yo preferí
presentarme voluntariamente; además que yo no tenía ninguna culpa, por
eso me entregué a la PDI.
¿Tienes testigos, personas que pueden afirmar y demostrar tu inocencia?
Hay testigos que saben que yo estaba en mi casa y no salí ese
día. Ya declararon pero, como es la fiscalía, no los tomaron en cuenta.
La fiscalía insiste en su propia versión de que Leonardo Quijón, Luis Marileo y Ud. son los culpables.
Eso significa que la fiscalía no ha investigado nada. Yo ya he
cumplido nueve meses detenido y han tenido tiempo demás para investigar.
¿Su defensa ha pedido un cambio de la medida de reclusión que Ud. está cumpliendo?
Sí, dos veces.
Las dos veces se la han negado, ¿por qué?
Porque el juez prefiere darle la razón al fiscal que siempre
menciona lo mismo, que soy un peligro para la sociedad y que por eso
debo permanecer recluido.
¿Esta es la primera vez Ud. está recluido?
Sí, antes nunca estuve detenido.
Pero no es la primera vez que debe declarar en una causa judicial.
Bueno no, el año pasado tuve que declarar, pero como víctima.
¿Víctima de qué?
De un disparo de los pacos. Eso fue cuando allanaron mi
comunidad, en junio 2012. Esa vez me dispararon los pacos, que andaban
buscando a mi primo Eric Montoya por una causa de homicidio frustrado de
carabineros.
¿Y por qué le dispararon a Ud. si no era la persona que la policía andaba buscando?
Es que nosotros salimos a ver qué estaba pasando, porque sentimos
que iban subiendo muchos autos por el camino fuera de la comunidad.
Eran muchos pacos que llegaron, sin mostrar una orden, nada, y empezaron
a entrar a las casas y a romper todo. Entonces nosotros empezamos a
sacarlos, los echamos para fuera. Ahí volvían a entrar y entonces
empezaron a disparar, lacrimógenas, balas, de todo. Y ahí fue que a mí
me dispararon en la espalda, en las costillas.
¿Fue detenido por los carabineros?
No, no me detuvieron porque me escondí en un bajo y ahí estuve
hasta que se fueron. Me dolía caleta la espalda pero esperé como veinte
minutos hasta que se fueron y ahí salí. Después de eso fue que la
Defensoría Penal Mapuche presentó un recurso en la Corte de Temuco, por
la violencia con que actuaron y que dejaron a siete heridos graves,
entre ellos mi abuelo y tres menores. Entonces me citaron y yo declaré
contra el fiscal Luis Chamorro) porque él es el responsable de que los carabineros lleguen disparando contra cualquiera.
¿Cree que esa declaración tiene alguna relación con su situación actual?
Sí, yo creo que el fiscal quedó picado por eso y entonces aprovechó el caso de los Gallardo para involucrarme.
¿Qué edad tiene Ud.?
Yo fui detenido con 17 años y cumplí 18 años en reclusión el 17 de enero.
¿Dónde y con quién vive Ud.?
Yo vivo en la comunidad Wente Winkul Mapu, con mi mamá, mi padrastro y cinco hermanos. Yo soy el mayor.
¿En el momento de ser detenido Ud. estaba estudiando?
No, estaba trabajando. Yo llegué sólo hasta séptimo básico porque
no pude seguir estudiando, pero ahora en la cárcel terminé el séptimo y
el octavo, y ahora estoy haciendo primero y segundo medio.
¿En qué trabajaba?
Yo he trabajado harto en muchas cosas. Estuve trabajando en el
norte, en la fruta, en Curicó. Y ahora estaba trabajando para la familia
de Héctor Gallardo y otro contratista en una cosecha forestal. Trabajé
como diez días con los Gallardo y el mismo sábado 1 de septiembre,
cuando ocurrieron esos delitos, yo fui a trabajar. Ese día iban a venir a
pagarnos pero no quise cobrar porque prefería esperar para juntar un
poco más. Entonces estuve hasta como las 12 y de ahí me vine para mi
casa...
Ud. conocía entonces a Héctor Gallardo y su familia.
Sí, los conocíamos de siempre porque eran del mismo sector. Mi
familia se llevaba bien con esa familia, nunca tuvimos un problema.
¿Qué recuerda de lo que pasó después?
Bueno, yo llegué a mi casa, me bañé y dormí toda la tarde. Estaba
esperando que llegara mi familia que andaba vendiendo verduras en
Collipulli y llegaron como las 6. Entonces yo ayudé a bajar las cosas de
la camioneta y tomamos café; después fui a picar leña y como las 7
empecé a lavar apios para las ensaladas que mi mamá iba a ir a vender
el domingo, los repollos, las lechugas. Después me entré y empecé a
picar los apios y estaba en eso cuando, como las 8 y media, escuchamos
unos tiros hacia el camino, para abajo. Pensamos que eran los pacos,
pero no quisimos salir de la casa; llamamos a los vecinos y no era por
allá por la comunidad. Después llegó mi abuelo y contó que por la radio
habían dicho que había muerto ese caballero. Nosotros quedamos helados,
no podíamos creerlo.
Si Ud. no estuvo ahí, y tampoco Leonardo Quijón ni Luis Marileo, ¿de dónde salió la acusación que los involucra?
Eso me lo explico simplemente como un montaje. Al principio
decían que eran tres asaltantes, no daban nombres; después cambiaron la
versión y salía que me acusaban a mí, a Leo Quijón y a Luis Marileo.
¿Cómo ha sido este tiempo que ha pasado en situación de encierro?
Lo he pasado más o menos nomás. Es fuerte, estoy lejos de mi casa, de mi familia.
¿Ha tenido conflictos con el personal de Gendarmería?
No, conflictos no, pero cuando llegan los “antimotines” para
sacarme a algún trámite es bien duro, llegan armados y me sacan
engrillado de pies y manos, y eso me hace sentir muy mal. Además que es
muy fuerte el delito del que me acusan y toda la gente te mira, eso es
triste, es humillante. Y por otro lado los funcionarios de Gendarmería
como que nos odian y discriminan; cuando viene mi familia a visitarme
les dificultan el ingreso y están siempre como intimidando y
discriminándonos por ser mapuche, sin un mínimo de respeto.
Ud. ahora se encuentra en huelga de hambre. ¿Cuál es el propósito de esta decisión tan extrema?
Sí, estoy en huelga de hambre desde el 13 de mayo y tomé esta
decisión ante la nula intención del Estado chileno y su justicia de dar
respuesta a mi demanda como prisionero político mapuche de que se
acelere mi proceso. Ya estoy comenzando el décimo mes de reclusión. La
decisión de llevar esta huelga de hambre hasta las últimas consecuencias
ha sido difícil, tanto para mí como para mis familiares, pero la asumo
responsablemente y me declaro dispuesto a mantenerla hasta que se
cumplan mis demandas.
¿Por qué se declara prisionero político mapuche?
Porque pertenezco a una comunidad que está siendo perseguida por
luchar por la recuperación de sus tierras. Mi dirigente Daniel Melinao
está preso, mi familia ha sido perseguida, mi primo Eric está
clandestino. Y la situación que yo estoy pasando no es nueva; desde el
año 2009 han estado encarcelando a niños mapuche, o sometiéndolos a
maltratos que en muchos han dejado secuelas de por vida, como es el caso
de mi peñi Leonardo Quijón, quien siendo absuelto de todos los cargos
que se le acusaban, fue encarcelado por casi un año, sufriendo de
vejámenes por parte de Gendarmería que no respetaba su condición de
salud, con más de 200 perdigones alojados en una de sus piernas como
producto de un ataque de carabineros. Después, la encarcelación de niños
mapuche siguió con Cristián Cayupán y Luis Marileo, a quienes después
de varios meses privados de libertad se les absolvió de toda culpa y en
otros casos aún no encuentran pruebas que los condenen. Todo esto deja
en evidencia el gran montaje que realiza contra nosotros el Estado de
Chile.
Fuente http://www.mapuexpress.net/?act=news&id=10421